El género Hortensia incluye plantas ornamentales, comúnmente conocidas como hortensias, nativas del sur y el este de Asia y de América. La mayoría son arbustos de entre uno a tres metros de altura.
La hortensia común (Hydrangea macrofila) y la hortensia de montaña en particular son muy sensibles a un lugar demasiado soleado y al exceso de riego. Las hortensias paniculatas son un poco más robustas y fáciles de cuidar. Todas ellas tienen en común que resisten bien las bajas temperaturas del invierno, aunque hay algunas medidas que conviene adoptar cuando hace frío para que no lleguen muy debilitadas a la primavera.
cuidados de la hortensia en invierno
Como planta perenne, la hortensia resiste bien las bajas temperaturas incluso bajo cero. Sin embargo, debes cubrir el cuello de la raíz de 10 a 20 cm de altura con mantillo de corteza, compost o tierra de jardín.
Puedes envolver la planta con una tela transpirable, como un vellón de invierno. Es importante que no utilices ningún material hermético. Normalmente se recomienda haberla podado en otoño, pero si la planta ya es demasiado grande para envolverla por separado, evita podarla antes de la temporada invernal para que los brotes sensibles no queden expuestos a las heladas directas después de la poda.
La oscuridad puede ayudar en invierno
Las hortensias, como plantas de maceta, pasan el invierno mejor en el sótano, en el garaje o en un cobertizo del jardín. La protección contra las heladas y la oscuridad hacen que la planta reduzca al mínimo el ciclo metabólico.
Esta reducción al mínimo de su ciclo metabólico tiene una ventaja adicional y es que favorece la formación de cogollos en primavera. Tampoco hay poda, ya que no suelen morir los brotes. El único problema es que la temperatura no debe pasar de los 5 grados ni bajar de los 3 grados y debe permanecer relativamente constante.
Si no puedes darle oscuridad a la planta
Si no tienes un sótano o la posibilidad de mover la planta en la maceta, entonces es necesaria cierta preparación para la estación fría:
- Envuelve la maceta con una estera de coco o yute. No utilices espuma de poliestireno, ya que estos materiales herméticos no son adecuados.
- Además, la maceta debe trasladarse junto a una pared de la casa y/o colocarse sobre una tabla aislante para evitar que la escarcha del suelo entre en contacto con la maceta. En este caso, también se debe cubrir el suelo de la maceta con mantillo o similar y empaquetar la planta.
El riego de la hortensia en invierno
El consumo de agua de las hortensias es bastante alto, ya que la enorme cantidad de hojas hace que parte de la humedad se evapore a través de ellas. En verano es una planta que se debe regar todos los días, incluso dos veces si está en maceta. En cambio, el intervalo de riego se reduce en otoño y aún más en invierno. Asegúrate de que el suelo no se seque por completo.
Si utilizas un tipo de tierra adecuado, un suelo arcilloso rico en humus que almacena mucha humedad, no tendrás problema. No obstante, debe ser bastante suelta y permeable para evitar encharcamientos.
qué hacer Cuando llegue la primavera
Cuando acabe el invierno devuelve la hortensia a su ubicación habitual. Recuerda que la ubicación correcta es un factor importante para una vida larga y satisfactoria de esta planta.
Estas bellas plantas deben estar en un lugar sombreado o semisombreado. Esto es importante, ya que, de lo contrario, la tierra se secará demasiado rápido, cuando la hortensia, como hemos visto, la prefiere húmeda (pero no encharcada).
Además de las condiciones de iluminación, también hay que prestar atención en elegir un lugar lo más resguardado posible del viento para todas las especies.
Una vez en su sitio, y justo antes de que se formen las flores, será el momento de abonarla. Lo mejor para abonar las hortensias es utilizar un compost o virutas de cuerno.