El psicólogo Jim Taylor, profesor en la Universidad de San Francisco, declaraba para Psychology Today, que sigue sorprendiéndole la gran cantidad de personas que permiten que su “yo” del pasado tenga un impacto enorme sobre su presente. Y no solo sobre la identidad, sino también sobre los sentimientos, pensamientos y los vínculos del presente.

El experto explica que es habitual que cometamos errores en el pasado. O lo que ahora, con perspectiva, comprendemos como un error. El desarrollo de la corteza prefrontal, que es la que nos permite gestionar emociones fuertes y tomar decisiones conscientes, no termina de desarrollar hasta los 25 años (algunos estudios retrasan esta edad hasta los 30). Es por eso por lo que debemos aprender a perdonar a esa versión de nosotros mismos que lo hizo lo mejor que pudo, incluso si se equivocó, para abandonar la culpa, el odio y la vergüenza. Para hacerlo, el experto recomienda seguir estos ocho pasos.

Trabaja la empatía

La empatía es el punto de partida de este viaje hacia el perdón. Es importante que conectes con lo que sentías en ese momento pasado del que te avergüenzas, porque solo por medio de la conexión con esas emociones podrás aceptar, abrazar y brindar consuelo a esa otra versión de ti misma.

Da igual lo que hiciste, intenta comprender que no elegiste ser así. Fuiste víctima de tu cultura (tu familia, tus pares, la popularidad, la sociedad en sí misma) e intentabas sobrevivir a una situación que era abrumadora para una persona con una experiencia limitada.

Es necesario que sientas preocupación y compasión, deseo de cuidar a tu yo anterior, para alejar la ira y el dolor que sentías al rechazar a esa versión joven de ti misma.

Acepta tu humanidad

Puede que pienses que tu versión anterior era imperfecta, y, por tanto, no merecía amor ni respeto. Pero son estas mismas cualidades negativas, estos defectos e imperfecciones, los que hacen que seas digna de ambas cosas. Las imperfecciones nos hacen humanos.

Aceptar tu humanidad, que no siempre actuarás de forma admirable y te dejarás llevar por tus impulsos inconscientes (en especial en la juventud) es clave para aceptarte en todos los aspectos posibles. Esto te liberará de esa mala opinión que tienes de ti misma, que es injusta, y te absolverá de esos “pecados” que cometiste en el pasado.

Cuando lo consigas, el psicólogo recomienda que te des un “abrazo interno”, porque tras décadas de estar alejada de tu versión pasada, llega el momento de darle un abrazo, tanto literal como metafórico, para darle ese amor que anhelabas entonces, y seguías anhelando en el presente.

 

Perdona

Tras aceptar tu humanidad y conectar con la empatía, es hora de perdonarte a ti misma por las transgresiones de tu juventud. No naciste ni te criaste como una mala persona. No elegiste hacer cosas malas. Sencillamente, eras vulnerable, impresionable, necesitabas ayuda, una guía, y no tenías otra forma de actuar.

Fuiste víctima de muchos factores e intentabas manejar una situación insostenible. Así que perdona a tu yo del pasado, porque lo merece. Y perdona también a tu yo presente, porque ha llevado el peso de tu pasado durante demasiado tiempo.

Acéptate

Es hora de aceptar lo que fuiste, lo que hiciste y comprender que ya no hay nada que puedas hacer para reescribir el pasado. Ya has sufrido suficiente por tus errores, te has castigado y presionado durante demasiado tiempo. Es hora de parar.

Aceptar a tu yo del pasado te ayudará a seguir adelante. Concédele la “libertad condicional” a tu versión pasada, porque al emprender este viaje estás demostrando que te has rehabilitado. El pasado no puedes cambiarlo, pero puedes crear un futuro que te ayude a expiarlo.

Asume la responsabilidad

Los pasos anteriores son liberadores, pero no te libran de la responsabilidad de tus acciones. Por más que no seas culpable de lo que hiciste, sí eres responsable. Si actuaste mal y lastimaste a otros, es importante que entiendas que perdonarte a ti misma no revierte el daño que hiciste.

Por eso, para poder hacer las paces contigo misma, primero debes hacer algo muy incómodo: reconocer lo que hiciste y asumir la responsabilidad por tu comportamiento. Es tan sencillo como decir en voz alta, sin culpa, pero con responsabilidad: “Yo hice esto, me equivoqué, y lo siento mucho”.

Haz las paces

No puedes volver el tiempo atrás para corregir lo que hiciste. Pero el psicólogo Jim Taylor afirma que no es necesario para reconciliarte con tu pasado. Basta con que vayas hacia adelante en el tiempo, una capacidad que describe como mágica, y enmiendes tus errores ahí. “Hasta que desarrolles la capacidad de viajar atrás en el tiempo, el futuro es el único lugar donde puedes redimirte con buenas acciones”.

Sé tú mejor versión

Siguiendo con esta idea de la capacidad mágica de alterar el futuro, el Taylor recomienda a sus lectores tomar decisiones firmes, que te alejen de volver a ser la persona que fuiste alguna vez, para ser aquella persona que desearías haber sido en el pasado.

¿Quién quieres ser? ¿Cuáles son los valores que deseas que rijan tu vida? ¿Qué creencias y principios te guiarán a partir de ahora? ¿Qué impacto quieres tener en el mundo? Hazte estas preguntas, identifica las respuestas y podrás convertirte en tu mejor versión.

Vive mejor tu vida

Para acabar, Jim Taylor nos recomienda aprovechar este proceso para vivir mejor. Ahora que has hecho las paces con tu versión anterior, puedes quitarte el peso del pasado y vivir tu mejor vida.

Antes, deberás definir en qué consiste esta mejor vida, explorando tu significado y el propósito que le atribuyes a tu propia existencia. Debes definir qué valores priorizas, cuáles son tus aspiraciones, qué te resulta placentero y satisfactorio, qué te brinda alegría. Cuando hayas respondido a todas estas preguntas tan profundas, tendrás ante ti un camino claro que te llevará hacia la persona que quieras ser en el presente y en el futuro.