Se suele decir que, a veces, menos es más. Eso mismo opina Tim Ferriss, autor de La semana laboral de 4 horas, y una de las mentes visionarias que apuesta por conseguir más con el menor esfuerzo posible. De hecho, Ferriss confía en el principio del 80/20. El 80% de los resultados provienen del 20% de las acciones. Y por eso recomienda a sus lectores lo siguiente: “Céntrate en ser productivo en lugar de estar ocupado”.

Pero ¿qué tiene que ver esto con ordenar el armario, preparar la comida o limpiar el salón? Te hemos prometido que en estas tareas que puede que te estresen, está la auténtica clave del bienestar emocional. Y la explicación se resume en una sola y peculiar palabra anglosajona: puttering.

¿Qué es el puttering?

No te alarmes. Aunque en español suena regular, el puttering es un término anglosajón que nada tiene que ver con asuntos más oscuros. De hecho, es tan sencillo y natural, que sorprende que no muchos lo practiquen. Que solo aquellos que han demostrado tener una mayor inteligencia emocional, lo integren en su día a día. Y eso que grandes genios del momento, como Jeff Bezos y otras personalidades del mundo empresarial y creativo, aseguran que lo practican a diario.

Pero, ¿qué es esto del puttering? Es el acto de hacer pequeñas tareas cotidianas de forma relajada y sin prisa. Ordenar el armario, limpiar la cocina, arreglar la estantería. Cualquiera de estas tareas que llevas semanas aplazando, servirá. Porque lo importante es que lo hagas sin ningún objetivo específico, sin la presión de ser productiva. Se trata, sencillamente, de disfrutar del proceso, de la calma que nos ofrece hacer algo simple, sin esperar un resultado inmediato o concreto.

Enciende la radia, ponte un audiolibro, un podcast o tu disco favorito, y disfruta del pasar de las horas en esta forma de “vaguear” mientras haces algo que te beneficiará. Porque dar orden a tu hogar siempre es bueno para ti. Pero no pierdas de vista el objetivo: desconectar y relajarte mientras haces algo tranquilo, que no te provoque ningún estrés.

¿Por qué es bueno el puttering desde el punto de vista psicológico?

Seguro que te estás preguntando, ¿cómo fregar los platos puede ayudarme a nivel psicológico? En realidad, el impacto positivo del puttering no recae en la tarea elegida, siempre y cuando esta cumpla una particular característica: debe ser sencilla.

La psicología nos demuestra que hacer actividades simples y sin presión, permite al cerebro desconectar de las preocupaciones diarias y entrar en un estado de relajación. Al no estar enfocada en lograr un objetivo específico, esas actividades permiten que el estrés disminuya, promoviendo la calma mental.

Y la razón por la que tantas personas emocionalmente inteligentes practican este hábito es porque saben lo que es bueno para su mente. Además, esta práctica nos ofrece otros beneficios interesantes, como los siguientes:

  • Fomenta la creatividad. Dedicarnos a tareas ligeras y cotidianas, hace que la mente tenga espacio para vagar, lo que fomenta la creatividad. Estas actividades nos dan lo que se llama “descanso activo”, que son espacios en los que podemos reflexionar sobre ideas sin estar bajo presión. Es especialmente útil si tienes que resolver algún problema complejo o estás desarrollando algún proyecto importante.
  • Sensación de logro. A través del puttering puedes experimentar una pequeña victoria completando una tarea sencilla. Esto hará que tu cerebro te recompense con una saludable dosis de dopamina, hormona de la recompensa y uno de los neurotransmisores de la felicidad. Y esta sensación de control, de logro ajeno a plazos y expectativas, es esencial para la salud mental.
  • Mindfulness natural. Por último, el puttering nos ayuda a practicar el mindfulness de forma natural. Cuando te dediques a actividades simples, como cuidar de tu jardín, doblar la ropa, tejer, limpiar u ordenar, deja que tu mente se fije en cada detalle. Así reducirás los pensamientos sobre el pasado y el futuro, y todo lo que te preocupa, angustia y estresa.

Llevando el puttering a otro nivel

El simple hecho de dedicar tiempo a no pensar en nada, y poner tu atención en una tarea sencilla, hará que tu mente fluya a otro nivel. Pero hay algunas actividades en particular que, según la psicología, llevan el puttering a otro nivel.

  • Jardinería. La jardinería es una actividad clásica de putteringque añade el componente esencial de conectarnos con la naturaleza. El cuidado de las plantas requiere de atención y paciencia, pero sin un objetivo exigente. Gracias a ello, nos ofrece una sensación de calma, y la satisfacción de ver que nuestros esfuerzos hacen que las plantas crezcan.
  • Limpieza y organización. Un espacio organizado es esencial para tener la mente clara, si bien las mentes más creativas pueden necesitar un poco de caos controlado. Por eso, tareas sencillas como ordenar los libros de la estantería, organizar el escritorio o limpiar (de forma no rigurosa) puede ser muy relajante. Hará que tu entorno sea más agradable, lo cual tiene un impacto increíble sobre la salud mental.
  • Cocinar. Cocinar u hornear es otra actividad de puttering con claros beneficios extras. Para empezar, porque dará como resultado una deliciosa creación culinaria que disfrutar. Y, además, porque permite usar la creatividad sin una meta apremiante. Preparar una receta de forma tranquila y meticulosa te puede ayudar a desconectar de las preocupaciones diarias.
  • Manualidades. Las actividades como el dibujo, la pintura o cualquier otro arte manual pueden ser extremadamente beneficiosas para el bienestar emocional. Estas actividades permiten expresar emociones y pensamientos sin perseguir la perfección. Con ellas, la creatividad fluye de forma natural, y al hacerlo sin expectativas, sin esperar resultados, promueven la sensación de libertad emocional y concentración plena. Son perfectas para fluir.