La gota es una enfermedad reumática caracterizada por un dolor intenso y repentino en las articulaciones, generalmente en el dedo gordo del pie, que puede dificultar el movimiento. Es normal, por ello, que pueda surgir la duda de si es bueno andar con gota.
Sin embargo, el dolor y la dificultad para moverse no significan que quien sufre gota deba estar inmovilizado. Sí puede ser mejor evitar andar en el momento del ataque de gota, para reducir la hinchazón y el dolor, pero una vez haya pasado conviene recuperar la movilidad. Te contamos cómo.
¿Qué es la gota y por qué cuesta andar con gota?
La gota es una forma de artritis inflamatoria que resulta de un exceso de ácido úrico en la sangre (hiperuricemia).
El ácido úrico es una sustancia de desecho que resulta de la descomposición de las purinas, que se encuentran en los tejidos de nuestro cuerpo y en determinados alimentos (como la carne roja, el hígado o el marisco).
Normalmente, excretamos el ácido úrico a través de la orina, pero en algunas situaciones puede acumularse (ya sea porque el cuerpo no puede eliminarlo correctamente o porque tenemos demasiado) y formar cristales que se concentran en las articulaciones.
Estos cristales acumulados causan dolor, hinchazón y rigidez, dando lugar a lo que se conoce como gota. La gota a menudo afecta al dedo gordo del pie, lo que puede hacer que caminar resulte doloroso en ciertos momentos.
Sin embargo, la gota también puede afectar a otras articulaciones, como los tobillos, las rodillas, los codos, las muñecas y los dedos.
Algunos factores, como una alimentación rica en purinas, tener obesidad, los antecedentes familiares, el uso de diuréticos o determinadas enfermedades (como la hipertensión, la diabetes o los problemas renales), aumentan el riesgo de desarrollar gota.
Síntomas de la gota
Los ataques de gota suelen aparecer de repente, a menudo durante la noche, y el dolor puede ser intenso. Pueden durar hasta una o dos semanas antes de desaparecer (aunque el dolor suele ser más fuerte en las primeras 4 a 12 horas).
Otros síntomas son:
- Hinchazón y sensibilidad en la articulación afectada.
- Enrojecimiento y calor en la zona.
- Problemas para mover las articulaciones.
- Dificultades para ponerse en pie o caminar.
Si no se trata, la gota puede cronificarse y los cristales de ácido úrico pueden formar bultos debajo de la piel alrededor de la articulación, llamados "tofos". También puede provocar cálculos renales.
¿Es bueno andar con gota?
La gota provoca hinchazón y dolor, lo que puede provocar que sea difícil andar. Pero a la hora de responder a esta pregunta hay que diferenciar entre andar con gota o andar con una ataque de gota: la respuesta no será la misma si la pregunta se refiere a si es bueno andar con gota en general o a si es bueno andar con un ataque de gota.
Cuando hay el ataque de gota intenso, puede ser conveniente evitar caminar para que se reduzca la hinchazón y el dolor. Descansar, aplicar hielo y elevar las piernas puede ayudar en esta etapa.
No obstante, una vez pasado el ataque de gota, hay que recuperar la movilidad, pues dejar de andar completamente puede incluso resultar perjudicial.
Cómo andar con gota en el pie
Practicar actividad física moderada de forma regular ayuda a mantener un peso saludable, mejorar la circulación, reducir los niveles de ácido úrico y la inflamación y fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones, con lo que puede reducir el riesgo de futuros ataques de gota.
En este sentido, caminar es una actividad respetuosa con las articulaciones que puede aliviar el dolor relacionado con la gota.
- Es importante usar un calzado cómodo y que se adapte bien a tu pie y andar lentamente para evitar exacerbar el dolor en las articulaciones.
- Empieza haciendo paseos cortos y ve subiendo la distancia y la intensidad si lo toleras bien.
En cualquier caso, antes de empezar a realizar cualquier tipo de actividad física, es aconsejable consultar al médico que es quien mejor puede aconsejarte en función de la gravedad de tu caso concreto y tu estado de salud general.
Remedios caseros para la gota
Cuando los brotes son intensos y dolorosos, el médico puede recetarte medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación. También puede recetarte medicamentos para disminuir la producción de purinas o incrementar su eliminación.
No obstante, el tratamiento de la gota a largo plazo implica realizar cambios en la dieta y el estilo de vida: evitar los alimentos ricos en purinas y las bebidas alcohólicas o azucaradas, controlar el peso, practicar ejercicio físico.
También puede ayudarte:
- Comer cerezas o tomar zumo de cereza, ya que contienen compuestos antiinflamatorios y se ha visto que pueden disminuir los niveles de ácido úrico en sangre.
- El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir el dolor.
- Mantenerte bien hidratado (con agua) es fundamental para ayudar a eliminar el ácido úrico y para la salud general de las articulaciones.
- Aplicar hielo en las articulaciones afectadas (envuelto en una tela, nunca directamente sobre la piel) te ayudará a reducir la inflamación y el dolor.
- Algunas plantas medicinales pueden también reducir los niveles de ácido úrico.