Hay personas para las que conversar y generar una buena conexión con los demás parece que sea algo sencillo y natural, que les brota sin esfuerzo alguno. Para otras, en cambio, mantener una charla distendida con una persona que no conocen o que no es de su círculo íntimo se convierte en un auténtico reto, lleno de silencios incómodos.

De acuerdo con la Dra. Jenny Woo, investigadora formada en Harvard, la diferencia entre unos y otros está en la inteligencia emocional, la capacidad de comprender, utilizar y gestionar las propias emociones de forma positiva para comunicarse de forma eficaz, empatizar con los demás y construir relaciones más sólidas.

Esta experta ha dedicado gran parte de su carrera a explorar cómo nos comunicamos y ha identificado 3 cosas que las personas que se comunican mejor y tienen una elevada inteligencia emocional siempre hacen cuando conversan con los demás. Las repasamos a continuación.

1. Preguntas que muestran un interés genuino

Las personas emocionalmente más inteligentes tienen una capacidad excepcional para introducir preguntas en cualquier conversación para despertar y mantener el interés”, explica la experta.

Las preguntas que suelen hacer al principio de la conversación buscan conocer a la otra persona, indagar en sus experiencias, pensamientos y sentimientos. Se trata de preguntas abiertas del tipo: ��¿Qué piensas sobre…?” o “¿Qué opinas de…?”.

La capacidad para mostrar conciencia social y la empatía, dos características de las personas con inteligencia emocional, les permiten ir introduciendo preguntas sobre el interlocutor de forma natural, sin parecer demasiado curiosos o intrusivos.

Muestran un interés genuino por la otra persona que los lleva a conectar tanto a nivel intelectual como emocional. De acuerdo con la doctora, tras la interacción con este perfil de personas, la otra persona se siente “vista, escuchada y valorada.

2. Adaptar al tono verbal y al lenguaje corporal

¿Te ha pasado alguna vez que acabas de conocer a alguien, pero al instante te resulta cercano y familiar? Puede deberse a que te está imitando. No se trata de hacer mímica, sino de adaptar sutilmente el comportamiento, los patrones de habla y el lenguaje corporal al del interlocutor.

Las personas con una alta inteligencia emocional tienen la habilidad de leer las señales sociales e imitar a las personas con las que hablan para profundizar en la conexión”, explica Woo.

En una muestra más de empatía, este tipo de personas presta mucha atención al tono, el ritmo al hablar y la elección de palabras de su interlocutor y lo reflejan en sus respuestas.

La adaptación al estilo de comunicación de la otra persona no es una falta de autenticidad, sino una forma de generar confianza y mostrar respeto, así como la manifestación externa del deseo de empatizar y conectar a un nivel más profundo con el otro.

3. Compartir los errores y fracasos

Las personas con un elevado nivel de inteligencia emocional comparten abiertamente sus reveses”, explica la Dra. Jenny Woo. Son personas que no tienen miedo a mostrar sus miedos y fracasos y que ven lo que supuestamente sería una vulnerabilidad como una fortaleza y un medio para construir conexiones más profundas.

La inteligencia emocional implica tener seguridad, saber que los errores no nos definen y que no tenemos por qué complacer siempre a los demás o gustar a todo el mundo. Más que en lamentarse, este tipo de personas se centra en ver qué puede aprender de sus errores.

Una de sus principales habilidades, como ya hemos visto antes, es la de observar al interlocutor. Así, pueden ver cómo reaccionan e identificar formas de conectar mejor, convirtiendo lo supuestamente negativo en posibles puntos de unión con la otra persona.  

Al compartir tanto sus experiencias positivas como negativas, las personas con una alta inteligencia emocional alientan a quienes las rodean a compartir, aprender y crecer juntos”, concluye Woo.