No todo el mundo está dispuesto a revisar sus relaciones familiares porque eso supone atravesar el dolor y enfrentarse a la realidad, pero en la mayoría de los casos, ahí es donde radica la base de nuestros problemas en la vida adulta, y solucionarlos nos puede dar una vida plena.

La familia no es perfecta, tiene sus luces y sombras. En ocasiones, las dinámicas pueden ser complicadas y la  falta de autoestima, la autoexigencia, la falta de confianza, los sentimientos de culpa, la vergüenza, el miedo o las dificultades para poner límites, por ejemplo, podrían tener el origen en este tipo de conflictos.

Sobre ello habla claro Karyl McBride, especialista en el tratamiento del trauma y los efectos del narcisismo en las relaciones familiares y de pareja. Esta terapeuta matrimonial y familiar desde hace más de 40 años ha escrito Familia tóxica. 5 pasos para sanar heridas del narcisismo parental (editorial Urano). Se trata de una guía práctica y útil con testimonios reales que han pasado por su consulta y que ayudan a comprender y sanar el dolor de haber crecido en una familia con padres con rasgos narcisistas, donde eran demasiado controladores y dramáticos, o por el contrario, demasiado despreocupados.

cómo son los padres narcisistas y por qué hacen daño

-¿Cuál es el primer paso para detectar que hemos convivido con una familia tóxica?
-Los pacientes suelen acudir a terapia con algún tipo de síntoma. Es posible que tengan problemas para relacionarse o signos de ansiedad, depresión o problemas para controlar sus sentimientos. Es posible que estén o no en contacto con el origen del malestar. Algunos ya tienen dificultades con miembros de sus familias y no entienden por qué.

-Hay muchos tipos de familias tóxicas, ¿todas tienen el mismo patrón? ¿Existe alguna familia que no lo sea?
-Ciertamente, no hay padres perfectos ni familias perfectas. El alcance de la disfunción puede variar de una familia a otra dependiendo de los problemas de salud mental de ese sistema familiar. Mi trabajo se centra en la dinámica de la familia narcisista, lo que significa que la familia está dirigida por uno o varios padres narcisistas.

-En el libro vemos las consecuencias de crecer en una familia disfuncional. ¿Cómo funciona una familia narcisista?
-Esta es una gran pregunta y se necesitaría un libro entero para explicarla. Algunas de las dinámicas más importantes son que nadie es tan importante como el padre narcisista, para él la imagen lo es todo. No es tanto cómo te sientes, sino cómo te ves. En estas familias, además, la comunicación es distorsionada y deshonesta. No se anima a los miembros de la familia a ser cercanos y a estar conectados emocionalmente, sino a compararse, a ser competitivos y envidiosos los unos de los otros.

En este sentido, los niños generalmente tienen falta de confianza en los demás miembros de la familia y en ellos mismos. Y los padres muestran falta de empatía e incapacidad para sintonizar con el bienestar emocional de sus propios hijos. En muchos casos, no muestran un sentido de responsabilidad personal, con constantes críticas y juicios hacia los demás. Hay celos en la familia hacia los niños y otros miembros de la familia. Y si hay un rechazo o desprecio por parte del padre narcisista, ese padre se vuelve vengativo.

Hay una profunda falta de coherencia y previsibilidad. El narcisista debe tener el control en todo momento.

-Por lo tanto, ¿qué rasgos se repiten en los padres y/o madres narcisistas? ¿Puede haber grados de narcisismo?
-El narcisismo se entiende mejor como un trastorno del espectro. Esto significa que hay un continuo que puede comenzar con unos pocos rasgos y desarrollarse hacia más y más rasgos y, finalmente, hasta un trastorno de personalidad narcisista en toda regla. Uno puede tener algunos rasgos y aun así provocar un daño devastador en sus hijos o parejas.

Las consecuencias de estas Heridas de infancia 

-¿El hecho de que un padre o una madre sea narcisista significa que uno de los hijos también desarrolle esta conducta de adulto? En ese caso, ¿puede un narcisista cambiar su comportamiento?
-Crecer con un padre narcisista no significa que uno se volverá narcisista. Algunos niños lo hacen, pero la mayoría de los que he tratado no. Muchas personas en esta situación aprenden que no quieren estar en este tipo de relaciones y aceptan la recuperación. Si un hijo adulto de un padre narcisista desarrolla algunos rasgos narcisistas y quiere abordarlos, el cambio es muy posible. Cuando vemos trastornos de personalidad en toda regla es cuando el cambio es menos probable o menos buscado.

-¿Cuáles son las principales heridas que provoca tener padres narcisistas?
-Aunque las heridas son inmensas y devastadoras, algunas de las más graves son el retraso en el desarrollo emocional, una confianza deteriorada, la separación/individuación suprimida, la autovaloración dañada y un trastorno de estrés postraumático complejo. Además, se produce una falta de sentido de uno mismo provocando un poderoso sentimiento de vacío.

-¿Qué les sucede a los hermanos en la familia narcisista? ¿Qué roles ocupa cada uno?
-A los hermanos de la familia narcisista no se les enseña a ser cercanos y estar conectados emocionalmente. A menudo se distancian cuando son adultos o simplemente no tienen relaciones cercanas. Parecen asumir los papeles de chivo expiatorio, niño de oro y niño perdido, y cada papel tiene sus propios desafíos. Algunos se convierten en facilitadores del padre narcisista.

Cómo se curan las heridas del narcisismo

-¿Qué medidas se deben tomar para curar una herida del narcisismo?
-He diseñado un programa de recuperación de 5 pasos para hijos adultos de padres narcisistas. Está probado y lo he usado con clientes durante años. Se necesita algo de trabajo y dedicación, pero vale la pena procesar el trauma y volver a criar al niño herido que llevamos dentro. El primer paso es aceptar que nuestro padre tiene un problema y no somos nosotros los culpables. Luego trabajar en procesar el trauma de la niñez, lo que implica llorar por el padre que nunca se tuvo; trabajar en la separación psicológica de los patrones disfuncionales de la familia y trabajar en convertirse en un individuo por separado. Además se ha de trabajar para construir un sentido propio de nosotros mismos y convertirnos en quién realmente somos.

Este trabajo implica volver a criar al niño herido que llevamos dentro, decidir cómo manejar a nuestro padre narcisista, incluido saber ponerle límites y tomar decisiones sobre el contacto que queremos mantener. Y lo mismo con el resto de la familia. Y, por último, trabajar para poner fin al legado de amor distorsionado en amistades, en relaciones amorosas, en nuestra paternidad y en uno mismo.

Aprender a ser padres empáticos

-¿Para sanar siempre hay que distanciarse física y emocionalmente de los padres narcisistas?
-Generalmente sí recomiendo una separación temporal al comienzo del tratamiento para que el paciente pueda trabajar en sí mismo sin desencadenantes. Pero hacer una verdadera separación/individuación no tiene nada que ver con la distancia geográfica. Es un trabajo interno y es un trabajo psicológico. Se trata de aprender a seguir siendo auténtico, ya sea estando con la familia o no. Lo importante es no sentirse obligado a ajustarse a los dictados de las reglas de familiares disfuncionales.

-¿Cuáles son las historias de éxito para usted?
Es emocionante ver a los pacientes avanzar a través de los cinco pasos y liberarse y desenredarse de la disfunción de sus familias narcisistas. En particular, me encanta trabajar con personas que quieren ser padres de una manera diferente y aprender a ser padres empáticos con sus propios hijos. Y aquellos pacientes que son capaces de desarrollar apegos más fuertes y seguros en sus relaciones amorosas. Yo lo llamo poner fin al legado del amor distorsionado. Se necesita coraje y trabajo, pero aquellos que realmente abrazan su recuperación se vuelven auténticos y encuentran paz en el proceso.