Cuando el frío llega, la piel sensible es propensa a enrojecerse e incluso a sufrir una dolorosa inflamación. Por ello, tanto para ti como para los más pequeños de la casa, puede ser útil reforzar la barrera natural de la piel con una pomada protectora.
Con algunos ingredientes naturales que se consiguen fácilmente, puedes preparar tú misma una crema protectora eficaz.
Receta de crema contra el viento y el frío
Para hacer tu propia crema contra el viento y el clima adverso, necesitas un recipiente resistente al calor, una olla, frascos pequeños de cristal con tapa de rosca y los siguientes ingredientes:
- 20 g de aceite de almendras dulces o de girasol. Elige productos con calidad virgen extra y si es posible, ecológicos. Si tu piel es muy sensible, puedes sustituir la mitad de este ingrediente por aceite de caléndula.
- 6 g de manteca de cacao o de manteca de karité. Encontrarás estos productos en herbodietéticas o en tiendas especializadas en cosmética natural.
- 4 g de lanolina anhidra. La encontrarás en tiendas proveedoras de cosmética natural y en farmacias.
- 4 g de cera de abejas. Se encuentra en herbodietéticas y en comercios proveedores de cosmética natural. Si quieres que la crema final tenga una consistencia muy suave, puedes reducir la cantidad de cera de abejas y aumentar la de lanolina.
- Opcionalmente, unas gotas de tocoferol (vitamina E), que refuerza la protección natural de la piel y prolonga la vida útil de la crema. Se encuentra en farmacias y tiendas proveedoras de cosmética natural.
Elaboración:
- Pesa los ingredientes con la mayor precisión posible. Coloca la manteca de cacao y la cera de abejas en un vaso resistente al calor y derrítelos a baño maría a fuego medio.
- Cuando estén derretidos, agrega la lanolina y el aceite.
- Una vez que todos los ingredientes se encuentren en estado líquido, remueve intensamente para que se mezclen bien.
- Vierte la mezcla aún líquida en los frascos para crema que ya tengas preparados.
- Deja enfriar y, antes de enroscar las tapas, puedes añadir unas gotas de vitamina E, si lo deseas.
Cómo guardar y utilizar la crema
La crema contra el viento y el clima adverso protege la piel sensible del frío, el viento y la humedad. Para beneficiarte de su efecto, aplica una capa en el rostro y las manos antes de salir a la calle.
Si preparas la crema de forma higiénica, podrá conservarse en el frigorífico durante varios meses.
Qué ventajas tiene esta crema casera
Te habrás fijado en que la composición de esta crema casera contiene únicamente grasas de origen orgánico, no minerales, que son las que abundan en los cosméticos comerciales convencionales.
La razón es que las grasas orgánicas, procedentes de vegetales o de animales (es el caso de la lanolina, que es producida por la piel de las ovejas), son preferibles a las grasas derivadas del petróleo por varias razones:
- Las grasas vegetales contienen nutrientes antioxidantes, como las vitaminas (A, D, E) y ácidos grasos esenciales que son beneficiosos para la piel. Estas grasas ayudan a nutrir, hidratar y proteger la piel.
- Se absorben mejor en la piel, ya que sus componentes son más similares a los lípidos naturales de nuestra piel. Esto las hace menos propensas a causar obstrucción en los poros o irritación.
- A diferencia de las grasas derivadas del petróleo, como la parafina o la vaselina, los aceites vegetales son biodegradables y renovables. Las grasas vegetales se obtienen de recursos que pueden regenerarse con el tiempo, mientras que las grasas de origen petroquímico provienen de una fuente no renovable cuya explotación contribuye a la contaminación ambiental.
- Los aceites vegetales tienen una menor probabilidad de causar irritaciones en comparación con las grasas derivadas del petróleo.
- Además, suelen estar libres de compuestos tóxicos o contaminantes (como hidrocarburos aromáticos policíclicos y disolventes) que pueden encontrarse en derivados del petróleo, sobre todo si son de origen ecológico.