El yoga es una disciplina milenaria que desde su origen persigue el mismo objetivo: acallar las fluctuaciones de la mente a través de las posturas del cuerpo (asanas), de los ejercicios de respiración (pranayama) y de los mudras (gestos con las manos) y mantras (palabras sagradas).
No hay un único yoga. De hecho, existen numerosos estilos de yoga, los cuales, aunque todos comparten el mismo fin, también cuentan con características específicas. Así, unos dan más importancia a las asanas o posturas de yoga, como por ejemplo, el Hatha Yoga, mientras que otros son versiones más místicas y se centran en la energía, como el Kundalini Yoga. También los hay un poco más exigentes físicamente, como el Iyengar Yoga; o yogas con un enfoque clásico y holístico como el Sivananda Yoga.
Sivananda yoga, equilibrio mente y cuerpo
Así como otros estilos de yoga ponen el foco más en lo físico o en lo intangible, en el caso del Sivananda yoga, la idea es lograr el equilibrio entre la mente y el cuerpo prestando atención a ambos mundos. Este camino que recorre Sivananda Yoga es muy similar al Hatha Yoga, es un enfoque clásico en el que se estira y tonifica todo el cuerpo, y en el que la respiración tiene un papel clave para avanzar hacia la paz mental.
Esta pureza del Sivanda se debe a que ha sufrido pocas modificaciones desde su creación por Swami Sivanda (1887-1963). Los profesores e instructores que absorbieron sus enseñanzas las difundieron prácticamente intactas.
Las asanas de Sivanda yoga han sido escogidas de la posturas del Hatha Yoga. Son doce posturas: Sirshasana, Sarvangasana, Halasana, Matsyasana, Paschimottanasana, Bhujangasana, Shalabhasana, Dhanurasana, Ardha Matsyendrasana, Kakasana, Pada Hastasana y Trikonasana.
Algunas de estas posturas pueden resultar demasiado avanzadas para los practicantes que comienzan. Si eres uno de ellos, no te desanimes. El yoga es un camino en el que se avanza y progresa poco a poco. Para cada postura existe al menos una variante que se adapta al nivel y a las necesidades del alumno. De esta manera, se siente cómodo y evita la frustración que le hubiera provocado saltarse estas fases del aprendizaje.
entender el Sivanda Yoga
Para tener una idea más clara de qué es Sivananda Yoga, cómo se practica y cuáles son sus beneficios específicos, a continuación hemos recogido los principios básicos que describen este estilo de yoga:
- En cada clase de Sivananda Yoga se practican las 12 posturas que hemos indicado más arriba, o bien las variantes que sea necesario.
- Los alumnos realizan en cada sesión pranayamas o técnicas de respiración. La idea es aprender a controlar la respiración de forma consciente y aprovechar sus incontables y valiosos beneficios.
- Al principio o al final de la clase, o en ambos momentos, se practica Savasana o postura del cadáver. Esta asana, aparentemente sencilla, es una de las más importantes para entrar en un estado de meditación.
- Sivananda también contempla la dieta, la cual es vegetariana.
- La meditación es una parte muy importante en la práctica de Sivananda Yoga. Es una vía clave para alcanzar el equilibrio de la mente, el cuerpo y el alma. Solo a través de la meditación es posible encontrar la paz y el bienestar emocional. Hay que tener presente que meditar no es sencillo y requiere de tiempo y paciencia. Mantenerse centrado en el aquí y el ahora es complicado, y al principio lo habitual es que los pensamientos descontrolados irrumpan constantemente. Sin embargo, igual que aumentamos la flexibilidad del cuerpo a medida que practicamos determinadas posturas de yoga, también seremos capaces de mantener la concentración y entrar en el estado de meditación que buscamos.
cuida el cuerpo y el espíritu
Aunque Sivananda Yoga comparte con el resto de estilos, todos los beneficios del yoga, los expertos destacan los siguientes como específicos de esta disciplina:
- Activa los chakras o centros energéticos.
- Aumenta la flexibilidad y la fuerza.
- Incrementa los niveles de energía.
- Reduce el estrés y los niveles de ansiedad.
- Mejora el estado de ánimo, la seguridad en un mismo y la autoestima.
Una clase de Sivananda
En una clase de Sivananda Yoga se practican 12 posturas y pranayamas. Ahora bien, cada profesor o instructor siempre imprime su propio estilo y hace que cada sesión sea diferente, no solo por las asanas que formarán la sesión y el orden en que las dispone, también influye su voz, el ritmo de la clase, la temperatura, el ambiente... todo ello crea una energía especial y única que afecta en cómo te sientes al final de la clase.
Este podría ser un ejemplo de una clase de Sivananda Yoga:
- La sesión comienza con Savasana (postura del cadáver). Con esta asana al principio de la clase se consigue entrar en un estado de relajación perfecto para continuar con la sesión. Es también la manera de dejar fuera los problemas del día a día y recuperar la serenidad interior.
- A continuación, varias series de saludos al sol o Surya Namaskar. La práctica del saludo al sol con las 12 posturas que lo integran activa todo el cuerpo. Es una eficaz manera de desbloquear los nudos energéticos y movilizar la energía por los canales (nadis) que recorren el cuerpo.
- Antes de volver a la relajación con Savasana, se realizan varias asanas de las que forman parte de la serie Sivananda.
- Finalmente, se entona el mantra om, que es el mantra, o vibración, que tradicionalmente se canta al principio y al final de las sesiones de yoga.
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