En estas fechas llenas de luces y listas de compras, es fácil perder de vista el auténtico espíritu navideño (ese que nos habla de amor, paz y armonía), cayendo en el mito de que la Navidad gira en torno a encontrar el regalo perfecto. Desde el último aparato tecnológico que puede facilitarte la vida, a esa preciosa joya cuidadosamente envuelta, todos nos lazamos a la caza del mejor regalo. Ese que sorprenda a los que queremos, aquel que demuestre mejor nuestro amor.
Pero ¿qué pasaría si el regalo más valioso que puedas dar estas Navidades no se encuentra en las tiendas? Marian Rojas Estapé, tan sabia como siempre, nos invita a hacer una importante reflexión navideña. Y tiene que ver, precisamente, con la búsqueda del regalo perfecto para estas fechas.
Un regalo que no encontrarás bajo el árbol
Quizá una de las lecciones más importantes que podemos aprender de estas fechas es la siguiente: es muy fácil caer en la trampa del consumismo, sobre todo cuando la publicidad nos bombardea con mensajes que asocian la felicidad con lo material. Con los objetos. Con los regalos.
Pero la magia de la Navidad no está en la cantidad de regalos que haya debajo del árbol, ni en el precio de estos. Está en los momentos compartidos. Por eso, Marian Rojas Estapé asegura que “el mejor regalo siempre será tu tiempo y tu atención”. Y es que, según la experta, “lo más valioso que tenemos todos es el tiempo, y no hay mejor regalo que ese”.
Seguro que si echas una mirada al pasado y piensas en las mágicas Navidades de tu infancia te cuesta recordar todos los regalos que te esperaban bajo el árbol. Pero no habrás olvidado el olor de la comida sobre la mesa, las risas de tus padres, los abrazos de tus abuelos o las travesuras compartidas con primos y hermanos. Al final, lo que queda en la memoria, el regalo más eterno, es el tiempo que disfrutamos junto a los demás.
Lo que realmente importa y el impacto emocional del tiempo
“Porque al final, lo que realmente importa no es lo que das, sino cómo haces sentir a quien lo recibe y comparte ese regalo contigo”, nos explica Rojas Estapé desde sus redes sociales. Dar tiempo y atención no es solo un acto de generosidad para los demás, es un acto de amor hacia nosotros mismos. En un mundo donde las distracciones son constantes, regalar atención genuina es un gesto poderoso que mejora la vida de todos.
Está comprobado, así lo demuestra el estudio más ambicioso jamás realizado sobre la felicidad por la Universidad de Harvard, que la verdadera clave de la felicidad está en las relaciones. No se trata de lo que sucede, sino de quién nos rodeamos. Con quien lo compartimos.
Así que ese abrazo lleno de cariño, una conversación sincera o incluso un mensaje de ánimo, puede ser un regalo muchísimo más valioso que cualquiera que puedas comprar en una tienda. Porque a diferencia del último smartphone o ese precioso chaquetón, la compañía, la atención, el tiempo de calidad junto a los que amas, sí da la felicidad.
Además, regalar tiempo en estas fechas significa salir de la rutina, desconectar del móvil y mirar a los ojos a quienes nos rodean. Es un acto de presencia plena, un compromiso de estar física y emocionalmente. Y no hay nada que pueda sanarnos más en estas últimas semanas del año, que a veces resultan tan estresantes.
Formas sencillas de regalar tiempo y atención estas fiestas
Si esta idea resuena contigo, quizá te preguntes cómo llevarla a la práctica. Aunque puede ser tan sencillo como dedicar cinco minutos a los demás, a escucharlos y acompañarlos, hay muchas formas de convertir el tiempo y la atención en un regalo. Y ninguna de ellas puede colocarse debajo del árbol con un bonito lazo.
Crea momentos especiales. Organiza una actividad especial con alguien a quien quieres. Podéis cocinar algo juntos, dar un paseo por la naturaleza, visitar una feria navideña. Lo que sea. Lo importante es que disfrutéis de ese tiempo en compañía.
- Escribe un mensaje especial. Unas palabras sinceras pueden marcar la diferencia. Dedica unos minutos a escribir cartas o notas para expresar tu gratitud y aprecio por quienes forman parte de tu vida.
- Ofrece tu atención plena. Durante las reuniones familiares o encuentros con amigos, guarda el móvil y presta atención activa. Escucha con interés, haz preguntas y demuestra que te importa lo que la otra persona comparte contigo.
- Regala experiencias. Por último, una forma de colocar algo especial bajo el árbol que implique dar tiempo de calidad a los demás, es regalar experiencias. Unas entradas para un concierto, una sesión de cine o una escapada a algún lugar con encanto. Estas experiencias crearán recuerdos inolvidables, y sí se pueden envolver con un bonito lazo navideño.