El verano nos ofrece una gran variedad de frutas muy refrescantes: sandías, peras, melocotones… y también dulces peras.

Durante todo el año podemos encontrar en los mercados diferentes variedades de peras, pero las más características de esta época del año son variedades especialmente jugosas y refrescantes. Son las peras de verano en el calendario de temporada.

Lo ideal para disfrutar de todos los beneficios de la pera (y de cualquier otra fruta) es comerla fresca, como postre o snack en cualquier momento del día, pero también puedes añadirla a otros platos, dulces o salados: ensaladas, guisos, compotas, tartas, mermeladas... La pera combina especialmente bien con el chocolate, así que ¿por qué no darte un capricho en forma de fondue de chocolate con pera?

Pera blanquilla, la más típica

De todas las variedades de pera, la pera blanquilla (o Blanca de Aranjuez) es tal vez la pera española por excelencia, una pera de agua muy jugosa y dulce.

Como las otras variedades veraniegas que veremos a continuación, es hidratante, refrescante, digestiva y energética, gracias a los azúcares naturales que contiene. Aporta también una buena cantidad de fibra, que ayuda a la digestión y a evitar el estreñimiento.

Su piel, de color verde claro con matices rojizos donde le ha tocado el sol, esconde una pulpa blanca y suave, que se deshace en la boca.

La pera blanquilla aparece en los mercados a mitad del verano y dura hasta el otoño, con lo que puedes disfrutarla durante varios meses.

Pera limonera, la más refrescante

Esta pera, como reza el dicho popular, es realmente “la pera limonera”. Se trata de una pera de agua deliciosa y super refrescante que está en todos los mercados desde finales de julio hasta octubre.

De origen francés, esta variedad se creó en el año 1870 y se bautizó como poire Docteur Jules Guyot (como se conoce aún hoy en día en el país vecino) en honor a un médico y agrónomo francés que introdujo mejoras importantes en el cultivo y la preparación de la vid. Hoy en día se cultiva en muchas zonas de España, en especial en Lleida (bajo la D.O.P. pera de Lérida)​.

La pera limonera es jugosa, dulce y rica en agua (hasta el 84% de su peso lo es), con una pulpa blanca y algo granulosa. Tiene una forma algo irregular y es muy delicada y sensible a los golpes, con lo que debes manipularla con cuidado, especialmente si está madura.

Es de color verde claro cuando aún no está madura y amarillo una vez está en su punto (de ahí viene precisamente el nombre de pera limonera) y tiene diminutos puntos oscuros. En aquella parte en la que ha sido “besada” por el sol podrás ver manchas rojizas encima de la piel.

Pera ercolina, con denominación de origen

La ercolina es otra pera de agua de verano, de tamaño más pequeño que la limonera o la blanquilla, y de color entre verde claro y amarillo con manchas rojizas en las zonas en las que le ha tocado más el sol, como la pera limonera.

Originaria de Italia, hoy en día se cultiva principalmente en Jumilla, un pueblo de Murcia que en la actualidad es el mayor productor en España y Europa de esta variedad con Denominación de Origen Pera de Jumilla.

De forma más redondeada que las otras peras que hemos mencionado, es, como sus compañeras de estación una pera jugosa y, tal vez, la más dulce de todas ellas.

La breve pera de San Juan

Las peritas de San Juan son las más efímeras del verano. Se recolectan, como su nombre indica, a mediados de junio, alrededor de San Juan. Se pueden encontrar en los mercados solo unas semanas, entre finales de junio y mitad de julio.

Son pequeñas, del tamaño de una ciruela o un albaricoque, de color verde con tonos rojizos y una pulpa blanca, firme y dulce.