La mejor forma de potenciar nuestra memoria es comprender cómo funciona. Por eso, si hablamos de recordar y procesar información, no podemos dejar de mencionar a George A. Miller, investigador de la Universidad de Harvard, que revolucionó la forma en la que comprendemos nuestro cerebro y, particularmente, el funcionamiento de la memoria.

En 1956, Miller publicó uno de sus artículos más revolucionarios, El mágico número siete, más o menos dos” en el que hablaba de los límites de la memoria a corto plazo y, por primera vez, nos presentaba la idea del chunking.

Si te enfrentas a un gran examen, tu trabajo requiere de una gran memoria o, sencillamente, quieres potenciar al máximo su eficacia, tienes que descubrir en qué consiste esta sencilla técnica que te puede permitir exprimir al máximo el número de cosas que puedes recordar. No hace falta que tomes nota, porque no olvidarás este truco tan eficiente como sencillo.

Una estrategia para hackear la memoria

Estamos en 1956 cuando Miller publica su gran artículo, el que lo cambiaría todo en materia de psicología cognitiva y demostraría que la forma en la que entendíamos la memoria estaba a punto de dar un giro de 180º. Titulado El mágico número siete, más o menos dos, Miller sostenía que la memoria a corto plazo tiene una capacidad limitada para retener información, generalmente de entre 5 y 9 elementos, o chunks. Este hallazgo sentó las bases para comprender los límites cognitivos humanos, y superarlos.

La pregunta es… ¿Cómo? Y la respuesta sencilla es, gracias al chunking, una estrategia cognitiva que usamos para organizar en bloques o unidades más significativas, a las que vamos a llamar chunks. Suena complejo, pero en realidad no lo es.

mujer trabajando desmotivada
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Imagina que tienes que memorizar una secuencia de número: 1,4, 9, 2, 0, 2, 3. Si lo intentas así, sin más, puede que el recuerdo dure a penas unos minutos en tu mente. Tendrás que volver a mirarlos rápidamente. Pero usando el chunking puedes convertir estos siete números en dos chunks. Un año, 1492, y una secuencia lógica, 023. ¿A que hora parece más sencillo?

La técnica se basa en la teoría de Miller, que dice que el cerebro humano puede retener, a corto plazo, entre 5 y 9 unidades de información. O lo que es lo mismo: 7 +/- 2.

¿Cómo usar el chunking en tu día a día?

La teoría suena genial, pero… ¿Cómo aplicamos esto en el día a día? Es realmente sencillo, tan solo tienes que empezar a pensar en bloques o formas de agrupar datos para conseguir que la técnica funcione a la perfección. Te damos algunos ejemplos prácticos para que puedas empezar a practicarlo.

  • Agrupa los números y datos importantes. Si necesitas recordar números, fechas o contraseñas, agrúpalos en chunks. Por ejemplo, para recordar el número de una cuenta bancaria puedes dividir la secuencia numérica en grupos más pequeños y fáciles de recordar. Por ejemplo, 1234-5678-9101.
  • Organiza tus listas de tareas en chunks. Para no olvidar nada de lo que tienes que hacer en el día, puedes organizar tus listas de tareas por categorías (trabajo, hogar, personal, etc.) Este truco es especialmente útil para la compra. En lugar de intentar memorizar todos los productos que tienes que comprar, organiza tu lista por categorías: lácteos, frutas, verduras, carne, despensa.
  • Aprender información nueva. A la hora de estudiar o leer algo nuevo que no quieras olvidar, prueba a agrupar conceptos. Puedes hacerlo a gran escala, organizando temas en bloques, como definiciones, ejemplos y aplicaciones prácticas, o, si quieres memorizar frases o citas, quedándote con palabras claves. Por ejemplo, si quieres memorizar la frase “No puedes soportar la verdad”, puedes quedarte con las palabras claves “no”, “soportar” y “verdad”. El resto, vendrá solo a tu mente usando la lógica.
  • Crea reglas mnemotécnicas. ¡Sí, las reglas mnemotécnicas están muy relacionadas con el chunking! En lugar de memorizar todos los planetas del sistema solar, puedes recordar la frase: Mi Vecina Tiene Muchos Juguetes Sólo Usa Neptuno. Es una frase sin sentido, pero mucho más fácil de recordar como unidad, que los nombres de los nueve planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
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Estos son solo algunos ejemplos prácticos con los que puedes usar el chunking, pero sus aplicaciones son infinitas. Como consejo extra, esta técnica funciona mucho mejor cuando le das un significado personal a los bloques. Si puedes relacionar los grupos con algo que sea relevante para ti, serán mucho más fáciles de recordar. Y recuerda: la memoria, al igual que otras capacidades innatas del ser humano, se deteriora si no la entrenas. ¡Así que pon a funcionar tu memoria siempre que puedas!