Los miedos nocturnos en la infancia son algo completamente normal. En un estudio llevado a cabo en la Universidad Miguel Hernández de Elche, Alicante, publicado en la Revista de psicopatología y psicología clínica, un grupo de investigación de la infancia concluyó que estos terrores son parte del desarrollo evolutivo del niño y están relacionados con su percepción de juicios, el miedo a la pérdida o la separación de la familia o estímulos reales.
Los cuentos son una herramienta que puede ayudar a los niños a calmar sus miedos y dormir relajados. Por eso, a continuación te dejamos algunos minicuentos o cuentos cortos para dormir que tratan esos miedos nocturnos.
5 cuentos cortos infantiles para dormir sin miedo
MICROCUENTO PARA NIÑOS "La linterna del monstruo miedoso"
Héctor tiene miedo a la oscuridad. Todas las noches, cuando su mamá o su papá le dicen que es hora de dormir, hace cualquier cosa por no meterse en su habitación, porque no quiere estar a oscuras ni solo. Menos mal que tiene su linterna para iluminar la habitación.
Una noche, un llanto despertó a Héctor. Al principio pensaba que serían sus padres, pero se oía muy fuerte y rápidamente encendió su linterna y se tapó con la sábana. Tenía mucho miedo, así que cerró los ojos con fuerza. Sin embargo, a los pocos segundos, ese llanto cesó. Y Héctor tenía curiosidad.
Abrió un poquito los ojos y vio que, por fuera de la sábana, había una sombra muy rara. ¿Era mamá o papá?
Separó un poquito la sábana y vio que delante de él había un monstruo verde de grandes ojos, con lágrimas, y sonriéndole le dijo "gracias".
Héctor le preguntó por qué, y el pequeño monstruo le dijo que también tenía miedo a la oscuridad. Y que había llegado allí y estaba demasiado oscuro y no podía volver a casa.
El pequeño miró su linterna y se la ofreció al monstruo para que iluminara toda la habitación y viera que allí solo había juguetes, ropa y libros. Más tranquilos los dos, el pequeño monstruo le enseñó por dónde había entrado y ambos se despidieron hasta la noche siguiente, donde los dos iban a vencer a su miedo a la oscuridad.
MICROCUENTO PARA NIÑOS "La manta de las estrellas"
Érase una vez una pequeña niña llamada Claudia, que le tenía mucho miedo a la oscuridad y a los ruidos raros que escuchaba por la noche.
Un día, cuando llegó a su habitación, vio que tenía una manta bordada con muchas estrellas. Su abuela se la había hecho con sus manos. Pero también le dijo que era una manta mágica. Aunque no sabía por qué.
Ella se metió en la cama y rogó a su mamá que no apagara la luz hasta que se quedara dormida.
Horas después, un murmullo la despertó. Sin abrir los ojos, para no ver que estaba a oscuras, escuchó pequeñas vocecitas que decían que tenían que brillar más para que no tuviera miedo.
Con mucha curiosidad, abrió los ojos y vio que todas las estrellas de la manta de su abuela estaban brillando e iluminaban la habitación lo suficiente como para que no le diera miedo. Empezó a hablar con las estrellas y le confesaron que estaban allí para protegerla de la oscuridad y que así no tuviera miedo.
Así, cada noche Claudia se iba a la cama contenta porque sabía que tenía una manta llena de estrellas que la protegían y con la que se sentía segura.
MICROCUENTO PARA NIÑOS "La gatita que atrapaba las pesadillas"
Simón tenía miedo a dormirse. Cada vez que lo hacía soñaba cosas feas y cuando se despertaba lloraba y gritaba hasta que su papá aparecía. No podía evitarlo.
Por eso, todas las noches probaba algo nuevo para dormir sin pesadillas: irse a la cama con un peluche, dejar la luz encendida, tomarse un vaso de leche, meditar...
Pero daba igual. Una pesadilla llegaba, lo asustaba, y luego no podía volver a dormirse.
Un día, su papá llegó a recogerlo al colegio con una sorpresa: una preciosa gata carey.
Esa noche, el papá de Simón dejó que la gatita durmiera en la cama con él. Horas después, Simón empezó a moverse mucho en la cama y a gemir. La gata, que estaba a sus pies, se acercó hasta la oreja del niño y empezó a darle con su patita haciendo que, de su interior, saliera un lazo rojo. Lo agarró con la boca y tiró con fuerza hasta que lo sacó por completo.
En ese momento, Simón dejó de moverse y continuó durmiendo. Mientras, la gatita empezó a arañar ese lazo hasta que no quedó nada de él.
Por la mañana, el papá de Simón llegó a la habitación algo sorprendido porque su hijo seguía durmiendo. Lo despertó y, cuando abrió los ojos, no se podía creer que hubiera dormido toda la noche sin una pesadilla. Miró a la gata dormida en una esquina de la cama y le dijo: "Eres mi gatita antipesadillas".
Desde entonces, Simón dejó de tener pesadillas porque su gata de encargaba de ellas para que pudiera descansar tranquilo.
MICROCUENTO PARA NIÑOS "Susurrín, el protector de la casa"
Había una vez una niña pequeña llamada Clara que tenía miedo a la noche porque, cuando se despertaba, escuchaba ruidos extraños en su casa y eso la asustaba. Sus padres le decían que no pasaba nada, que era algo normal, pero ella no dejaba de escucharlos y de tener miedo.
Una noche, Clara se despertó y empezó a oír ruiditos raros desde su cama. Uno de ellos la asustó mucho, pero se armó de valor y se levantó de la cama. Cogió su linterna y decidió que tenía que averiguar quién hacía esos ruidos. Así que salió de su habitación.
Mientras avanzaba por el pasillo, iba iluminando los muebles y los objetos que ella conocía. Pero en un momento se fijó que había un hombrecito muy pequeño al lado de la foto de la familia y se asustó.
El hombrecito le pidió que no hiciera ruido, que tenía que acabar su trabajo. Clara se quedó extrañada, ¿cuál era su trabajo? Entonces, le contó que él era Susurrín y que aparecía todas las noches en su casa para asegurarse de que todo estuviera en su lugar. Además, de vez en cuando daba vida a los muebles o a los objetos para que pudieran estirarse y moverse un poquito, de ahí los ruidos que escuchaba a veces.
Clara pasó un rato con Susurrín y vio cómo dio vida a la figurita favorita de su mamá. Esta se sacudió produciendo un ruido y luego se estiró haciendo que crujiera todo su cuerpo. ¡De ahí salían los ruidos que escuchaba!
Ya más tranquila, decidió volver a su cama. Y desde esa noche, cada vez que oía un ruido sabía que era Susurrín que estaba ordenando la casa y haciendo que los objetos cobraran vida.
MICROCUENTO PARA NIÑOS "El guardián protector"
Había una vez un niño llamado Antonio que tenía miedo a quedarse solo en su habitación de noche. Casi siempre acababa yéndose a la cama con sus padres. Pero ellos le intentaban convencer de que no pasaba nada y que era valiente para dormir solo en su cama.
Por eso, cuando se despertaba por la noche, intentaba aguantar lo que podía antes de salir corriendo hacia el dormitorio de ellos.
Una noche, Antonio se despertó y empezó a ver sombras raras y a oír ruidos que lo asustaban. Pero quería ser valiente y demostrar a sus papás que se estaba haciendo mayor. Así que se tapó con la sábana intentando controlar su miedo. Sin embargo, una luz en su mesita hizo que sacara su cabecita.
Delante de él había un caballero de armadura brillante. Este le dijo que era su guardián y que lo había convocado para no sentirse solo. Él era el encargado de protegerlo mientras dormía y asegurarse de que se sintiera acompañado.
Antonio estaba intrigado, quería saber mucho más, así que se quedó un ratito hablando con él y descubrió que todos los niños tienen un guardián que los protege cuando se quedan solos y tienen miedo. Gracias a ese guardián, pudo volverse a dormir mientras miraba el brillo de la armadura y, desde esa noche, Antonio llamaba a su guardián cuando se sentía solo, hablaba un ratito con él, y seguía durmiendo tranquilo porque sabía que, incluso en la oscuridad más negra, tenía a alguien que cuidaba de él.