Ya sea la porción restante de pasta o de pizza, muchos platos no se acaban y se dejan para el día siguiente. Si cocinas, conoces el problema, no siempre se calculan correctamente las cantidades ni está en nuestra mano conocer el apetito de los comensales.
Además, la precocción es muy práctica, puedes preparar comidas de hoy para mañana. Pero cuando se trata de recalentar, surgen algunas preguntas: ¿Es fácil recalentar cualquier plato? ¿Con qué frecuencia se puede recalentar la comida? ¿Y qué método es mejor?
Es importante conocer las respuestas a estas preguntas porque si los alimentos se recalientan incorrectamente, las sobras pueden causar una intoxicación alimentaria.
Consejos para recalentar correctamente la comida
La gran mayoría de alimentos y preparaciones se pueden recalentar fácilmente. Algunos alimentos, como la pasta, las patatas o el arroz, son aún más saludables cuando se recalientan después de haber pasado por la nevera, porque se reduce la proporción de hidratos de carbono digeribles y se incrementa la de almidón resistente, que funciona en el intestino como la fibra beneficiosa para la microbiota intestinal.
Con los siguientes consejos básicos, la comida calentada tendrá un sabor delicioso y conservará la mayor parte de sus propiedades:
- Enfría las sobras lo más rápido posible (en menos de dos horas después de haberlas cocinado). Guárdalas en el refrigerador y consúmelas dentro de 3 a 4 días.
- La regla de oro es calentar siempre por encima de los 70 °C durante al menos dos minutos para eliminar la mayor parte de los gérmenes.
- Recalienta la pasta en agua caliente para que se despegue.
- Las sobras congeladas deben descongelarse adecuadamente en el frigorífico. Una vez descongeladas, prepáralas y cómelas dentro de 4 días como máximo. No se vuelven a congelar las sobras que se hayan descongelado.
- La pizza se mantiene crujiente si calienta en una sartén sin grasa durante uno o dos minutos.
- Las sopas y los guisos a menudo mejoran cuando se recalientan porque el sabor se desarrolla por completo. Ponla al fuego medio-alto, revolviendo regularmente. Puedes recalentarlos hasta tres veces.
¿Qué alimentos no se pueden recalentar?
- Setas: Persiste el mito de que los champiñones nunca deben recalentarse. Pero si has preparado las setas y metes rápidamente el plato en la nevera después de cocinarlo, podrás calentarlo al día siguiente sin problemas. Sin embargo, debes calentar a fuego vivo el plato de champiñones y no recalentarlo más de una vez.
- Espinacas: Muchas personas no recalientan las espinacas porque son ricas en nitratos que al calentarse pueden convertirse en nitritos cancerígenos, pero esto solo ocurre si la espinaca no se ha mantenido refrigerada. Si metes las espinacas en la nevera rápidamente después de prepararlas, puedes calentarlas en una cacerola y comerlas al día siguiente. Solo debes tener cuidado con los niños más pequeños porque son más sensibles a los nitritos que los adultos.
- Arroz: El arroz crudo puede contener la bacteria Bacillus cereus, que puede causar intoxicación alimentaria. Estas esporas son sorprendentemente resistentes al calor y, a menudo, sobreviven a la cocción. Después de cocinarlo, asegúrante de ponerlo en la nevera rápidamente, no dejes que se quede mucho tiempo a temperatura ambiente. De lo contrario, se pueden desarrollar bacterias que no mueren cuando se recalienta.
Cómo recalentar el arroz
- En la sartén: Si el arroz está pegado, sepáralo con un tenedor. Añade un chorrito de agua, la que creas que va a poder absorber el arroz. Tapa la sartén y cocina con el fuego al mínimo. Remueve regularmente.
- Al horno: Pon el arroz en una fuente apta para horno junto con un poco de agua. Sepáralo si está pegado. Agrega un poco de aceite de oliva para evitar que se pegue y realzar el sabor. Cubre la bandeja con una tapa o papel de hornear. Cocina a 150 °C durante 15-20 minutos.
Carne y pescado
En general, con los alimentos vegetales se corren menos riesgos de intoxicación alimentaria. Con la carne y el pescado se deben tomar precauciones especiales. Las personas que comen productos de origen animal pueden tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Calentar carne y pescado: se pueden recalentar si antes se habían cocinado completamente y se habían guardado rápidamente en el frigorífico. Por otra parte, al calentarlos hay que comprobar que se calienta bien por todos lo lados. No los recalientes más de una vez.