El mejor momento para disfrutar de las endibias es en invierno, ya que es una planta que se desarrolla en época de frío, aunque es posible encontrarla en el mercado durante todo el año. Esta verdura, muy cercana a la escarola, comparte con ella su sabor ligeramente amargo, y también muchas de sus propiedades nutricionales.
Además, es un alimento perfecto para preparar aperitivos, tanto por su forma y facilidad para comer, como por su sabor que combina muy bien con muchos otros alimentos.
En esta ocasión, hemos escogido unas endibias al roquefort versionadas con verduritas, miel y pera. Una entrante muy rico, nutritivo, fácil de hacer, y... navideño.
Endibias al roquefort con verduritas, miel y pera
Una de las formas más habituales de comer endibias es untando un poco de queso en sus hojas. Dos de los quesos más habituales son, el queso crema estilo "philadelphia", y el queso roquefort. Encima del queso, una buena opción es colocar una anchoa que le dé intensidad y contraste, o unas tiritas de pimiento rojo.
La receta que encontrarás a continuación es más atrevida que las más clásicas y propone un relleno algo más elaborado que incluye pera, cebolla y queso, entre otros ingredientes. Es un aperitivo perfecto para dar la bienvenida a tus invitados en la comida de Navidad o cena de Nochebuena.
Ingredientes (4 personas):
- 2 endibias
- 2 peras
- 150 g de queso roquefort
- 1 cebolla roja pequeña
- 50 g de piñones pelados
- ½ limón
- 1 cucharada de mantequilla
- Unos tallos de cebollino
- Unas hojas de rúcula
- 1 cucharada de miel
- 1 cucharada de mostaza rústica
- 30 ml de vinagre
- 100 ml de aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Modo de preparación:
Necesitarás unos 30 minutos para preparar esta receta que combina a la perfección sabores tan distintos como el de las endibias, la miel o las peras. Todos ellos se funden y concentran en un par de bocados dando como resultado un aperitivo perfecto para la comida de Navidad o Nochebuena. Estos son los pasos a seguir:
- En primer lugar, precalienta el horno a 180 ºC.
- Exprime el limón y filtra el zumo.
- Lava y seca la rúcula. Pela la cebolla y córtala en plumas finas. Échale unas gotas de vinagre.
- Lava el cebollino y pícalo muy fino. Coloca los piñones en la placa y tuéstalos de 5 a 7 minutos.
- A continuación, lava, pela y descorazona las peras. Corta la pulpa en dados pequeños y colócalos en un cuenco. Cúbrelos con agua y añade un chorrito del zumo del limón.
- Ahora bate la mostaza con la miel, el resto del vinagre y una pizca de sal y de pimienta. Añade el aceite, en un hilo y sin dejar de batir, hasta que se obtenga una salsa emulsionada. Funde la mantequilla en una sartén. Escurre las peras, añádelas y saltéalas 2 o 3 minutos. Retíralas y salpimienta. Mézclalas con la cebolla escurrida, la rúcula, los piñones y el cebollino.
- Limpia las endibias, lávalas y sécalas con papel de cocina. Separa las hojas y colocarlas en una fuente. Rellenarlas con la preparación anterior y reparte sobre ellas el queso troceado.
- Por último, riégalas con la vinagreta de mostaza y miel, y servir.
Propiedades nutricionales
Esta hortaliza destaca por su escaso aporte energético y su alto contenido en fibra. Ambos datos hacen de este alimento el aliado perfecto para una dieta de adelgazamiento. Gracias a la fibra, combate el estreñimiento y regula el tránsito intestinal. Además, es un alimento diurético que ayuda a depurar líquidos.
En cuanto a los minerales, cuenta con potasio, indispensable para el buen funcionamiento del sistema nervioso, y hierro, que previene la aparición de anemias.
Por otro lado, su contenido en vitaminas aporta antioxidantes, lo que significa que combate los efectos de los radicales libres en el organismo, es decir, del envejecimiento prematuro de los tejidos y órganos.
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