¿Qué es un genio? Para Craig Wright, doctor en musicología que ha estudiado durante dos décadas a los grandes genios de la historia de la humanidad, “un genio es una persona con poderes mentales extraordinarios cuyos originales trabajos o conceptos cambian a la sociedad de alguna forma significativa para bien o para mal en todas las culturas y a lo largo del tiempo”. Hablamos de figuras como Albert Einstein, Virginia Wolf, Beethoven, Pablo Picasso, Walt Disney y, según Wright, otros grandes genios modernos, como Steve Jobs, Bill Gates, Bob Dylan, Oprah Winfrey y Lady Gaga. Sí, Gaga está en la lista de los grandes genios de este profesor de Yale.
Y puede que pienses que lo que todos estos genios tienen en común es un alto coeficiente intelectual, pero no tiene nada que ver con eso. De hecho, para Wright “el coeficiente intelectual y las notas académicas están sobrevaloradas”. Lo que convirtió a todas otras personas es algo distinto, y parece radicar en el centro de cuatro rasgos de personalidad muy diferenciados, que el experto explora en su libro The Hidden Habits of Genius. ¿Crees que te sentirás identificada con alguno de ellos?
Con una curiosidad insaciable
“No tengo talentos especiales. Solo soy apasionadamente curioso”, dijo una vez Albert Einstein. Y es este rasgo el denominador común que se esconde tras las grandes mentes. Una curiosidad que no conoce límites.
Los genios, así como las personas con altas capacidades, no se conforman con las respuestas sencillas. Quieren aprender el porqué y el cómo de cada cosa. Es esta curiosidad insaciable la que los lleva a cuestionar lo establecido, a explorar nuevas fronteras del conocimiento.
Si eres una persona que investiga a fondo todo aquello que llama tu atención, es posible que seas una persona con altas capacidades. Y es que, más allá de la concepción clásica de este término, las altas capacidades van más allá del coeficiente intelectual. Son una forma de procesar la información y entender la experiencia humana. Para algunos, incluso, una forma de neurodivergencia.
Llenos de imaginación
Otro rasgo fundamental en los genios es la capacidad de imaginar. Las personas con altas capacidades se permiten pensar por diversión, de forma lúdica y abierta, como si no hubiera reglas. Albert Einstein solía visualizar los problemas físicos complejos mediante experimentos mentales, imaginando las posibles soluciones en su mente antes de llegar a las revolucionarias conclusiones que lo convirtieron en el genio que todos recordamos.
La imaginación activa permite a los grandes genios crear conexiones inesperadas entre asuntos tan dispares como la tecnología y el diseño. Ahí tenemos a Steve Jobs, que aunando estas dos ideas consiguió revolucionar toda una industria. Y este enfoque no se limita a la ciencia y la tecnología, sino que también se manifiesta en el arte, la literatura y la filosofía, disciplinas en las que las ideas originales y los conceptos visionarios de los grandes genios solo pueden nacer de un desbordante poder imaginativo.
Rebeldes por naturaleza
La rebeldía, en el mejor sentido de la palabra, es otro de esos rasgos que diferencias a las grandes mentes. Y es que la inteligencia no está hecha para obedecer ciegamente. Tampoco se trata de desobedecer sin razón, pero, como suele decirse, hay que romper unos cuantos huevos para poder hacer una tortilla.
O lo que es lo mismo, es necesario cuestionar el statu quo cuando este no tiene sentido o limita el progreso. Personas como Steve Jobs o Rosa Parks, que marcaron la diferencia en la historia de la humanidad, consiguieron ser quienes fueron porque se atrevieron a pensar diferente, a desafiar las normas establecidas.
Este rasgo permite a las personas con altas capacidades romper barreras y abrir nuevos caminos, cambiando la manera en que las sociedades entienden la realidad o afrontar sus retos. La rebeldía, por tanto, no es solo un acto de resistencia. Es también una herramienta para crear un impacto profundo en el mundo.
Pensamiento lateral y desajuste creativo
Para acabar, uno de los rasgos más fascinante de las personas con altas capacidades es la habilidad de pensar lateralmente. Es decir,de abordar los problemas desde ángulos poco convencionales.
Los genios tienen la habilidad de integrar ideas de campos aparentemente desconectados. O, en palabras de Craig Wright, tienen un “desajuste creativo”. Lo vemos claramente en Leonardo da Vinci, que combinaba conceptos de anatomía, arte e ingeniería, para dar lugar a inventos y obras maestras que aún hoy nos dejan sin aliento.
Esta capacidad interdisciplinaria ha sido la clave de muchos avances históricos. Al conectar conceptos de diversas áreas, los genios logran transformar ideas comunes en soluciones extraordinarias. La capacidad de ver más allá, de combinar disciplinas y “reciclar” lo aprendido en áreas diversas es uno de los rasgos más poderosos que definen a estas mentes.