Son muchas las investigaciones que hablan de los múltiples beneficios que tienen el ejercicio físico y el deporte en nuestro bienestar y como afectan directamente a nuestra salud. En los últimos años estos estudios se están centrando en enfermedades específicas y se está viendo que los resultados son igual de satisfactorios que en los estados de salud generales.

Pocas son las personas que hoy en día dudan de las bondades de realizar ejercicio físico o entrenamiento deportivo con asiduidad para disfrutar de una buena salud. Los beneficios del cualquier tipo de deporte van desde el aspecto psíquico emocional hasta el de mejora en el movimiento y fuerza física. 

Todo ser humano realiza una actividad física a lo largo de su día. La actividad física es cualquier tipo de movimiento que se haga, como andar, levantarse de la cama, limpiar, peinarse o cualquier otro tipo de movimiento y fuerza necesarios para continuar con nuestras vidas.

Si bien esta actividad física es necesaria para mantenerse vivos, cuando esta actividad física pasa a ser algo estructurado, planificado y programado se convierte en ejercicio o entrenamiento, y si existen unas normas para realizas esto, estaremos hablando de hacer deporte. Y, cuando realizamos ejercicio o algún tipo de deporte los beneficios para nuestro cuerpo se multiplican exponencialmente hasta el punto de convertirse en algo medicinal. 

Po eso, para celebrar su 35 aniversario, la marca de dispositivos y relojes inteligentes Garmin ha querido celebrar un evento deportivo para la mujer, pensando en el impacto positivo que una práctica deportiva regular puede tener en su salud. Bajo el lema de ACTIVA Y CONECTA, la invitación en el aniversario de la marca es para todas las mujeres a prevenir el cáncer de mama a través del ejercicio físico.

El ejercicio físico regular, una herramienta fundamental

Durante el evento, celebrado en uno de los centros B3B Woman Studio de Madrid y previo al entrenamiento de bici, boxeo y ballet, la especialista en entrenamiento Esther Valera compartió su experiencia en la importancia del ejercicio físico para prevenir el cáncer y, sobre todo, en los procesos terapéuticos una vez la enfermedad ha sido diagnosticada.

Existen evidencias científicas que demuestran que el ejercicio, y no la simple actividad física de dar un paseo o realizar las actividades cotidianas, es muy importante en estos procesos. Desde el momento del diagnóstico hasta el alta total de un paciente entrenar resulta fundamental para superar con mayor facilidad esta patología. 

Según Esther, realizar ejercicio de mediana intensidad durante los procesos de tratamiento del cáncer facilita la función de la quimioterapia, pues hace que la llegada a las células enfermas del medicamento sea más rápida y efectiva, y se ha observado que "sienta mejor" al dar menos problemas asociados a este tratamiento. También se ha visto que las células Killer, linfocitos de nuestro sistema inmunitario encargados de defendernos ante un gran número de patógenos se activan gracias al ejercicio físico.

Recuperarse mejor gracias al ejercicio

Tras los tratamientos, el ejercicio se convierte en la herramienta perfecta de rehabilitación, si como en el cáncer de mama ha habido una eliminación de parte de los tejidos dañados. También en la eliminación de los residuos del tratamiento y la regeneración de todos nuestros órganos. Se observa una recuperación más rápida en aquellas personas que, durante todo el proceso de superación de la enfermedad, han estado realizando ejercicio.

Más allá de la prevención, el entrenamiento se convierte en parte del tratamiento para aquellas personas que apuestan por seguir activas y por un estado físico fuerte.

La forma de ver el ejercicio físico como un aliado en estos procesos nada tiene que ver con las recomendaciones que se han estado dando a los pacientes durante muchos años: reposo, tranquilidad y dar paseos. Esta nueva visión anima a los pacientes a entrenar con ejercicios de fuerza, impacto y movilidad. A su vez, los resultados de los estudios están animando a los propios médicos a recomendar este tipo de entrenamientos, aunque hoy en día no es lo más normal.

Moverse con ganas para estar más fuerte

Cada vez hay más mentes investigando sobre cómo podemos vivir más en armonía, fuertes y felices, y el ejercicio físico se revela como una maravillosa propuesta que puede ayudarnos enormemente a alcanzar un bienestar global y también facilitar la recuperación  de una enfermedad que aún nos sigue asustando y paralizando con un solo diagnóstico.

Ante la parálisis momentánea, la propuesta es moverse con muchas ganas. Como los oncólogos, cada vez son más los entrenadores que se están formando y especializando en deporte y cáncer para poder acompañar a las personas en estos procesos. Que tu entrenamiento sea tu medicina y que la enfermedad sea solo un reto superable ayudado por el sudor, la sensación de bienestar y la fuerza que nos da una buena dosis de ejercicio.