A veces, no hace falta irse a las Maldivas para encontrar aguas turquesas o volar hasta el Gran Cañón para sentir la inmensidad de la naturaleza. En nuestra propia geografía encontramos enclaves que nos hacen viajar con la imaginación a otros continentes. Desde parajes que parecen sacados de la selva tropical hasta paisajes que recuerdan a Marte, la diversidad natural de España no tiene nada que envidiar a la de otros países.

Lo mejor de todo es que estos lugares son accesibles y perfectos para una escapada corta, sin gastar una fortuna. David García, creador de contenido especializado en viajes (@avionesenpapel.blog), ha realizado una selección de destinos que lo demuestra.  

1. Charco Azul de Chulilla (Valencia). Un paraíso caribeño en plena Comunidad Valenciana

A solo una hora de Valencia, en el pequeño pueblo de Chulilla, se esconde un rincón que parece sacado del Caribe. Se trata del Charco Azul, un lago de aguas turquesas rodeado de impresionantes paredes de roca caliza. Para llegar hasta él, hay una sencilla ruta de 25 minutos que parte desde el mismo pueblo y sigue el curso del río Turia.

El Charco Azul es perfecto para desconectar en plena naturaleza. Puedes darte un baño en sus aguas cristalinas, hacer un picnic en sus orillas o simplemente relajarte disfrutando del paisaje.

Además, Chulilla es un destino popular para la escalada, así que si te gustan las emociones fuertes, este es tu sitio. 

La bonita pasarela de madera que se adentraba en el agua fue destruida por la dana que arrasó Valencia en octubre de 2024, pero será reconstruida. 

2. Cárcavas de Patones (Madrid-Guadalajara). El valle de la muerte hispano

Cárcavas de Patones
Flickr. Verner187

Si alguna vez has soñado con caminar por un paisaje marciano, las Cárcavas de Patones te sorprenderán. Situadas entre Madrid y Guadalajara, estas formaciones geológicas rojizas recuerdan las formaciones rocosas del Parque Nacional del Valle de la Muerte, en Estados Unidos.

Se trata de un conjunto de barrancos y chimeneas esculpidos por la erosión a lo largo de miles de años. Para llegar a las Cárcavas, hay una ruta de senderismo de solo 2 kilómetros (unos 35 minutos) que parte desde el Pontón de la Oliva. Una vez allí, puedes explorar los diferentes miradores y disfrutar de la vista de este increíble paisaje desértico. Lleva calzado cómodo y agua, porque el sol pega fuerte.

3. Playa de la Canal (Asturias). Una playa asiática en la costa cantábrica

En Asturias, entre acantilados y verdes montañas, se esconde una de las playas más desconocidas y especiales de España: la Playa de la Canal. Se encuentra en un estrecho cañón que desemboca directamente en el mar, creando una estampa que recuerda a playas del sudeste asiático. Lo mejor de todo es que este rincón sigue siendo un secreto para muchos viajeros.

Para llegar a la Playa de la Canal, puedes caminar desde el pueblo de Villanueva por un sendero sencillo y bien señalizado. Una vez allí, te encontrarás con una cala de arena dorada y aguas cristalinas, perfecta para un baño refrescante. 

4. Monasterio de Piedra (Zaragoza). Un bosque encantado con cascadas de otro mundo

En el corazón de Aragón, el Monasterio de Piedra es un oasis de naturaleza que parece sacado de una película de fantasía. Este parque natural es famoso por sus cascadas gigantes, lagos cristalinos y grutas escondidas.

El recorrido por el Monasterio de Piedra es una experiencia mágica. Puedes pasear por senderos rodeados de vegetación, atravesar puentes de madera y maravillarte con la impresionante Cascada Cola de Caballo, de más de 50 metros de altura.

Además, puedes visitar el antiguo monasterio cisterciense del siglo XII. Es un plan perfecto para una escapada en Semana Santa, ya que combina naturaleza, historia y tranquilidad en un solo lugar.

5. Masca (Tenerife). El Machu Picchu español

Masca en Tenerife
iStock Photo

A menudo se compara Masca con el Machu Picchu, pero este enclave no es ningún segundo plato: es único e incomparable.

El caserío de Masca en Tenerife, escondido entre profundos barrancos y rodeado de montañas, es uno de los lugares más espectaculares de Canarias. Sus vistas panorámicas y su ubicación aislada hacen que parezca un enclave sagrado perdido en el tiempo.

Desde Masca, puedes hacer una de las rutas de senderismo más bonitas de España: el descenso del Barranco de Masca. Este sendero serpentea entre acantilados hasta llegar al mar, donde te espera una pequeña cala de aguas cristalinas.

Si prefieres algo más relajado, simplemente pasear por el pueblo ya es un espectáculo en sí mismo. Masca es un destino perfecto para los amantes de la aventura y la naturaleza. 

 

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