Cada vez con más frecuencia oímos hablar de si hay Luna rosa, Luna roja, Luna negra o Luna azul. Esta misma noche, sin ir más lejos, podremos disfrutar de la Luna llena de abril, a la que en los medios nos referimos como Luna rosa.
Es cierto que la Luna muestra pequeñas variaciones de color y puede presentar una tonalidad ligeramente diferente en algunos momentos del año, a veces algo rosadas o rojizas, a veces azuladas, pero también, y sobre todo, amarillentas o cobrizas, e incluso puede oscurecerse muy tímidamente en algunos momentos del ciclo lunar. Sin embargo, una cosa son los colores de la Luna, esos colores que desde la Tierra apreciamos en su superficie, y otras los nombres de colores por los que conocemos a la Luna llena en diferentes momentos. No siempre coinciden, o casi nunca.
¿De qué color es la Luna?
Si fuéramos a la Luna seguramente veríamos que su color es grisáceo, el color de una roca polvorienta compuesta por minerales como magnesio, hierro, titanio o feldespato. Desde la Tierra también vemos ese color grisáceo gracias a la luz reflejada del Sol, que tiene que viajar miles de kilómetros para que nosotros podamos contemplar la Luna.
Ese color grisáceo visto desde la Tierra, a veces casi blanco por la intensidad de la luz solar que se refleja, puede presentar pequeñas variaciones, y estss se producen por varios factores.
Por un lado, podemos apreciar zonas más oscuras o más claras en función de su estructura y también más amarillentas o más azuladas según su composición mineral. Así, hay zonas que se ven un poco más amarillas es por la elevada concentración de hierro en la roca, mientras que otras se ven más azuladas por la mayor presencia de titanio. Esto es a menudo difícil de apreciar a simple vista, pero en las fotografías que se hacen para estudiarla se pueden potenciar esas variaciones y hacerlas más evidentes.
Los otros colores de la luna que vemos
Sin embargo, la tonalidad de la Luna también puede variar en función de lo que la luz reflejada del Sol, en su viaje hacia la Tierra, se encuentre en la atmósfera terrestre. Los millones de partículas suspendidas en el aire harán que parte de esa luz se disperse y a nosotros nos lleguen más unas longitudes de onda u otras. Cuanto más baja esté la Luna en el horizonte, más cantidad de atmósfera tendrá que atravesar la luz para llegar a nuestra retina, así que más podría cambiar el color. Por eso a veces la vemos un poco más anaranjada cuando está cerca de la línea del horizonte, o algo más rosada al atardecer, cuando el cielo, por el mismo motivo, también se tiñe de rosa.
Esto lo vemos más cuando es Luna llena, porque es el momento del ciclo lunar en que la vemos aparecer por el horizonte a la hora del atardecer y por el hecho de que toda su superficie esté iluminada.
Los colores de la Luna que no vemos
Hay otros fenómenos que pueden influir en esas variaciones de tonalidad de la superficie lunar, pero esas variaciones no tienen nada que ver con los otros colores: los colores de los nombres de la Luna, que son los que no vemos. ¿Y por qué de pronto a una Luna se la llama Luna rosa, Luna roja, Luna azul o Luna negra?
Todas las culturas, a lo largo de los siglos, han vivido en mayor conexión con la naturaleza y el cosmos de lo que solemos ahora. La Luna servía para orientarse temporalmente, para guiar la actividad humana, y esa importancia se refleja en el lenguaje. Muchas culturas acabaron dando un nombre diferente a cada Luna del mes, relacionado con lo que sucede en la naturaleza en ese momento del año, o con las actividades humanas más representativas de cada temporada. Los nombres más populares son los que recoge la tradición de los pueblos nativos norteamericanos en The Old Farmer's Almanac, pero también los celtas dieron nombres a las diferentes lunas, y los aborígenes australianos o los chinos.
En otros casos, los colores se han utilizado por otro tipo de asociaciones para describir fenómenos astronómicos de una forma popular, no técnica, que ha cuajado en los medios de comunicación y que ha contribuido a hacer más cercanos unos fenómenos en los que, de lo contrario, quizá hoy en día no repararíamos.
Así que vamos a poner un poco de orden y a ver qué es cada cosa. ¿Qué es una Luna azul o roja realmente? ¿Puede verse la Luna roja o azul? ¿O qué es una Luna rosa? ¿Tiene algo que ver con que la Luna se vea rosa? ¿Y la misteriosa Luna negra? ¿Tiene algo que ver con la Luna nueva o, si anunciamos que viene Luna negra, será otra cosa?
Empecemos por la rosa, ya que la tenemos encima.
Luna rosa: qué es y cuándo se produce
A veces la Luna se puede ver rosada, por efecto de la dispersión de la luz solar al atravesar la atmósfera, pero eso no tiene nada que ver con lo que popularmente se conoce como Luna rosa, o al menos cuando se utiliza este término para referirse a la Luna llena del mes de abril.
El nombre de Luna rosa para la Luna llena de abril viene de la tradición nativa norteamericana. En esta época la flor de un musgo, el musgo flox (Phlox subulata), forma mantos rosados sobre la tierra. Esa floración, que identifica una época del año, pudo inspirarlos para llamar así a la Luna de abril. No todos los nativos norteamericanos la llamaron así; otros se fijaron en otros fenómenos de la naturaleza de su alrededor en esta época a la hora de dar un nombre a la Luna de este mes, como la Luna en que vuelven los patos, la Luna rompehielos o, de nuevo recurriendo al color, la Luna de la hierba roja.
Curiosamente en China a la Luna de abril se la conoce como Luna de peonía, una flor que también es de color rosa.
Tampoco en junio, cuando a la Luna la llamamos Luna de fresa, tenemos por qué ver a la Luna de color rosa, aunque la teoría dice que ese nombre podría deberse al color de los atardeceres a principios de verano y ese evocador nombre lo sugiera.
¿Cuándo habrá luna rosa?
Esta noche del martes 23 al miércoles 24 de abril tendremos a la Luna en plenilunio, así que podremos disfrutar de esa Luna "rosa". Seguiremos viéndola la noche del 24. En 2025 la Luna rosa llega más un poco antes, el día 13 de abril.
Luna azul: qué es y cada cuánto tiene lugar
"Luna azul" es uno de esos términos que se han popularizado para describir un hecho que guarda más relación con cómo tenemos organizado el calendario que con los fenómenos astronómicos que tanto nos maravillan por cambiar el aspecto del cielo. Desde luego, lo de "luna azul" llama mucho la atención, porque al no ser en un mes concreto, cuando llega, parece que nos sorprenda y vaya a ser algo muy espectacular. Y curioso lo es, pero espectacular, según los ojos con los que se mire.
Normalmente se utiliza la expresión "Luna azul" para referirse a la segunda Luna llena que se produce dentro de un mismo mes. Al durar alrededor de 29,5 días cada ciclo lunar, cuando una Luna llena cae muy a principios de mes, puede dar tiempo a que se produzca una segunda. Esto ocurre cada dos años y medio aproximadamente. El color de la Luna llena cuando esto sucede no tiene absolutamente nada que ver.
También se puede utilizar el término "Luna azul" para referirse a la tercera Luna llena de una estación en la que llegan a producirse cuatro lunas llenas. En ese caso se suele hablar de "Luna azul estacional".
El origen del nombre no está claro, pero se cree que podría venir de significado de blue en inglés medieval (entonces belewe), que significaba "traicionar". La Luna azul sería esa Luna traicionera que no te esperas. Pero no es la única teoría y hay quien apunta a que podría venir de la expresión, también anglosajona, Once every blue moon (algo así como "de uvas a peras").
¿Cuándo habrá luna azul?
La última Luna azul se produjo en agosto de 2023, así que para las siguientes habrá que esperar. La primera llegará en mayo de 2026, y luego tendremos dos seguidas en 2029, en enero y en marzo.
Luna roja o Luna de sangre, la más esperada
Esta Luna es la única en la que el nombre describe algo que podemos apreciar al mirar la Luna, aunque exagerándolo. Se habla de Luna roja, o incluso de Luna de sangre, para referirse a cómo se ve la Luna llena durante un eclipse lunar total.
¿La Luna se pone roja? No exactamente, aunque sí adquiere un tono rojizo más o menos pronunciado según las condiciones atmosféricas. Esto sucede porque cuando la Tierra bloquea con su sombra la luz solar que se posa sobre la Luna, la Luna no desaparece completamente de nuestra vista sino que empieza a reflejar la luz que se escapa de la atmósfera terrestre. Esa luz residual está formada sobre todo por luces de onda larga, de color rojo o anaranjado.
Solo vemos esa "Luna roja" durante un eclipse lunar total, y los eclipses lunares totales siempre tienen lugar en Luna llena, de ahí lo mágico que puede parecer que la Luna llena de pronto se tiña de otro color.
¿Cuándo se producirá la siguiente Luna roja o Luna de sangre?
El siguiente tendrá lugar con el eclipse lunar total del 25 de marzo de 2025, aunque en España no se verá en su fase de totalidad. De todas formas, para ver una Luna roja o Luna de sangre en España no habrá que esperar mucho más: ese mismo año, el 7 de septiembre de 2025, otro eclipse lunar total podría dejarnos disfrutar de esa luna más rojiza.
Luna negra, la más misteriosa
Es quizá la menos conocida, pero visto el creciente interés que despierta la Luna seguro que pronto oiremos hablar más de ella. Tampoco hace referencia a ningún fenómeno astronómico extraordinario, sino que guarda relación con los ciclos lunares y, al igual que la Luna azul, con cómo tenemos organizado el calendario. Además, al ser un nombre popular, se utiliza a veces para describir diferentes cosas.
Lo más habitual es que se hable de Luna negra para referirse a la segunda Luna nueva de un mismo mes. La lógica es la misma que para la Luna azul: al durar el ciclo lunar unos 29,5 días, si la Luna nueva cae muy a principios de mes hay tiempo para una segunda. También en su caso se puede hablar de "Luna negra estacional", si en una misma estación del año llegan a producirse cuatro Lunas nuevas.
A veces se utiliza el término Luna negra para referirse simplemente a la Luna nueva, y así es como se representa en la mayoría de los calendarios lunares: como una luna negra.
¿Cuándo se producirá la siguiente Luna negra?
La siguiente Luna negra entendida como la segunda Luna nueva de un mismo mes se producirá el 30 de diciembre de 2024.