En la era de las redes sociales, los influencers del fitness son los nuevos íconos deportivos para muchos jóvenes, como el culturista Chris Bumstead. Casi 18 millones de personas siguen al musculoso canadiense en Instagram.
A modo de comparación, los tres primeros en el ranking mundial de tenis masculino suman un total de 16 millones. El resultado de esto es que cada vez más jóvenes están interesados en el entrenamiento con pesas.
Las cadenas de gimnasios han reaccionado y están atrayendo a un público cada vez más joven. Muchos adolescentes entre 14 y 15 años hace ejercicio en un gimnasio, tanto chicas como chicos. ¿Pero es eso algo bueno?
¿Cuáles son los beneficios del entrenamiento de fuerza a una edad temprana?
El entrenamiento de fuerza estimula el metabolismo en nuestros huesos. Esto los hace más densos y no se rompen tan fácilmente, explica el doctor Stephan Geisler, profesor de Fitness y Salud en la Universidad IST de Düsseldorf.
A medida que envejecemos, la atrofia muscular y la osteoporosis son problemas que requieren atención y que pueden llegar a limitarnos. Así que si empiezas a entrenar cuando eres joven, también estás invirtiendo en tu futuro".
Además,nuestros músculos tienen una especie de “efecto memoria”. Esto significa que podemos volver a nuestra forma anterior más fácilmente después de pausas más largas en el entrenamiento.
Por supuesto, el entrenamiento de fuerza también puede realizarse en casa, no se necesita un gimnasio para eso.
¿A partir de qué edad pueden entrenar los adolescentes?
En algunos gimnasios, los jóvenes ya pueden inscribirse a los 14 años. Sin embargo, desde un punto de vista médico, también podría ser antes.
El mito de que el entrenamiento de fuerza puede inhibir el crecimiento corporal no tiene fundamento, según el experto Geisler. Por el contrario, nuestro cuerpo tiene que ser desafiado para que se desarrolle.
Cuando un bebé está boca abajo, eventualmente levanta la cabeza, que es la parte más pesada de su cuerpo. Así que en realidad hacemos entrenamiento de fuerza desde el principio, en este caso para los músculos alrededor de la columna cervical.
Luego, es cierto que en el gimnasio se pueden hacer las cosas bien o mal. Por lo tanto, los conocimientos y la madurez individual del joven es más importante que la edad. Se tienen que tener en cuenta los siguientes puntos:
- ¿Cómo se lleva a cabo el entrenamiento?
- ¿Se puede hacer ejercicio responsablemente?
- ¿Cuál es la motivación para entrenar?
- ¿Tienes la altura adecuada para usar la máquina elegida?
Tampoco tiene sentido firmar un contrato anual con el gimnasio si existe el riesgo de que el/la adolescente pierda interés después de dos semanas.
¿Cómo deben entrenar los adolescentes?
Las máquinas y elementos que tiene la mayoría de gimnasios es adecuada para adquirir una experiencia inicial con el entrenamiento muscular, siempre que los adolescentes reciban la orientación adecuada sobre cómo hacer los ejercicios, de lo contrario podrían producirse lesiones, pero esto mismo vale para los adultos, que no están libres de equivocaciones.
Los padres deben observar de cerca el gimnasio y averiguar si los empleados están debidamente cualificados para explicar cómo funciona cada aparato y vigilar que la ejecución sea correcta.
¿Mi hijo hace demasiado ejercicio?
No hay un límite general para el entrenamiento. El cuerpo tiene la última palabra. El dolor en las articulaciones o signos de cansancio podrían ser señal de que se entrenó demasiado, como en muchos deportes.
Si el adolescente entrena de acuerdo con un plan variado, en el que, por ejemplo, hoy trabaja los brazos y mañana las piernas, entonces no tiene nada de malo ir al gimnasio siete veces a la semana.
¿Cuáles son los peligros?
Culturistas con bíceps inyectados, modelos de fitness con fotos editadas en Internet... las personas que van a los gimnasio están expuestos a modelos que no se pueden lograr de forma natural.
No se puede esperar que los jóvenes sepan distinguir lo real de lo artificial y además están buscando modelos a seguir, dice la psicóloga deportiva. Por eso es importante que los padres eduquen a sus hijos al respecto.
Por otra parte, hay que vigilar que el gimnasio no concentre toda al atención del chico de manera que descuide los estudios o las relaciones con los compañeros, los amigos y la familia. Es posible volverse adicto al deporte.
También existe el riesgo de lesiones, por ejemplo, por un equipo mal ajustado o por la realización incorrecta de ejercicios. El entrenamiento excesivo también puede provocar síntomas de sobrecarga.
¿Qué pasa con los suplementos dietéticos?
Los jóvenes que entrenan deben ajustar la ingesta de energía y de líquidos a la mayor demanda. La única manera razonable de hacerlo es tomando comidas saludables para obtener los nutrientes básicos que necesita para desarrollar los músculos.
De hecho, que el joven desee hacer ejercicio es una oportunidad para introducirlo en los conocimientos básicos de nutrición y cocina. No le costará comprender que la alimentación es tan importante como el ejercicio.
¿Batidos de proteína hoy y dopaje mañana?
Es probable que el joven se sienta atraído por la publicidad de batidos de proteína. Vale la pena mostrarle información de calidad al respecto y enseñarle que lo importante es la alimentación, n la suplementación. En cualquier caso, también es posible hacer un buen uso de los suplementos de proteínas siempre que sean de máxima calidad y que se usen con moderación.
Una buen formación en alimentación, hábitos y salud es fundamental para evitar el dopaje. Muchos expertos aseguran que los jóvenes comienzan con los suplementos de proteínas y continúan con sustancias como los esteroides anabólicos.