De norte a sur, y de este a oeste, no hay provincia de la geografía española que no esté repleta de pueblos y rincones perfectos para reconectar con la naturaleza y tomar distancia con el día y día. Ya sea en la montaña, en los ríos o cerca de la costa, el abanico de destinos es enorme, por no decir, infinito. Tanto es así, que la mayoría de las veces, no es necesario desplazarse demasiados kilómetros desde nuestro lugar de residencia.

En cualquier caso, siempre merece la pena recorrer largas distancias para conocer las joyas más alejadas. Uno de esos tesoros que lo tiene todo para cautivarte, es Rupit i Pruit. Vivir en este pueblo es como hacerlo dentro de un cuento, uno ambientado en la época medieval. Sin embargo, Rupit i Pruit existe, es de verdad, aunque cuando lo visitas por primera vez cuesta creer que no sea el escenario de una de esas maravillosas películas de fantasía.

Rupit, reconocimiento internacional

¿Dónde se encuentra este pueblo que nos ha conquistado? Como un tesoro escondido entre montañas, entre Vic y Olot, y a poco más de una hora de Barcelona, se ubica este municipio que desde 2022  forma parte de la red Best Tourism Villages de la ONU, que reconoce a 254 pueblos de todo el mundo que realizan una gestión eficaz del recurso turístico. Esta organización destaca cómo la comunidad ha impulsado el proyecto Collscacabra Futur, que ha generado oportunidades de trabajo, promovido una economía de ciclo corto y un impulso a la producción de alimentos orgánicos. Un motivo más para poner rumbo a Rupit el próximo fin de semana.

También la Agencia catalana de Turismo lo nombró "Pueblo con encanto". Este distintivo únicamente se otorga a municipios que presentan un atractivo o belleza especial, en su conjunto, que cautiva y enamora al visitante y que viene dado precisamente por la conjunción de aspectos y elementos arquitectónicos, urbanísticos, patrimoniales, medioambientales y turísticos.

para abrir boca

Tan bonito como el pueblo (o más) son los alrededores de Rupit. Nada más llegar, y antes de dar un paso por sus empedradas calles medievales, nos recibe un merendero al lado del río y un práctico parking para dejar el coche. Al alzar la vista te encuentras con una inmensa pared que nace de una roca, que posiblemente sea el origen de su nombre (rupes es roca en latín). En lo alto de esa montaña rocosa se asientan los restos de lo que fuera un castillo en el siglo X. Junto a él, se pueden ver varias masías desperdigadas que dan nombre a Pruit, la pequeña aldea que se anexionó al municipio de Rupit en 1977, hoy llamado Rupit i Pruit.

Un paseo por el pasado

Aunque hay muchas opciones, esperamos que te guste esta propuesta que da sus primeros paso en la calle Sant Joan Fàbregas, donde se ubica el punto de información turística. Lo más práctico es que comiences ahí tu visita. Ahí coge un mapa para aprovechar al máximo las horas que estés en Rupit. A pocos metros encontrarás una de las joyas de Rupit, el puente colgante. ¡Espectacular! Este atractivo turístico se construyó en 1945 para salvar el pueblo de la riera. No suele haber mucha gente para cruzarlo, pero como solo pueden pasar 10 personas a la vez, en verano es posible que tengas que esperar unos minutos para atravesarlo.

El puente colgante de Rupit

El puente colgante de Rupit conduce al interior del pueblo.

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El puente nos conduce al interior de pueblo, cuyas calles empedradas con sus casas con balcones adornados con macetas floridas no tienen desperdicio. Sus restaurantes y pastelerías con dulces típicos son parte del espectáculo. No puedes dejar pasar la visita sin probar sus quesos, longanizas y dulces.

Ahora, tienes varias horas por delante para empaparte de Rupit, sus calles, casas, plazas, iglesias... y en definitiva, de la atmósfera que lo envuelve. Desde su Plaza Mayor se pueden hacer varios recorridos, todos ellos inolvidables. Entre las muchas opciones que tienes por delante, quizá haya dos que no te puedes perder, la ermita de Santa Magdalena y el Salt de Sallent.

La ermita de Santa Magdalena, del siglo XVII, se encuentra encima de una roca en la riera de Rupit, y es el lugar ideal para parar un ratito a relajarse escuchando los sonidos que te rodean. Por otro lado, el Salt de Sallent es un sendero de más dificultad (no se recomienda a personas mayores o con movilidad reducida) porque discurre entre bosques con bajadas y subidas rocosas.

Salt de Sallent, en Rupit.

La cascada Salt de Sallent tiene un salto de 115 metros.

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Es la ruta que se suele escoger para bajar al salto de agua de Sallent siguiendo el curso de la riera. Se tarda aproximadamente una hora, y por el camino se puede disfrutar de los espectaculares bosques hasta llegar al salto de agua. Desde aquí la recompensa son unas magníficas vistas de todo Collsacabra.

Un cielo con premio

Además de las calles empedradas, puentes, iglesias y el entorno natural, otro de los grandes atractivos de Rupit es el cielo, especialmente, por la noche. En 2020 Rupit i Pruit recibió el distintivo ambiental que otorga la Generalitat de Cataluña de "Espacio con cielo nocturno de calidad", conocido también bajo las siglas ECNQ. Éste solo lo pueden obtener aquellos municipios donde existen unas buenas condiciones para disfrutar del medio natural nocturno y están comprometidos a desarrollar una actualización del alumbrado hacia un modelo de equilibrio ambiental: minimizar la contaminación lumínica y reducir el consumo energético.

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