El zen tiene un concepto llamado shoshin que se traduce como "mente de principiante". Implica abrazar cada experiencia de la vida con la pureza de un niño. Para quien tiene esta mirada, el mundo es un lugar lleno de magia y posibilidades. ¿Cómo desarrollar este mindset en nuestra vida cotidiana?
Probablemente el concepto shoshin no habría hecho tanta fortuna sin la llegada a San Francisco de Shunruy Suzuki, que no hay que confundir con el filósofo del zen D.T. Suzuki.
EL MAESTRO ZEN
El primero llegó a la ciudad californiana en 1959, siendo uno de los primeros maestros zen de Occidente. Sus inicios fueron humildes. Dormía en una pequeña habitación sin ventanas del piso superior del templo Soko-ji. Shunruy tenía entonces 55 años y no hablaba inglés, así que se comunicaba con sus primeros estudiantes a través de gestos y con su propio ejemplo al meditar. Los discípulos se limitaban a imitarle, inspirados por su presencia.
El maestro les enseñaba a practicar zazen –es decir, a sentarse a meditar– cada mañana por espacio de veinte minutos, mirando a la pared blanca. A medida que los discípulos adquirían práctica, fue aumentando hasta los cuarenta minutos por sesión.
En 1962, la afluencia de alumnos era tal que necesitaron mudarse a un espacio mayor, lo que llevó a la fundación del San Francisco Zen Center, que se convertiría en uno de los centros más importantes de Occidente. Sin embargo, su popularidad aumentó exponencialmente al publicarse en 1970 "Mente zen, mente de principiante" en Estados Unidos. Este breve libro recoge sus teishos, como se llama a las charlas del zen, y expone sus conceptos de manera muy agradable y accesible. Por todo ello sigue siendo un clásico.
TODO LO QUE CABE EN UNA MENTE ABIERTA
En su célebre libro, Shunruy Suzuki lo explica así: «En Japón tenemos el término shoshin, que significa “mente de principiante”. El propósito de la práctica es mantener siempre pura la mente de ese principiante (…) Esto no significa tener la mente cerrada, sino, en realidad, mantenerla vacía, pronta.
Cuando la mente está vacía, se encuentra siempre dispuesta para cualquier cosa, abierta a todo. A la mente del principiante se le presentan muchas posibilidades; a la del experto, pocas (…) Cuando se es demasiado exigente, o demasiado ambicioso, la mente no es rica ni autosuficiente (…) En la mente de principiante no surge el pensamiento «he alcanzado algo».
Todos los pensamientos basados en el propio yo tienden a limitar la vasta mente. Cuando no se abriga ningún pensamiento de logro, ningún pensamiento del propio yo, es cuando uno llega a ser verdadero principiante. Entonces es cuando se puede aprender algo realmente».
CÓMO ES UNA MENTE QUE PONE FILTROS
Lo contrario a esta mentalidad lo encontramos en las personas cuyo ego las hace atrincherarse en lo que han logrado y en lo que creen saber, colisionando con quienes no les dan la razón o no reconocen sus méritos. El conferenciante austriaco Gregor Jasch nos da ejemplos de estas mentes cargada de filtros y prejuicios:
- El futbolista joven que emerge como estrella y, tras una o dos temporadas de éxito, entra en rápida decadencia. Sucede porque se ha dejado debilitar por los elogios, ha dejado de cuidarse y, de modo inconsciente, ha abandonado la tensión y la dedicación que le llevó a la cima. Tras «morir de éxito», la caída es muy dura.
- Lapersona que, tras conseguir la pareja soñada, se relaja inmediatamente y deja de hacer aquellas cosas que enamoraron a su compañero/a. Olvida que la conquista sentimental es como un jardín que debe regarse y abonarse cada día para que la planta del amor no se marchite.
- El empresario que, después de conseguir éxito con un producto, adopta una postura conservadora y deja de innovar. Con el tiempo, la competencia copiará y mejorará su producto, ofreciéndolo más barato incluso, hasta dejarle fuera del mercado.
El shoshin nos previene contra todo eso, ya que nos invita a estar en la vida con esta mentalidad abierta y provisional que nos permite apreciarlo todo y capturar nuevas ideas y oportunidades.
CÓMO PRACTICAR EL SHOSHIN
Te propongo que viajes a tu infancia y a tu adolescencia, dos etapas de la vida llenas de primeras veces.
Recuerda cómo fue cuando por fin lograste nadar o mantenerte erguido en la bicicleta. ¿Qué sentías? Trata de revivir esa emoción.Si te trasladas a tu primera juventud, puedes evocar el primer beso, el primer viaje por tu cuenta, el primer sueldo.
Sin duda, se siente algo especial en toda experiencia nueva, y hay un truco sencillo que podemos aplicar para llevarlo a la vida adulta. Dado que al hacer cualquier cosa por primera vez tenemos los cinco sentidos puestos en ello, si practicamos la atención plena podemos vivir de nuevo esa clase de experiencias. Para ello hay que desprenderse de cualquier idea preconcebida y simplemente abrirse a lo que está sucediendo aquí y ahora. Y no es necesario que sea una experiencia extraordinaria, como lanzarse en paracaídas o ir a un restaurante con varias estrellas Michelin.
Puedes vivir con calidad y presencia algo tan sencillo como leer un libro, si desactivas cualquier otra cosa que te pueda distraer, empezando por los dispositivos móviles y acabando por los juicios de la mente o sus proyecciones al pasado y al futuro. Cuando todo tu ser fluye con la lectura, como si no existiera nada más, como si fuera lo más importante del mundo, estás leyendo con mente de principiante. No es tan distinto de la práctica del zen, que en esencia consiste en sentarse en silencio y contemplar las cosas tal como son.
CONSIGUE UNA MENTE SERENA Y EN CALMA
Shunruy Suzuki lo explicaba así: "Cuando practiques el zazen, no intentes parar tu pensamiento. Deja que se detenga por sí mismo. Si algo viene a tu mente, deja que entre y salga. No permanecerá mucho tiempo. Cuando intentas detener tu pensamiento, significa que te molesta. No permitas que nada te moleste. Te parecerá algo de fuera de tu mente, pero en realidad solo son las ondas de tu mente; y si no dejas que te molesten, se volverán cada vez más suaves. En cinco o diez minutos, tu mente estará completamente serena y en calma".
Se atribuye a Buda la frase "siempre estoy empezando" y, en su canción Absolute Beginners, David Bowie habla de una pareja que tiene "los ojos completamente abiertos y nerviosos al mismo tiempo": una buena descripción de la mente de principiante.
LAS CLAVES PARA VIVIR EL AQUÍ Y AHORA
- Ichigo-ichie. Literalmente significa "una vez, una oportunidad", pero se suele traducir como: "lo que estamos viviendo ahora mismo no se repetirá nunca más". Ichigo-Ichie es el título del libro coescrito junto a Héctor García; tomamos esta expresión de los salones de té tradicionales, una llamada a la atención, a estar presente con los cinco sentidos.
- Energía del presente. "Tu energía está en la consciencia presente. Esta es la manera de descubrir quién eres y encontrar tu propósito en la vida", asegura Eckhart Tolle en su libro El poder del ahora. Por lo tanto, cuanta mayor sea tu atención en el momento presente, más te conectarás contigo mismo y con tu misión vital.
- Ni juzgar, ni pronosticar: Dos actitudes que matan la mente de principiante es analizar demasiado las cosas, con lo cual acaban perdiendo su brillo y su gracia, así como tratar de controlar lo que va a suceder. Cuando tenemos una expectativa sobre lo que va a ocurrir, inconscientemente estrechamos nuestras posibilidades para "darnos la razón".
- Sin huellas: "La mente de principiante solo se puede lograr con la experiencia personal, y no a través de la mirada u opiniones de otros", afirma Osho. Para ello nos sugiere esta bella metáfora: "Los pájaros vuelan, pero no dejan huellas. No los puedes seguir; no hay huellas detrás". Demos libertad a la vida para que pueda desplegarse.