Todo aquel que se ha enamorado lo ha vivido. La primera mirada, el primer beso. Manos que se unen por vez primera, chispas a montones y mariposas en el estómago. ¿Hay algo más maravilloso que sentir esa conexión con alguien, esa ilusión de construir algo bello y compartido juntos? Pero las historias de amor no son como las de los cuentos, y lo que parece empezar bien, puede acabar mal si no podemos algo de cabeza en la ecuación.
“Cuando hablo de amor con mis pacientes”, explica Marian Rojas Estapé, psiquiatra y autora de libros como Cómo encontrar a tu persona vitamina, “siempre les explico que es fundamental poner el corazón, pero también la cabeza.” Y para la experta, la mejor forma de poner la cabeza en juego es hacernos dos simples preguntas. Dos que pueden revelar todo lo que necesitamos saber antes de enamorarnos.
Las dos preguntas claves que te ahorran el drama
Vamos a ponernos en situación. Estás conociendo a una persona. Todavía no estás enamorada, pero sabes que hay una chispa especial entre vosotros. La cosa se podría acabar poniendo seria si os seguís viendo, si sigues invirtiendo tiempo en esa relación. ¿Estás en ese momento? Entonces es el instante perfecto para detenerte y hacerte dos preguntas esenciales y muy sencillas: ¿Te conviene? ¿Te hace ser mejor persona?
¿Me conviene?
Esta pregunta es muy importante, porque nos ayuda a ver mucho más allá de la atracción física. “Muchas personas nos activan la chispa, pero pocas personas son capaces de entrar en nuestro proyecto de vida duradero”, explica la experta. Y añade: “solo con pasión no funciona ningún matrimonio”.
Entonces, ¿qué debe tener esa persona para que puedas responder que sí a esta pregunta? Se trata de descubrir si realmente es compatible con tu proyecto de vida. En una relación de pareja no solo se deben tener en cuenta los sentimientos, sino también los valores, objetivos y el estilo de vida de ambos.
Es importante preguntarte si esa relación tiene el potencial necesario para construir algo sólido y duradero, o si simplemente es una aventura que acabará llevándote por un camino de incertidumbre y dolor. A veces, la pasión puede cegarnos, pero si la relación no nos conviene en términos prácticos y emocionales, lo mejor es frenar antes de avanzar más. En palabras de Marian Rojas Estapé, “si pese a saber que alguien no nos conviene racionalmente, seguimos adelante, el daño emocional está asegurado”.
¿Me hace mejor persona?
En una relación sana, ambas partes deben crecer juntas, apoyarse mutuamente y fomentar el bienestar del otro. Tu pareja debe ser alguien que te haga la vida más sencilla, y no más complicada. Marian Rojas insiste mucho en este punto. Si la relación no nos impulsa a ser nuestra mejor versión, es una señal de alerta.
El amor debe ser la fuerza que nos eleva, que nos reta a mejorar y a crecer, no algo que nos haga sentir estancados o comprometidos con aspectos negativos de nuestra personalidad. Así que, si esa persona te arrastra hacia patrones tóxicos, inseguridades y te aleja de tu mejor versión, lo mejor es que te cuestiones si realmente merece la pena seguir en esa relación.
Las consecuencias de ignorar las señales
Es fácil caer en la tentación de seguir el impulso del corazón. Marian Rojas no lo niega, de hecho, asegura que “resulta complicado ser reflexivo en momentos donde hay una exaltación fuerte del mundo afectivo”, algo que es especialmente peligroso durante “la fase inicial de la relación, cuando aún nos dejamos llevar por el ímpetu de la pasión, de la atracción física y de la emoción intensa que surgen en las primeras citas.”
Sin embargo, es la única forma de conseguir construir relaciones sólidas, estables y que nos aporten felicidad. “Ser dueños y señores de nuestras decisiones es una llave poderosa para tener éxito después de esos primeros momentos de pasión o chispa”, explica Marian Rojas Estapé. Y es que no hacer caso a estas señales, a estas reflexiones, puede ser muy peligroso.
Cuando no nos detenemos a reflexionar sobre si realmente estamos eligiendo lo que nos conviene para crecer, podemos quedar atrapados en relaciones tóxicas, que, aunque serán muy intensas a nivel emocional, no serán saludables a largo plazo. Y, como explica la psiquiatra, después llega el drama: sufrimiento, desilusión, rupturas dolorosas, e incluso la necesidad de recurrir a apoyo profesional para superar el daño emocional causado.
Otras preguntas que debes hacerte antes de enamorarte
Además de las dos preguntas clave sobre si la relación nos conviene y nos hace mejores personas, Marian Rojas comparte también otras cuestiones claves que podemos hacernos para tomar decisiones más conscientes en el amor. Todas ellas son esenciales si quieres profundizar en lo que te conviene antes de lanzarte a los brazos del amor.
- ¿Está dentro de mis criterios? La idea de esta pregunta es que te cuestiones si esa persona con la que estás empezando algo cumple con los valores y criterios que consideras fundamentales en una pareja. ¿Compartís principios similares sobre la vida, la familia, la carrera o lo que esperáis del futuro?
- ¿Es lo que siempre he pensado que encajaría con mi forma de ser? Con esta pregunta, la psiquiatra nos invita a evaluar si la relación se ajusta a lo que queremos de una pareja. A veces, las expectativas sobre cómo debe ser una relación pueden verse distorsionadas por el deseo o la atracción, pero es fundamental que te preguntes si realmente esa persona encaja con tu visión de lo que quieres a largo plazo.
- ¿Compartimos la forma de ver la vida? La compatibilidad en la visión del futuro y las metas personales es otro factor crucial en una relación duradera. ¿Tienes objetivos similares a esa persona? ¿Veis el mundo y la vida de forma parecida? Si vuestras perspectivas sobre la vida son completamente opuestas, es probable que la relación se vuelva insostenible tarde o temprano.