Un dolor en la parte inferior de las piernas es algo habitual y puede tener diversos orígenes, algunos vinculados a un sobreuso de la musculatura de la zona y otros a factores como lesiones o problemas circulatorios. Cuando aparece, muchas personas se preguntan por qué duelen las piernas de las rodillas para abajo. Averiguar la causa del dolor es clave para aplicar el tratamiento más adecuado.
¿Por qué me duelen las piernas de las rodillas para abajo?
La parte inferior de la pierna es la que va desde debajo de la rodilla hasta el tobillo y comprende dos huesos: la tibia y el peroné.
La tibia es el hueso más grande y se encuentra en la parte interna de la pierna, mientras que el peroné está en la externa. En la zona también hay músculos, tendones, nervios y vasos sanguíneos.
Un dolor en la zona inferior de la pierna puede estar vinculado con una lesión o inflamación en cualquiera de las partes que la forman y las causas más habituales incluyen:
- Una lesión o fractura en la pierna debida a un golpe u contusión. Por ejemplo, un esguince en el tobillo o una torcedura.
- Una sobrecarga de los músculos puede causar un calambre muscular, un dolor repentino e intenso en la pantorrilla. Suele deberse a la práctica intensiva de ejercicio físico, a movimientos repetitivos o a la deshidratación. Algunos ejercicios, como correr en superficies duras, se asocian a una sobrecarga de la parte interna de la espinilla (periostitis tibial) que provoca dolor al caminar, correr o saltar. Se da especialmente en personas con los pies planos o con arcos con una rigidez anormal.
- La inflamación o la lesión del tendón de Aquiles suele manifestarse con dolor en la parte inferior de la pantorrilla, cerca del talón. Puede ocurrir por ejercitar con demasiada intensidad el músculo de la pantorrilla o por actividades comunes como subir escaleras.
- Problemas en la columna vertebral, como una hernia discal o una estenosis espinal, que pueden irradiar el dolor a las piernas.
Pero el dolor en las piernas también puede deberse otros problemas circulatorios o vasculares como:
- Coágulos de sangre, que ocurren cuando la sangre en una vena se espesa y se acumula. Cuando se desarrollan en una vena profunda del cuerpo hablamos de trombosis venosa profunda, algo que habitualmente involucra la parte inferior de la pierna o el muslo. El riesgo de sufrirlo aumenta cuando una persona está sentada mucho tiempo (por ejemplo, en un vuelo largo) y es más probable en las personas que fuman, tienen sobrepeso y toman determinados medicamentos. Es una situación que puede llegar a ser muy grave y requiere atención médica inmediata.
- Las varices, causadas por el mal funcionamiento de las venas o válvulas, también pueden causar un dolor intenso, especialmente al ponerse de pie.
- La enfermedad arterial periférica sucede cuando las arterias de las piernas se estrechan y endurecen y se reduce el flujo sanguíneo a la zona. Puede causar calambres y dolor.
Cuando consultar al médico por un dolor en la pierna
Cuando el dolor en la parte baja de la pierna se debe a una sobrecarga muscular o a una lesión leve, lo más probable es que sea temporal y desaparezca por sí solo en unos días.
Sin embargo, si el dolor es persistente o se acompaña de otros síntomas, como hinchazón, enrojecimiento o entumecimiento de la pierna, es importante acudir al médico para que determine cuál es el origen y establezca el tratamiento adecuado.
Soluciones naturales para aliviar el dolor de piernas
Hay soluciones naturales que pueden ayudarte a aliviar el dolor en la pierna, en especial si es leve y debido a causas temporales. Entre los más eficaces están el reposo, la aplicación de hielo durante unos 15 minutos en la zona dolorida (nunca directamente, debes envolverlo en una tela) o la elevación de las piernas.
Masajear suavemente la zona dolorida puede también ayudar a aliviar la tensión muscular y la rigidez.
Asimismo, cuando ya no tengas demasiado dolor, los ejercicios de estiramiento pueden resultar útiles para mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez muscular. Recuerda que practicar estiramientos antes de realizar ejercicio físico es fundamental para prevenir lesiones.
Por lo que respecta a la alimentación, conviene añadir a la dieta alimentos con propiedades antiinflamatorias como la cúrcuma. Por otro lado, mantenerte bien hidratado te ayudará a prevenir los calambres musculares.