La borraja es una planta comestible que se considera nativa de Europa y Asia, aunque su cultivo se ha extendido casi por todo el mundo.
Tanto los antiguos griegos como los romanos ya la conocían, aunque se utilizaba más como planta medicinal. Los romanos la extendieron por el norte de Europa.
Los celtíberos, en Aragón, en el siglo II a. C. ya la consumían. En la Edad Media los árabes la consideraban una de las "cuatro excelencias gastronómicas islámicas" junto con los espárragos, berenjenas y alcachofas.
Hoy en día es una hortaliza de cultivo minoritario. En España el principal productor es Aragón, donde también son muy apreciadas en su gastronomía, pero fuera del valle medio del Ebro es mucho menos conocida.
También se consume en Alemania, Grecia y en el norte de Italia. En Rusia se utiliza para dar sabor a los pepinillos encurtidos.
Qué es la borraja y propiedades
Las borrajas frescas son hortalizas que se parecen a las acelgas: tienen una penca larga y hojas en la punta. La diferencia más visible, además del color, son los pelillos que tienen tanto los tallos como las hojas. Estos pelillos no pinchan, no son como los cardos.
Se pueden encontrar frescas en mercados y mercadillos, en Aragón, Navarra o La Rioja. Se parecen a las acelgas pero tienen un color más verde y las hojas con más pelusilla.
Si no las encuentras frescas, en muchos supermercados las venden en lata, congeladas o en conserva, ya cocidas, y nos sirven perfectamente para cocinar.
La borraja se recoge antes de que se desarrollen los escapos florales, a finales de otoño e invierno. Las conservas de borraja se pueden encontrar todo el año.
- La borraja es rica en tiamina, niacina y vitamina B6 y contiene buenas cantidades de calcio, hierro, vitaminas A y C, magnesio, manganeso, fósforo, potasio y cobre.
- Las borrajas tienen un alto contenido en nitratos, como las espinacas o las acelgas, por lo que no se recomienda dárselas a niños/as menores de 1 año.
Cómo limpiar borrajas
Antes de cocinar con las borrajas tenemos que hacer una pequeña preparación.
- Las lavamos bien, quitamos la parte baja (donde irían las raíces) y cortamos justo por debajo de las hojas.
- Las pencas suelen tener algunas hebras duras, que se quitan igual que en las acelgas, haciendo un pequeño corte y tirando.
- Los pelillos de los tallos no se quitan porque al cocinarlo se reblandecen mucho y no se nota la textura.
- Una vez quitadas las hebras duras ya podemos cortarlos al gusto y utilizarlos.
- Las hojas, al ser más finas y delicadas, tardarán menos en hacerse, por eso debemos añadirlas al final de la cocción.
8 formas de cocinar borrajas
La borraja se puede comer cruda sin problema, aunque puede que la textura al natural te resulte rara (por los pelillos o pelusilla).
Las borrajas son tan versátiles como las acelgas, las espinacas o el apio y las podemos utilizar en cualquier tipo de preparación.
1. Borrajas al vapor
Para disfrutar de unas borrajas tiernas y con todo su sabor, córtalas en trozos medianos y hazlas al vapor 8-10 minutos, hasta que estén tiernas pero sin deshacerse.
Sírvelas con un poquito de sal y alguna salsa si quieres, como acompañamiento de cualquier comida.
2. Borrajas hervidas
En lugar de hervirlas solas, utilízalas en caldos, sopas, guisos, estofados y potajes. Por ejemplo con garbanzos, lentejas o alubias. Para servirlas solas, mejor hacerlas al vapor, que quedan más sabrosas.
3. Borraja con arroz
Cuando hagas arroces, ya sean arroces en sartén, paellas o risottos, añade borrajas cortadas más finas. Darán tanto color como sabor y espesarán un poquito el líquido de cocción.
4. Borraja al horno
No se suelen hacer directamente al horno porque se resecan, pero siempre podemos hacer una bechamel para ponerla por encima de las borrajas cortadas en trozos medianos-pequeños y hacer un gratén de borraja estupendo.
6. Borrajas fritas
No es la mejor forma de hacerlas porque soltarán mucho líquido y nos quedarán muy blandas y aceitosas. En su lugar lo que podemos hacer es cocinarlas con muy poco aceite o a la plancha, dejando que se cocinen y se doren, a fuego medio-bajo.
Para complementar el plato, podemos añadir también tofu en lonchas o en daditos, especias, etc.
7. Borrajas en cremas y purés
Para estas preparaciones es mejor utilizar las hojas, ya que las pencas pueden dejarnos fibras que se notan al comer la crema.
Para ello trata las hojas de la borraja igual que las de las espinacas y tritúralo todo muy bien hasta obtener una crema suave. Queda muy bien con patata, puerro, cebolleta, calabaza, calabacín, etc.
8. Borrajas en forma de crespillos
Puedes utilizar las hojas picadas en ensaladas o incluso en dulces, como los tradicionales crespillos.
Los crespillos se preparan de forma similar a los paparajotes, pero con hojas de borraja. Se lavan, se rebozan, se fríen y se espolvorea azúcar por encima.