Seguro que alguna vez has visto en el gimnasio, las redes sociales o la televisión a personas agitando con fuerza y energía una gruesa cuerda. Si te preguntabas qué estaban haciendo, aquí te traemos la respuesta. Estaban practicando battle rope. Puede parecer sencillo, pero esta técnica de entrenamiento ha conseguido su fama por ofrecer uno de los entrenamientos más completos del mundo del deporte.
Con el battle rope entrenas, al mismo tiempo, la fuerza y la resistencia cardiovascular. Además, es tan eficaz como divertido, lo que lo convierte en una opción muy atractiva para aquellos que buscan formas de tonificar su cuerpo sin aburrirse.
¿Qué es el battle rope y por qué está de moda?
El battle rope consiste en usar cuerdas gruesas y pesadas que, ancladas en la pared o el sueño, se balancean con las manos para generar diferentes movimientos, como ondas, latigazos o golpes. Este ejercicio es tan desafiante como versátil, puesto que permite trabajar varios grupos musculares de forma simultánea, incluidos los brazos, los hombros, los glúteos, la espalda y el abdomen.
Uno de los motivos por los que este entrenamiento se ha vuelto tan popular es que combina lo mejor de los dos mundos: es un entrenamiento de fuerza que no requiere pesasy, al mismo tiempo, eleve el ritmo cardiaco rápidamente, favoreciendo la quema de calorías.
Por si fuera poco, se trata de un ejercicio de bajo impacto, lo que lo hace adecuado para personas con lesiones en la parte inferior del cuerpo o aquellas que prefieren evitar ejercicios que impliquen correr o saltar.
Beneficios del battle rope
Ahora que ya sabes en qué consiste este ejercicio, es hora de pasar a otro punto muy importante. ¿Por qué es tan beneficios para el cuerpo? Este ejercicio ha demostrado tener muchas ventajas para la salud, entre las que destacan las siguientes:
- Entrenamiento de cuerpo completo. Este ejercicio involucra la mayoría de los músculos del cuerpo, desde el tren superior hasta el tren inferior. Además, ayuda a fortalecer el núcleo, ya que es necesario mantener una postura estable para controlar las cuerdas.
- Mejora de la resistencia cardiovascular. Balancear las cuerdas gruesas requiere un esfuerzo cardiovascular considerable, lo que hace que el corazón bombee más rápido. Diversos estudios han demostrado que tan solo 10 minutos de battle rope pueden mejorar significativamente la capacidad cardiorrespiratoria.
- Quema de calorías y pérdida de grasa. Este tipo de entrenamientos se califica como “de actividad vigorosa”. Y es por eso que es perfecto para quemar calorías en poco tiempo, lo cual puede favorecer la pérdida de grasa corporal.
- Bajo impacto. A diferencia de otros entrenamientos cardiovasculares, como correr o saltar, el battle rope es una opción de bajo impacto. Esto significa que no ejerce demasiada presión en las articulaciones, lo que lo hace ideal para personas con lesiones o que necesitan un tipo de ejercicio más suave.
- Diversión y variedad. Para acabar, el battle rope es un ejercicio en el que es casi imposible aburrirse. Existen múltiples variaciones de movimientos, como las ondas bilaterales, las ondas unilaterales o los golpes de cuerda. Cada movimiento desafía al cuerpo de forma diferente, manteniendo la rutina dinámica y entretenida.
¿Cómo empezar a practicar battle rope?
Lo más habitual para practicar battle rope es acudir a un gimnasio o centro deportivo especializado, dado que necesitas unas cuerdas específicas para realizarlo. Pero, si tienes estas cuerdas porque las has comprado, puedes realizarlo en cualquier lugar en el que puedas instalarlas.
De cualquier forma, una vez que hayas encontrado el sitio adecuado, te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos:
- Comienza con movimientos básicos. Si eres principiante, prueba con los movimientos más sencillos, como las ondas bilaterales. En este ejercicio, deberás agitar ambas cuerdas hacia arriba y hacia debajo de manera simultánea, generando un movimiento ondulante.
- Controla la postura. Es fundamental mantener una buena postura mientras balanceas las cuerdas. Mantén las rodillas ligeramente flexionadas, los pies bien plantados en el sueño y activa tu núcleo para estabilizar el cuerpo.
- Trabaja por intervalos. Debido a la intensidad del ejercicio, es recomendable trabajar en intervalos cortos, de 20 a 30 segundos, seguidos de un descanso de 15 a 30 segundos. A medida que mejores tu condición física, puedes aumentar la duración de los intervalos.
- Incorpora variedad. A medida que te sientas más cómodo con los movimientos básicos, puedes probar con variaciones más avanzadas, como las ondas unilaterales o los golpes de cuerda. Estas variaciones te ayudarán a trabajar distintos músculos y mantener la sensación de desafío constante.