Los niños son grandes lectores. Con solo diez o quince minutos al día puede despertar su curiosidad e interés por saber qué va a pasar en la historia que hay en un libro. Pero, muchas veces, la obligación de leer un determinado tipo de libro o el no haber encontrado ese libro que le ha hecho despertar su verdadera pasión por la lectura, frustran los intentos por alimentar la lectura. 

Cómo alimentar la pasión por la lectura de los niños

Leer no solo es una afición. También aporta una serie de beneficios que, si se cultivan en el tiempo, ayudan a mejorar el pensamiento analítico, el vocabulario y la ortografía y gramática. 

La pasión por la lectura se puede empezar a alimentar desde que son bien pequeños con el simple hecho de leer cuentos, que además son esenciales para su desarrollo emocional. Pero una vez empiezan a interesarse por las letras y después a leer, existen varias actividades que pueden realizarse para ayudar a los niños a desarrollar su pasión por los libros. Entre ellas, las más destacadas son: 

Permítele elegir sus propias lecturas

Si bien es importante que los libros que lean sean acordes a su edad y desarrollo mental, no está de más permitirle leer los libros y géneros que más le atraigan. Es posible que esto haga que escojan libros para niños más adultos o más pequeños. En este sentido, si está empezando con la pasión por la lectura, no conviene cohibirlos, sino dejarlos y apoyarlos para que puedan entender lo que leen. 

Por ejemplo, si escogen libros de una edad superior, podría ser aconsejable leerlos antes para saber si tiene alguna escena no apta para su edad. Además, así podrás ayudarle a entender aquellas partes que le generen dudas. 

Premia la lectura

No quiere decir que se deba dar un premio cada vez que se ponga a leer, pero al principio, con el objetivo de alimentar esa pasión, un premio puede verse como una recompensa positiva por la que merece la pena ponerse a leer. 

Ellos se lo tomarán como un juego, sobre todo si después creas actividades relacionadas con la lectura, y al mismo tiempo generarás un hábito para leer todos los días, aunque solo sean unos minutos al día. 

Crea diversión con la lectura

Cuando un niño todavía está aprendiendo a leer es posible que un libro le frustre porque se canse de no avanzar demasiado en la historia. En esos casos, una idea puede ser ayudarle a leer, para que vaya más rápido y pueda sentirse útil. Pero también puede probarse con la dramatización del libro. Es decir, poner voces a los distintos diálogos, escenificar partes del libro... 

Incluso puede ayudar a fomentar esa pasión por la lectura el contarle qué puede encontrarse en el libro. Un ejemplo puede ser describirle alguna escena más importante del libro para ilusionarlo y incitar esa parte curiosa del niño por saber qué ocurre después. 

Muéstrale libros de distintos géneros

Si bien antes hemos comentado que es buena idea que sean ellos quienes elijan sus propias lecturas, puedes darles sugerencias de libros. Los niños pasan por diferentes fases en su lectura, momentos en que se decantan por un género u otro. Y ayudarles a tener opciones no es mala idea. 

Por eso, conviene que estés abierto a diferentes géneros y libros, incluso cuando estos sean sagas, series, trilogías... Al principio, sobre todo cuando aún no tienen el hábito de la lectura, pueden rechazarlos por ser demasiado extensos, pero con el tiempo eso puede cambiar. 

No debes obsesionarte con que lean un determinado tipo de libro (clásicos, modernos...), sino porque lean libros, da igual cuales sean mientras les gusten. Y eso incluye los cómics o mangas. 

Aprovecha su amor por un autor o personaje

En ocasiones, los niños se dejan llevar por un personaje concreto de un libro, de ahí que salgan varios libros con este protagonista. Si se aficiona a esa lectura, puedes alimentar esa pasión por los libros comprando otros que sean del mismo personaje o autor, ya que tendrás mayor probabilidad de que le guste lo que lea. 

Fomenta el contacto con los escritores

Si tienes la posibilidad de que, en tu ciudad, haya firmas de libros con autores de libros que puedan encajar en tu hijo o hija, aprovecha para sacar tiempo y acude a esas citas. Por un lado, ayudarás a que entienda que ese libro es el trabajo de una persona que ha inventado una historia. Le entusiasmará conocer al creador de ese libro, y si además le ha gustado, estará más predispuesto a conocerlo. 

Por otro lado, conocer al escritor y poder hablar con él hace que se sientan más reales, tanto los libros como el propio autor. Si además este cuenta cómo nació la historia, qué van a encontrar o hace un cuentacuentos, enriquecerá más esa pasión por la lectura en los niños.

Anima a que den su opinión sobre el libro

Cuando un niño termina un libro puede haberle gustado o puede que no. Es importante intentar que ellos mismos den una opinión acerca de la lectura porque les ayudará a explicarse, a describir y al pensamiento analítico en general. 

Fomenta la lectura con el ejemplo

Por último, cuando en un hogar la familia lee unida, la pasión por la lectura se consigue mucho más rápido. Dicho de otro modo, si los adultos leen a diario, los niños también lo harán.