Enero, con sus frías temperaturas que transforman el paisaje y le dan un encantador aspecto invernal, es el mes perfecto para visitar alguno de los maravillosos pueblos que llenan la geografía española. 

El más bonito para visitar este mes, de acuerdo con National Geographic, destaca por el original diseño geométrico que llena las fachadas de su casco urbano, por sus tradiciones centenarias y por ser la puerta de entrada al espectacular Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia

La Alberca, un pueblo con una arquitectura singular

 Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en La Alberca
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Situado a unos 80 kilómetros al suroeste de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León, este pintoresco pueblo cuenta con el honor de ser el primer municipio español declarado Conjunto Histórico-Artístico hace cerca de 85 años, en 1940. 

Hablamos de La Alberca, un municipio de cerca de 1.100 habitantes que recibe al año miles de visitantes gracias a la belleza de sus calles y monumentos, su riqueza cultural y su espectacular entorno natural

El encanto de este municipio reside en gran parte en su arquitectura tradicional, mezcla de influencias cristianas, islámicas y judías, que está muy bien conservada. Las casas del caso antiguo, construidas con materiales como piedra, madera y arcilla, lucen patrones geométricos en la fachada y sus balcones de madera tallada suelen adornarse con coloridas flores.

Lo mejor para disfrutar de La Alberca es, sin duda, perderse por las calles adoquinadas, estrechas y sinuosas, del centro histórico, que ofrecen al visitante una mirada al pasado. En el corazón del pueblo se encuentra la Plaza Mayor, donde se ubican el Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que alberga un impresionante retablo mayor y un órgano barroco. En el centro de la plaza destaca una cruz de granito del siglo XVIII.

Tradiciones sorprendentes

La Alberca
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Otro de los atractivos de La Alberca son sus ricas tradiciones, que se han conservado durante siglos. Entre ellas, una de las más curiosas es la del Marrano de San Antón, un cerdo que deambula libremente por las calles del pueblo alimentado y cuidado por los lugareños desde el 13 de junio (San Antonio) hasta la festividad de San Antón, el 17 de enero, cuando se subasta. Junto a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción hay una estatua en honor a este marrano tan celebre.  

Otra tradición centenaria de La Alberca, que recuerda tiempos en la que nuestra relación con la muerte era más cercana, es la de la Moza de las Ánimas. Una mujer conocida por este nombre camina por las calles al anochecer todos los días del año y reza por las almas del purgatorio en las principales esquinas del pueblo, independientemente de las condiciones climáticas. La Moza, que lleva una pequeña campana (esquila) y una vela o farol, va acompañada de otras dos mujeres, todas vestidas de negro.

El Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia

Parque Natural de Las Batuecas
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La Alberca está enclavada en un entorno natural privilegiado, dentro de la Sierra de Francia, rodeada de montañas, bosques y llanuras que contrastan con los profundos cañones de los ríos.

Esta región forma parte del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, un área natural protegida y designada reserva de la biosfera por la UNESCO de unas 32.300 hectáreas, con un rico ecosistema y una biodiversidad excepcional ideal para los amantes del senderismo. 

El parque ofrece numerosas rutas que permiten explorar la belleza natural de la zona, desde el espectacular pico de la Peña de Francia, que con sus 1.723 m domina el conjunto de la comarca, hasta los valles y arroyos que caracterizan este entorno natural con una gran variedad de vegetación, que incluye ecosistemas mediterráneos y atlánticos

En las zonas más altas, abunda la vegetación de matorrales, como el piorno y el erizón, mientras que al descender se encuentran frondosos bosques de abedules, rebollos y otras especies de robles. En las zonas más bajas se puede ver un paisaje más mediterráneo con abundantes encinas, vides, cerezos y castaños. En conjunto, toda esta diversidad botánica crea un espectacular tapiz natural en constante cambio.

El parque alberga más de 200 especies de vertebrados, con animales que forman parte de la fauna española como ciervos, zorros, jabalíes y el esquivo lince ibérico, y una gran variedad de aves (buitres negros, águilas reales, halcón peregrino, alimoche, búho real…).