¿Cuál es la clave de una comida saciante? Elegir ingredientes que aporten un alto valor nutritivo.

El maíz, como ingrediente en la cocina, se adapta a casi todo tipo de recetas debido, principalmente, a que se puede encontrar en un sinfín de presentaciones distintas. Además de fresco en los meses de temporada, se puede adquirir congelado o envasado, en forma de copos, en sémola o polenta, o en forma de harina, para la preparación de bizcochos y productos de repostería; no siempre dulces, como muestran estas magdalenas de queso.

El trigo, y por lo tanto también el cuscús, especialmente si es integral, se considera un alimento básico, pues tiene unos principios nutritivos en una relación muy equilibrada y óptima para el desarrollo del organismo humano. El cuscús refinado pierde buena parte de su contenido nutritivo, sobre todo la fibra y ciertas vitaminas. Sin embargo, contiene aún una elevada cantidad de hidratos de carbono, en forma de almidón, es decir, de absorción lenta.

Además, la vitamina B1 o tiamina contenida en el cuscús (0,16 mg/100 g) lo convierte en una fuente de energía aún más eficiente, ya que las enzimas que participan en la asimilación de la glucosa necesitan de esta valiosa vitamina del grupo B.

Por otra parte, tenemos en los frutos secos a los mejores aliados para obtener mucha energía. La proporción de nutrientes en los pistachos crudos es muy equilibrada. Aportan entre otros nutrientes nada menos que un 20% de proteínas vegetales, tanto como las legumbres (aunque se toman en medio cantidad). Los combinamos en un arroz dulzón ideal para un fin de semana.

La última estrella del poder saciante es la patata. En esta receta proponemos hornearla con cebolla para que las texturas se compensen, en un pastel que podemos complementar con trocitos de seitán si queremos aumentar su capacidad nutritiva.

9 recetas vegetales especialmente saciantes

Más recetas: