¿Qué es aquello que más te molesta en los demás? Todos tenemos algo: la impuntualidad, el comportamiento descortés, la falta de educación, la deshonestidad. Un rasgo, un comportamiento, que nos saca de nuestras casillas. Y, por el contrario, ¿qué es lo que buscas en los demás? ¿Qué te agrada de su comportamiento? La amabilidad, la cortesía, los modales, la inteligencia, la sinceridad. Ahora, ¿qué me dirías si te cuento que esto dice mucho más de ti misma que de los demás?
La ley del espejo, creada por el autor japonés, Yoshinori Noguchi, es una herramienta ampliamente usada en el ámbito de la psicología y el crecimiento personal. Su ventaja principal es que, gracias a un sencillo principio, puede ayudarnos a comprender mucho de nuestro mundo interno. ¿Te animas a descubrir lo que dice de ti esta ley universal?
¿Qué es la ley del espejo?
La ley del espejo, a grandes rasgos, nos dice que las personas y situaciones con las que interactuamos actúan como espejos de nuestro propio mundo interior. Es decir, que aquello que nos molesta, nos hiere o nos genera conflicto en lo demás, suele ser un reflejo de algo no resuelto en nosotros mismos, explica la psicóloga Leticia Martín Enjuto a Cuerpomente.
Esta es el primer principio de la ley del espejo: lo que te molesta en otros, se encuentra en ti. Pero no acaba en esta reflexión.
El segundo principio de la ley del espejo nos dice que lo que nos impacta, está relacionado con lo que ocultamos. Si, por ejemplo, alguien comparte con nosotros una opinión sobre cualquier aspecto de nuestra vida (sea o no solicitada) y esto nos remueve por dentro, es muy probable que haya un sentimiento reprimido en nuestro interior que se relaciona con esta misma cualidad. Reconocer y comprender estas emociones reprimidas es clave para poder sanar y crecer emocionalmente.
De la misma forma opera el tercer principio de esta ley: lo que otros opinan de nosotros no debería importarnos demasiado, porque no define ni afecta a nuestra identidad. Lo que molesta a otros de ti, dice más de ellos que de tu persona.
Por último, esta ley de Noguchi nos dice, en su cuarto principio, que al igual que aquello que nos molesta de los demás, de alguna forma, vive en nuestro interior, aquello que admiramos también está presente en nuestra personalidad. Si admiras a alguien por ser responsable, por ejemplo, es muy probable que puedas identificar esta responsabilidad también en ti. Tomar conciencia de tus virtudes te ayudará a ganar seguridad en ti misma.
¿Cómo nos puede ayudar la ley del espejo?
Desde la perspectiva de la psicóloga Leticia Martín Enjuto, la Ley del Espejo (aunque su creador no fuera un psicólogo) puede aplicarse en muchos ámbitos de la salud mental.
Para comenzar, nos explica, “la Ley del Espejo facilita el autoconocimiento”. Esta idea nos invita a explorar nuestras emociones y creencias más profundas, y por medio de esta reflexión “podemos identificar áreas de nuestra vida que requieren de atención”. Gracias a este proceso, asegura la experta, conseguimos “entender mejor quienes somos y cuáles son nuestras necesidades emocionales”.
En segundo lugar, esta ley nos ayuda a trabajar heridas no resueltas. Si nuestras reacciones emocionales hacia los demás es un reflejo de nuestro mundo interior, observar nuestras respuestas puede ayudarnos a “identificar patrones que sugieren que ciertas emociones están conectadas con experiencias pasadas”, explica la psicóloga.
Llevando la Ley del Espejo al siguiente nivel
Además de ayudarnos en nuestro propio camino de autoconocimiento y sanación personal, la Ley del Espejo, asegura Martín Enjuto, puede mejorar considerablemente nuestra relación con los demás e incluso con nosotros mismos. Comprender nuestras emociones facilita las interacciones.
En este aspecto, la experta destaca cuatro puntos clave que podemos trabajar gracias a la Ley del Espejo desde el punto de vista de la psicología.
- Responsabilidad personal. La ley del espejo, explica la psicóloga, “nos anima a asumir responsabilidad sobre nuestras emociones y reacciones, en lugar de culpar a los demás o a las circunstancias externas”.
- Empatía. Esta ley también puede ayudarnos a mejorar la empatía. “Al comprender que las acciones y reacciones de otras personas pueden estar motivadas por sus propias luchas internas”, nos asegura Martín Enjuto, “desarrollamos una visión más compasiva.
- Autocompasión. Esta misma compasión que desarrollamos hacia los demás permea también en nosotros. Reconocer nuestras propias imperfecciones y vulnerabilidades “nos permite cultivar una mayor aceptación y amor hacia nosotros mismos, reduciendo el sufrimiento emocional.”
- Conflictos. Para acabar, asegura la psicóloga, “esta ley puede conducir a la transformación de conflictos en oportunidades de aprendizaje”. Estas situaciones desagradables que enfrentamos con la ley del espejo nos pueden ayudar a crecer y desarrollar habilidades para la resolución de conflictos. “Al ver los conflictos como oportunidades podemos aprender a manejar mejor nuestras emociones y mejorar nuestras interacciones”.
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