Las personas que tienen demasiada grasa abdominal viven con un mayor riesgo de ataque cardíaco y enfermedad cardiovascular. El riesgo es hasta un 20 por ciento más alto que para las personas cuya grasa no se encuentra principalmente en el estómago, sino que se distribuye por todo el cuerpo.

Incluso las personas con un índice de masa corporal normal, que no se consideran con sobrepeso, pero que tienen grasa abdominal en forma del llamado "salvavidas", tienen el doble de riesgo de muerte y una menor esperanza de vida, que las personas con sobrepeso que tienen una distribución más favorable de la grasa.

Por qué la grasa abdominal es tan peligrosa

La grasa del vientre también se llama grasa visceral. Es muy peligrosa porque también rodea los órganos internos, promueve los procesos inflamatorios crónicos, que son una causa importante de casi todas las enfermedades, y puede contribuir a los trastornos metabólicos.

La mayoría de los afectados padecen resistencia a la insulina y niveles altos de azúcar en sangre (o ya padecen diabetes tipo 2), además de un aumento de los niveles de lípidos en sangre y, por lo tanto, de un mayor riesgo general de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión arterial y arteriosclerosis.

Sin embargo, la grasa del vientre puede reducirse con un cambio en la dieta combinado con ejercicio.Un estudio publicado en BMC Public Health mostró que un cambio en la dieta llevó a una pérdida de peso del 6.1 por ciento en el transcurso de cuatro meses. Junto con el ejercicio, el peso se redujo un poco más, un 6,9 por ciento.

La grasa del vientre disminuyó en un 12 por ciento en el grupo que solo modificó su nutrición y en un 14,6 por ciento en el grupo que además hizo ejercicio.

Remedios naturales que reducen la grasa abdominal

Además del ejercicio (especialmente el entrenamiento con pesas) y una dieta saludable, se pueden consumir ciertos alimentos y suplementos que han demostrado ser eficaces para reducir la grasa abdominal. Estos son los 5 alimentos que destruyen la grasa abdominal y la infusión que te ayudará a mantener los resultados:

Además de tener en cuenta los alimentos, es importante hacer ejercicios para reducir la grasa abdominal. Es importante hacerlos correctamente para evitar lesiones lumbares, cervicales, del perineo y de la pared del vientre.

Y, además, para que ayuden a meter el vientre y no consigan el efecto contrario, que es lo que ocurre cuando se flexiona el tronco hacia delante en un abdominal mal hecho o cuando se bloquea la glotis en un ejercicio intenso.

Mitos sobre los abdominales: ¿verdad o mentira?

Circulan muchos mitos sobre los abdominales.

  • Lo cierto es que su sola fuerza resulta insuficiente para obtener un "vientre plano". Que salga tripa puede tener relación con multitud de factores.
  • Algunos ejercicios abdominales, además, estrechan la cintura pero no aplanan el vientre, porque se centran en trabajar los oblicuos.
  • Por otra parte, unos abdominales constantemente contraídos (no solo se trabajan en el gimnasio) pueden obstaculizar la motilidad y el buen funcionamiento de las vísceras abdominales. Por eso, es bueno aprender a relajar el abdomen y hacerlo en varios momentos a lo largo del día.

¿Qué debemos considerar para ejercitar bien los abdominales y conseguir un vientre plano?

Para conseguir un vientre más liso, se pueden trabajar los abdominales siguiendo algunas indicaciones:

  • Con una contracción ascendente, empezando por la parte inferior para ir subiendo, y no al revés porque se puede presionar demasiado el perineo y favorecer prolapsos e incontinencia urinaria.
  • Si se contraen los abdominales en una espiración, se ha de hacer ascendiendo el abdomen y no descendiendo las costillas.
  • Siempre que sea posible es mejor tonificar los abdominales al mismo tiempo que los dorsales. Hay ejercicios que hacen intervenir los dos grupos para sostener la pelvis.

Ejercicio sencillo para contraer los abdominales rectos

  1. Túmbate de espaldas, con los brazos a lo largo del cuerpo, las rodillas y tobillos flexionados, y los pies en el suelo.
  2. Con una inspiración, eleva las piernas hasta que formen un ángulo recto con la cadera, manteniendo las rodillas dobladas.
  3. Al espirar, baja las piernas al suelo.
  4. Repítelo 5 veces.

Con este ejercicio se trabaja la contracción de los abdominales rectos anteriores, los que se encuentran delante. La dificultad aumenta si se elevan las piernas extendidas.

Referencias científicas: