A todos los ha sucedido alguna vez. Tienes que tomar una decisión, elegir un camino que será determinante para el resto de tu vida. El miedo, la falta de confianza y otras tantas emociones aparecen y, con ellas, llegan los famosos pensamientos negativos. Lo ves todo oscuro, parece imposible avanzar desde este punto. Y, en parte, es cierto. No estás en el lugar adecuado para avanzar.
Mario Alonso Puig, autor de El camino del despertar y un gurú de la felicidad consolidado en nuestro país, tiene la clave para eliminar esos pensamientos negativos y ver con claridad qué debemos decidir en cada momento. ¿Quieres saber en qué consiste este truco infalible? Te lo contamos.
El flujo del pensamiento
Lo primero que Alonso Puig nos pide que tengamos en consideración es lo siguiente. En realidad, los pensamientos no tienen peso ni dimensión por sí mismos. Por tu mente aparecen cientos y cientos de pensamientos al minuto, pero solo a aquellos a los que prestas atención acaban adquiriendo volumen, cierto color en tu mente.
Esta, explica el gurú de la felicidad, es la clave para acabar con los pensamientos negativos.
Pongamos un ejemplo. A tu mente llega el pensamiento “qué voy a cenar hoy”. Ese pensamiento es, en principio, inofensivo. Pero si lo sostienes y prestas toda tu atención sobre él, empezará a crecer. Quizá repases mentalmente la lista de alimentos que tienes en casa, empieces a imaginarte comiendo en un restaurante, o saboreando tu plato favorito. El pensamiento, entonces, adquiere dimensión, peso.
En lugar de dejarnos llevar por este mecanismo natural, el gurú de la felicidad nos recomienda adoptar una posición contemplativa. “En lugar de prestarle atención, lo veo pasar y llevo mi atención al presente”. Para hacerlo, el experto asegura que “el mejor eje es el cuerpo”.
Por medio de este pequeño cambio, Alonso Puig afirma que podemos alcanzar una zona de calma mental, en la que ocurre el milagro.
Claridad mental
El ejercicio sería algo así como tomar asiento en tu propia mente y ver tus pensamientos pasar, sin darles peso, ni dimensión. Simplemente observándolos. Sin hablar con ellos. Sin juzgarlos. Contemplación.
Puig afirma que “hay que vivirlo, porque no se puede explicar con palabras fácilmente” lo que sucede cuando alcanzas esa zona de calma. Aunque el experto nos da un pequeño adelanto.
Cuando estás ahí, empiezan a brotar tus talentos y capacidades, así como una intuición profunda, que te permite observarlo todo con renovada claridad.
Es en este estado de calma, de contemplación, donde las decisiones complejas se vuelven simples. Incluso aquellas elecciones que nos parecían imposibles, pasan a verse con cristalina claridad. Es evidente, de repente, porque la opción B siempre fue mejor que la A. Sencillamente, el ruido de tu mente, tus pensamientos negativos y tu atención difuminada, te impedía verlo.
Técnicas para centrar la mente en el presente
Parece, por tanto, que todo lo que Mario Alonso Puig nos recomienda podría resumirse en pocas palabras. Lo único que necesitas es concentrarte en el presente. Es fácil decirlo, pero conseguirlo es todo un reto. Por eso a continuación te dejamos una lista con algunos ejercicios que puedes realizar para conseguirlo.
Meditación de atención plena
- Encuentra un lugar tranquilo, siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos.
- Concentra tu atención en la respiración, observando como el aire entre y sale de tu cuerpo. Siempre el movimiento de tu abdomen al inhalar y al exhalar.
- Acepta los pensamientos que surjan. Cuando te distraigas con pensamientos, no te frustres. Simplemente, reconoce que has perdido la concentración y vuelve a dirigir tu atención a la respiración.
- Práctica durante 5 o 10 minutos al día, aumentando gradualmente el tiempo.
Ejercicio de los cinco sentidos
- Tómate un momento para observar a tu alrededor. Respira profundamente, y empezamos.
- Enumera cinco cosas que puedas ver. Observa sus detalles, sus colores y formas.
- Toca cuatro cosas que haya a tu alrededor. Siente la textura del objeto, la temperatura del aire.
- Identifica tres cosas que puedes oír. Escucha atentamente cada sonido. El canto de los pájaros, el ruido de la ciudad, las voces en la calle.
- Enumera dos cosas que puedes oler. Si no hay olores presentes, imagina tu aroma favorito.
- Identifica una cosa que puedes saborear. Si acabas de comer algo, quizá sientas su regusto. O quizá tan solo sientas el sabor de tu saliva. También puedes intentar recrear ese sabor en tu mente.
Técnica del anclaje
- Elige un gesto o una acción. Puede ser tocarte la mano, respirar de forma profunda o hacer una pausa.
- Asocia el gesto a la atención plena. Cada vez que realices el gesto, repite mentalmente “estoy aquí y ahora” o, simplemente, respira de forma profunda.
- Practica el gesto en diferentes momentos. Cada vez que lo uses, debes recordarte a ti misma que debes conectar con el presente. Con el tiempo, el gesto se convertirá en un recordatorio automático que te permitirá conectar con la sensación de calma y de conexión con el presente.