España cuenta con parajes únicos y compartir su contemplación con los seres queridos puede ser una experiencia inolvidable. También son enclaves donde recibir el año nuevo de una manera única, disfrutando de la naturaleza, el aire limpio, la tranquilidad y la maravillosa luz del invierno.
La revista Viajes National Geographic ha elegido siete destinos incomparables donde el invierno luce de manera excepcional.
Los Lagos de Covadonga
Son mucho más visitados en verano y primavera, pero en invierno su aspecto es aún más impresionante, si cabe. Situados en el Parque Nacional de los Picos de Europa, ofrecen un paisaje onírico que combina montañas imponentes, verdes praderas y aguas cristalinas.
El conjunto está formado por tres lagos principales: Enol, Ercina y el menos conocido Bricial, que solo aparece en época de deshielo. El lago Enol es el más grande y el primero que se encuentra al ascender, odeada de montañas escarpadas. Sus aguas reflejan el cielo y el paisaje circundante, creando una postal natural inolvidable.
El lago Ercina, más pequeño, pero igualmente impresionante, está rodeado de praderas verdes donde pastan vacas y ovejas, lo que añade un toque bucólico al lugar.
Los senderos bien señalizados permiten explorar montañas y valles llenos de flora y fauna autóctona. Es común avistar rebecos, águilas reales y buitres leonados, además de disfrutar de una rica variedad de flores silvestres.
Otro atractivo destacado es la cercanía al Santuario de Covadonga, un lugar de gran relevancia histórica y espiritual.
El Valle de Ordesa
Situado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca, el Valle de Ordesa es de las escapadas imprescindibles para los amantes de la naturaleza en cualquier época del año, pero en invierno ofrece un espectáculo natural único. Su paisaje nevado y su atmósfera serena lo convierten en uno de los destinos más impresionantes para los amantes de la naturaleza y el senderismo en esta estación del año.
Uno de los principales atractivos invernales es la magnífica cascada de Cola de Caballo. El camino para llegar a ella atraviesa bosques de hayas y abetos cubiertos de nieve, ofreciendo un entorno mágico y fotogénico.
El río Arazas, que recorre el valle, se viste de invierno con partes parcialmente congeladas y rodeado de una vegetación cubierta de escarcha.
Los amantes de la montaña pueden disfrutar de rutas de senderismo adaptadas para el invierno, como la Senda de los Cazadores, que ofrece vistas panorámicas inolvidables del valle y las montañas circundantes. También es posible practicar deportes como el esquí de travesía y las caminatas con raquetas de nieve.
La fauna también es protagonista en esta época. Puedes avistar sarrios, quebrantahuesos y águilas reales, adaptados a las duras condiciones invernales. La tranquilidad y el silencio del valle permiten disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
El Arboretum Masjoan
El Arboretum Masjoan, ubicado en el municipio de Espinelves, en la zona boscosa del Montseny-Guilleries en la provincia de Girona, alberga una colección impresionante de árboles monumentales y especies botánicas. En invierno, el arboreto se transforma en un escenario mágico. La niebla que suele cubrir sus senderos añade un aura misteriosa, mientras que la escarcha decora hojas y troncos, creando un paisaje de cuento.
Uno de los mayores atractivos es la variedad de coníferas gigantes, algunas de las cuales están catalogadas como árboles monumentales por su longevidad y tamaño: algunos alcanzan los 50 metros de altura. Muchos de ellos fueron plantados entre los años 1860 y 1910 por el botánico Marià Masferrer, que deseaba observar la adaptación de especies foráneas al clima del Montseny.
Destacan especialmente los abetos de Douglas y los cedros del Atlas, que alcanzan alturas impresionantes. El contraste con los árboles caducifolios, cuyos troncos desnudos destacan entre la vegetación perenne, genera una paleta de colores invernales única.
Los senderos bien señalizados permiten explorar el arboreto con facilidad. Durante el recorrido, es posible descubrir pequeños arroyos y estanques que reflejan los paisajes invernales. La tranquilidad del entorno, interrumpida solo por el canto de algunas aves, resulta ideal para practicar un baño de bosque, que produce grandes beneficios para el cuerpo y la mente.
Montañas del Fuego
Las Montañas de Fuego, situadas en el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, ofrecen una experiencia inigualable durante el invierno. Este paisaje volcánico, forjado por erupciones entre 1730 y 1736, se convierte en un espectáculo visual que destaca por su tranquilidad y belleza.
Uno de los principales atractivos es la Ruta de los Volcanes.
Durante el trayecto, los visitantes pueden contemplar la inmensidad de los paisajes de lava y los impresionantes conos volcánicos. La luz invernal acentúa los contrastes de los tonos ocres, rojos y negros, lo que hace que las vistas sean especialmente cautivadoras.
Otra experiencia única es la visita al Islote de Hilario, donde se pueden presenciar demostraciones geotérmicas. Allí se encuentra el restaurante El Diablo, diseñado por el artista César Manrique, donde se cocinan carnes y pescados con el calor geotérmico del volcán mientras los comensales disfrutan de vistas panorámicas.
Alpujarra granadina
La Alpujarra granadina, ubicada en las faldas de Sierra Nevada, ofrece en invierno un impresionante espectáculo natural que combina paisajes de alta montaña nevados, rutas de senderismo y pueblos blancos, como Pampaneira, Bubión y Capileira.
Las lagunas de origen glaciar cerca del Mulhacén son una de las joyas naturales de la región. En invierno, las lagunas suelen estar parcialmente congeladas, creando un entorno mágico e ideal para los aventureros.
Las Médulas
Las Médulas, en la comarca de El Bierzo (León), es un paraje natural de impresionante belleza, especialmente en invierno, cuando la humedad resalta los tonos rojizos de sus formaciones geológicas.
Este sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue antiguamente la mayor mina de oro a cielo abierto del Imperio Romano. La Senda de las Valiñas es una ruta circular de unos 3 km que permite recorrer el corazón del paisaje de Las Médulas. Este sendero atraviesa bosques de castaños y robles, y pasa por puntos emblemáticos como la La Cuevona y la Cueva Encantada.
El Mirador de Orellán ofrece una de las vistas panorámicas más impresionantes del paraje, con una perspectiva única de los pináculos rojizos que contrastan con la vegetación invernal.
El Lago de Carucedo, formado tras el taponamiento de los ríos durante la actividad minera romana, es otro atractivo imprescindible. En invierno, la tranquilidad de sus aguas refleja los colores intensos del entorno natural, creando una estampa de gran belleza visual.
Termas A Chavasqueira
Nada más reconfortante en pleno invierno que disfrutar de un baño termal. En Europa, la provincia de Ourense es el segundo territorio con más recursos termales, con más de 70 surgencias, incluidas algunas en la misma capital, como A Chavasqueira. Este conjunto termal destaca por su entorno natural y sus aguas de propiedades mineromedicinales, ideales para relajarse y disfrutar de los beneficios de la hidroterapia.
Las aguas termales de Chavasqueira emergen a una temperatura aproximada de 63 ºC y se enfrían hasta los 43 ºC para el baño. Estas aguas son bicarbonatadas, fluoradas y sulfuradas, y están indicadas para tratar dolores articulares, afecciones cutáneas y otras dolencias crónicas. El acceso a las termas públicas es gratuito, lo que las convierte en una opción muy popular tanto para turistas como para residentes locales.
En invierno, el contraste entre la temperatura exterior y la calidez de las aguas hace que la experiencia sea aún más especial. Tomar un baño termal bajo el cielo invernal o la luz de la luna se convierte en un momento de relajación única y una experiencia inolvidable para los visitantes.
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