Tener una buena autoestima es fundamental para el bienestar psicológico y emocional, puesto que influye en muchos aspectos importantes de la vida. Es esencial para gestionar el estrés, la ansiedad y los desafíos que aparecen en nuestra vida. Una clave indiscutible de las relaciones saludables. Una base indispensable para construir una vida exitosa, para perseguir tus metas y desarrollar resiliencia.
Y, sin embargo, la OMS asegura que uno de cada cuatro jóvenes de entre 7 y 17 años sufre de baja autoestima. Su impacto sobre la salud, afirma la organización, es brutal. Pero ¿a qué se debe esta falta de amor propio que parece ir en aumento incluso entre los miembros más jóvenes de nuestra sociedad? Mario Alonso Puig parece tener las claves.
¿Qué es la autoestima y cómo se construye?
Según la psicología, la autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos, basada en la percepción de nuestras cualidades, capacidades y valor esencial. Se trata de un componente emocional y subjetivo que influye directamente en cómo nos enfrentamos a la vida, a nuestras decisiones y a nuestras relaciones.
Pero, ¿cómo se construye esta valoración personal? La teoría clásica psicológica apunta que la autoestima comienza a construirse en la infancia. Los niños empiezan a desarrollar su autoconcepto durante los primeros años de su vida, y sus vínculos emocionales con los padres, el entorno familiar y las experiencias cotidianas juegan un papel crucial en este proceso.
Tener apoyo, cariño, validación y respeto durante la infancia puede contribuir a la construcción de una autoestima positiva y estable. Sin embargo, un ambiente crítico y de rechazo, puede apartar al niño de esta construcción positiva, haciendo que desarrolle una autoestima negativa.
Mario Alonso Puig, autor de El camino del despertar, y todo un referente en salud mental, reconoce que su infancia trascurrió sin faltas de respeto. Alguna vez escuchó algo que no le gustó oír, pero jamás contra su propia valía. Quizá le dijeron “tu cuarto está desordenado”, jamás “eres desordenado”. El experto asegura que esto es importante para la construcción de la autoestima, y sin duda le ayudó a conseguir una buena imagen de sí mismo, pero añade que “la autoestima depende en gran medida de nosotros mismos y de cómo nos hablamos”.
Tu autoestima depende de ti
Si tu infancia y tu entorno no contribuyeron a que desarrollaras una autoestima saludable, es probable que ya te hayas enfrentado a diversos problemas de confianza, salud mental y otras tantas problemáticas asociadas a esta carencia. No puedes cambiar tu pasado, eso es indudable, pero Alonso Puig afirma que sí puedes construir una buena autoestima si tomas el control de esta.
“Nunca podré decir que la autoestima que yo tenga depende de otras personas, porque mucho depende de mí”, afirma el autor. Y es que, si tienes baja autoestima, seguro que alguna vez te has visto en la siguiente situación: alguien alaba tus habilidades o capacidades, y tú, por dentro, piensas que es mentira, que solo te está engañando y qué, en realidad, no sirves para nada.
Este diálogo interno, afirma Puig, es mucho más importante para la construcción de una autoestima sana que todo lo que otras personas hayan podido decirte a lo largo de la vida. Sin duda, la infancia es clave para jugar con buenas cartas en el juego de la autoestima, pero no es la única forma de conseguirla, ni asegura que la tengas en la adultez.
Cómo construir una autoestima sana
Construir una autoestima sana pasa por sanar heridas del pasado, asumir la responsabilidad (que no culpabilidad) de tu situación y asegurarte de trabajar cada día para construir una mejor relación contigo misma. Algunos consejos, avalados por diversos expertos en el campo de la salud, para conseguir una mejor autoestima son los siguientes:
Practica la autoaceptación
La autoaceptación consiste en reconocer y aceptar tanto tus virtudes como tus defectos. Al hacerlo, dejas de medir tu valor personal en función de estándares externos o de comparaciones con los demás, lo que reduce la presión y la ansiedad.
Cuando aceptas tus limitaciones sin juzgarte severamente, eres más capaz de enfrentarte a los desafíos con confianza. La autoaceptación te ayuda a construir una autoestima más sólida, porque te permite sentirte digno tal y como eres, sin la necesidad de cumplir expectativas imposibles.
Cuida tu diálogo interno
Tal como explica Alonso Puig, la forma en la que te hablas a ti misma es fundamental a la hora de construir una autoestima saludable. Si esa voz es negativa y crítica, acabará minando tu autoestima, haciéndote sentir incapaz y poco valiosa.
Al cambiar ese diálogo por uno más positivo y constructivo, te permites reconocer tus logros, errores y emociones de forma equilibrada, sin caer en la autocrítica destructiva. Un diálogo interno más amable te ayudará a ser más compasiva contigo misma, algo clave para mantener una autoestima positiva.
Practica el autocuidado
No basta con quedarse en el pensamiento, hay que pasar a la acción. Dedicar tiempo a cuidar tu cuerpo y tu mente es una forma de demostrarte amor propio. Integrar en tu vida hábitos saludables, como hacer ejercicio, comer de forma saludable, descansar bien y practicar técnicas de relajación o mindfulness, te ayudará a sentirte bien contigo misma, lo que reforzará tu autoestima.
Desarrolla tu autoeficacia
La autoeficacia es la confianza que tienes en tu capacidad para enfrentar situaciones y superar desafíos, y es una pieza fundamental en la autoestima. Cuando logres resolver un problema por ti misma, o alcances un objetivo, por pequeño que sea, prémiate. Esto reforzará la creencia de que eres capaz y competente.
Para aumentar tu autoeficacia, comienza fijándote pequeñas metas alcanzables, y celebra cada éxito, por pequeño que te parezca.