Investigadores de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, han descubierto un problema potencial de salud que afecta a millones de mujeres en todo el mundo: los metales tóxicos que se esconden en los tampones.

El estudio detectó en los tampones seis metales diferentes, incluidos plomo, arsénico y cadmio en una variedad de marcas de tampones que se venden en Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. Los metales pesados se encontraron tanto en los tampones ecológicos como en los convencionales. 

El descubrimiento fue publicado en la revista Environment International y plantea preguntas preocupantes sobre la seguridad de los productos de higiene femenina.

Plomo neurotóxico en los tampones

El hallazgo más impactante fue la presencia de plomo en todos los tampones analizados. Según los expertos en salud, para el plomo, una potente neurotoxina, no existe una dosis de exposición segura. Por eso su detección en un producto utilizado por las mujeres durante horas y en contacto con mucosas es particularmente preocupante, dada la naturaleza altamente absorbente del tejido vaginal.

La autora principal, Jenni Shearston, becaria postdoctoral en la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley, denuncia que se han realizado muy pocas investigaciones para medir las sustancias químicas en los tampones. Su estudio es el primer documento que mide los metales en los tampones y los resultados han sido muy negativos: se encontraron concentraciones de todos los metales, incluidos los más tóxicos, como el arsénico y el plomo.

Por el momento, no se conoce qué impacto tienen estos metales en la salud de las mujeres que usan tampones. Los autores del estudio dicen que las pruebas futuras tendrán que examinar qué cantidad de estos químicos son absorbidos por el cuerpo humano, y si hay otros químicos que se desprenden de los tampones y que también representen un riesgo.

había arsénico en el 95% de los tampones

Si bien el plomo fue el descubrimiento más alarmante, no fue el único hallazgo preocupante. El estudio detectó arsénico en el 95% de las muestras y cadmio en todas las muestras. Se sabe que ambos metales tienen efectos tóxicos para la salud humana.

Por ahora no se puede asegurar que los metales presentes en los tampones son absorbidos por el cuerpo. El estudio no ha podido determinar de dónde procede el plomo, que podría encontrarse en las materias primas, como el algodón, o se podría haber introducido como contaminante durante los procesos de fabricación.

¿Cuáles son las alternativas naturales y seguras a los tampones?

No es necesario exponerse a los metales pesados y otros tóxicos que pueden encontrarse en los tampones menstruales. Existen varias alternativas naturales y seguras para la higiene menstrual que son más sostenibles y, en muchos casos, más cómodas.

  • Copas menstruales: son pequeños recipientes de silicona médica que se insertan en la vagina para recoger el flujo menstrual.
  • Compresas reutilizables: son de tela y se adhieren a la ropa interior para absorber el flujo menstrual.
  • Ropa interior menstrual: está diseñada para absorber el flujo menstrual sin necesidad de tampones o compresas adicionales.
  • Discos menstruales reutilizables: son de silicona y se insertan en la vagina para recolectar la menstruaciñon. Se pueden usar durante las relaciones sexuales.