El aceite de argán es uno de los remedios de belleza más efectivos. Elaborado a partir de las semillas de unos árboles originarios de Marruecos, se ha usado tradicionalmente tanto por sus propiedades medicinales como para el cuidado y el embellecimiento de la piel y del cabello.
En el artículo Aceite de argán para el pelo te explicamos cómo aprovechar sus propiedades nutritivas y regeneradoras para lucir una bonita melena. Aquí nos centraremos en cómo puede ayudarte a cuidar la piel del rostro y en qué casos es más recomendable.
Aceite de argán para la cara por su acción antioxidante
El aceite de argán es un aceite vegetal tradicional de Marruecos que hoy en día se vende en todo el mundo gracias, sobre todo, a sus usos cosméticos, aunque también hay un tipo de aceite de argán de uso culinario.
Su composición rica en polifenoles y vitamina E (tocoferol), antioxidantes naturales que ayudan a mantener la piel sana, joven y nutrida, es tal vez la principal responsable de sus beneficios. Pero también contiene otros compuestos muy interesantes para la piel como los ácidos grasos oleico y linoleico, el escualeno (antioxidante y desintoxicante), esteroles o carotenoides.
Beneficios del aceite de argán para la piel de la cara
Las mujeres marroquís han usado durante siglos el aceite de argán como remedio para cuidar y embellecer su piel. Estos son sus principales beneficios:
- Hidrata la piel: tal vez esta sea la propiedad más conocida del aceite de argán y se debe principalmente a que la vitamina E fortalece la barrera cutánea y evita la pérdida de humedad de la piel y la descamación. También el escualeno ayuda a evitar la deshidratación cutánea.
- Evita el envejecimiento prematuro: ayuda a recuperar la elasticidad de la piel y aporta suavidad y luminosidad al rostro.
- Protege del daño solar: las mujeres bereberes antiguamente ya usaban el aceite de argán para protegerse del daño en la piel producido por el sol del desierto. Esto no significa que se deba usar en lugar del protector solar, sino que su actividad antioxidante podría ayudar a proteger la piel de las quemaduras y la hiperpigmentación.
- Reduce la inflamación: la vitamina E, el ácido linoleico y los polifenoles tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ser de gran ayuda en trastornos de la piel como la psoriasis, la rosácea o la dermatitis atópica.
- Ayuda a cicatrizar: su efecto antioxidante y su contenido en acido oleico mejoran la regeneración de la piel y podrían acelerar un poco la curación de las heridas.
- Reduce el acné: es un aceite de textura ligera que regula la producción de sebo. Su uso ayuda a reducir la aparición de granos y exceso de sebo en la piel.
¿Cómo usar el aceite de argán en la cara?
Lo primero que debes tener en cuenta si vas a usar aceite de argán en la cara es que sea de buena calidad. En el mercado pueden encontrarse multitud de productos que contienen este aceite como ingrediente y también el aceite de argán solo, y debes asegurarte siempre de que sea orgánico y sin ningún tipo de aditivos.
El aceite de argán es apto para cualquier tipo de piel, ya sea seca o con tendencia grasa. Sin embargo, a algunas personas les puede provocar irritación y conviene hacer siempre una prueba en una pequeña zona antes de usarlo en áreas más extensas.
Para usarlo, aplica un par de gotas en la palma de tu mano y extiéndelas por el rostro limpio haciendo un pequeño masaje circular para que se absorba bien. Puedes repetirlo a diario, idealmente por la noche antes de acostarte.
También puede tomarse en forma de suplemento dietético, para nutrir la piel desde dentro. En este caso, conviene adquirirlo de calidad y fijarse en la dosis recomendada por el fabricante pues la concentración puede variar. Si eres alérgico a los frutos secos, debes consultar a tu médico antes de tomarlo.