La vida moderna, marcada por la rapidez y el individualismo, ha llevado a muchas personas a sentir una profunda soledad y desconexión emocional. Expertos de toda clase, como la psiquiatra Marian Rojas Estapé, destacan la importancia de rodearnos de personas, de construir vínculos significativos, para sentirnos queridos. La ausencia de estas conexiones puede resultar perjudicial no solo para nuestra salud mental, sino también para nuestra salud física.

Rojas afirma que “no sentirme querido enferma”, al igual que sentirnos humillados. Es por eso que no basta con estar rodeados de gente. Tenemos que estar junto a las personas adecuadas. Es lo que ella define bajo el concepto de “personas vitaminas”. Encontrarlas es todo un desafío, pero pueden cambiarte la vida.

El impacto de la soledad en la salud

La OMS ya ha declarado a la soledad no deseada como la gran pandemia del siglo XXI. Cada vez nos sentimos más solos, y la soledad se ha convertido en un problema silencioso que afecta a millones de personas en la era de las comunicaciones.

Pero ¿cuál es el impacto real de la soledad? Los estudios prueban que la soledad crónica causa problemas de salud, como depresión y ansiedad, e incluso está relacionada con enfermedades cardiovasculares.

Este fenómeno parece estar relacionado con la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol, cuyos niveles aumentan cuando nos sentimos aislados.

Buscar, por tanto, a personas que nos hagan sentir acompañados, y bien queridos, es esencial para vivir sanos. Rojas subraya que "la gran vacuna para los próximos años es encontrar a personas en nuestro entorno que nos hagan bien, que nos ayuden, que sean nuestros amigos". En definitiva, necesitamos personas en las que confiar, personas vitamina".

La oxitocina y el bienestar

La pregunta es, ¿por qué es tan importante rodearnos de personas vitamina? Rojas Estapé explica que cuando estamos con personas que nos hacen bien, se activa “una sustancia maravillosa”: la oxitocina.

Como bien explica la experta, la oxitocina “está con nosotros desde el inicio de la vida”, dado que se origina durante el pacto y la lactancia. “Cuando estamos con nuestras personas vitamina, la oxitocina se libera, nos sentimos mejor, se fortalece el sistema inmune y nos sentimos mucho mejor con nosotros mismos y somos capaces de ser vitamina para los demás”, explica la autora de Encuentra a tu persona vitamina.

La ciencia avala las palabras de la experta, dado que es cierto que unos niveles elevados de oxitocina pueden hacer que tengamos una perspectiva más optimista del mundo, refuerza el sentimiento de pertenencia (vital para nuestro bienestar) y, en definitiva, incrementa nuestros medidores de bienestar.

Aprende a ser vitamina para los demás

Si quieres saber cómo encontrar a tus personas vitaminas, Marian Rojas Estapé es la persona indicada para buscar respuestas. Sin embargo, hay algo mucho más interesante en su discurso con lo que queremos quedarnos. Rodearnos de las personas adecuadas modifica nuestra química interna, y puede convertirnos en personas vitaminas para los demás.

Para hacerlo, te traemos algunos pequeños consejos. Porque convertirte en una persona vitamina es la mejor forma de atraer a tu vida a personas con la misma polaridad.

  • Practica la escucha activa. Dedica tiempo a escuchar a tus amigos y familiares. A veces, todo lo que necesitamos es a alguien que escuche sin juzgar. Pregunta cómo se siente y ofréceles apoyo genuino.
  • Pequeños gestos. Sorprende a tus seres queridos con pequeños actos de amabilidad. Estos pequeños gestos fortalecen los lazos emocionales y demuestran que las personas que te rodean te importan.
  • Dedica tiempo de calidad. Crea oportunidades en las que pasar tiempo con las personas a las que quieres. Organiza cenas, paseos o actividades al aire libre. El tiempo compartido enriquece las relaciones y permite la creación de recuerdos invaluables.
  • Abraza la vulnerabilidad. Anima a las personas a compartir sus sentimientos y pensamientos, creando un espacio seguro para ello. Ser vulnerable puede ser difícil, así que anímate a dar el primer paso. Compartir experiencias fortalece la conexión emocional.
  • Conviértete en un modelo a seguir. No se trata de dar grandes discursos, sino de mostrar con pequeños actos lo que significa “ser una persona vitamina”. Practica la gratitud y la positividad en tu vida diaria.