Las plantas nos alegran la vida y está comprobado que convivir con ellas en nuestra casa o jardín nos aporta muchos beneficios para la salud: refuerzan nuestro sistema inmunitario, purifican el aire, mejoran estado de ánimo y reducen el ruido, entre otros.
Sin embargo, son muchas las personas que tienen problemas para cuidarlas y, desgraciadamente, se les acaban muriendo de forma prematura. Entonces, ¿cómo cuidar las plantas para que no se mueran? En este artículo te damos las claves.
Cómo cuidar las plantas para que no se mueran
Lo principal para evitarlo es elegir siempre plantas apropiadas para las condiciones climáticas y ambientales (luz, terreno…) de tu zona. Además, tener en cuenta algunas sencillas recomendaciones a la hora de cuidarlas evitará que se te mueran.
Cómo regar para que no se mueran las plantas
El riego es uno de principales factores relacionados con la muerte prematura de las plantas. Regarlas en exceso puede hacer que las raíces se pudran y proporcionarles poca agua puede causar su deshidratación.
Al adquirir una planta nueva conviene informarse sobre si necesita mucha agua o poca y cuál es la frecuencia de riego más apropiada. Además, ten en cuenta estas recomendaciones:
- Usa siempre agua templada, ni muy fría ni demasiado caliente.
- Revisa la tierra con regularidad y riega solo cuando la notes seca al tacto.
- Es mejor regar en profundidad (permitiendo que todas las raíces absorban agua) que ligeramente y con frecuencia.
- Utiliza macetas con orificios de drenaje y un platillo debajo para recoger el agua sobrante. Usar macetas sin agujeros hace que el agua se acumule en el fondo y las raíces se pudran.
- Vierte el agua directamente sobre la tierra alrededor de la base de la planta y deja que absorba el exceso de agua durante unas horas antes de vaciar el platillo de debajo.
Cómo trasplantar las plantas para que no se mueran
Las plantas van creciendo y llega un momento que es necesario trasplantarlas para que las raíces crezcan bien y la planta prospere. Al trasplantarlas, debes tener en cuenta lo siguiente:
- Recuerda que no conviene trasplantar durante la fase de crecimiento o floración.
- Asegúrate de elegir una maceta lo suficientemente grande y profunda para que quepan bien las raíces y que tenga agujeros de drenaje.
- Cubre el fondo de la maceta con cerámica rota o guijarros y llénala hasta la mitad con tierra fresca para macetas.
- Saca la planta con cuidado de su maceta original y (si es necesario) suelta un poco las raíces, procurando no dañarlas.
- Coloca la planta en la nueva maceta, vigilando que quede centrada y vertical, y cubre las raíces con tierra, sin presionar demasiado.
- Riega abundantemente la planta para que se asiente bien.
Cómo detectar las necesidades de las plantas
Las plantas nos informan, mediante cambios en sus hojas y su aspecto general, de sus necesidades. Es importante revisarlas periódicamente para detectar signos de problemas de exceso o falta de riego, infestaciones o infecciones que puedan provocar daños graves o incluso la muerte de las plantas.
- Si ves que las hojas están amarillas o marrones, flácidas y caídas puede que estés regando más de lo necesario. Asimismo, la aparición de moho u hongos en la superficie del suelo o en la propia planta puede indicar un exceso de agua. Si el tallo está blando, es una señal inequívoca de que la podredumbre de las raíces ya está avanzada y probablemente poco se podrá hacer para salvar la planta.
- Si, en cambio, las hojas están secas, más finas de lo normal, crujientes al tacto o con las puntas dobladas, es que les falta agua.
- Si las hojas están amarillas y no hay falta o exceso de riego, el motivo también puede ser una falta de abono o una iluminación incorrecta y hay que revisar las necesidades concretas del tipo de planta.
- Si detectas agujeros o decoloración en las hojas, puede que tenga una infestación y es el momento de tratarla para evitar daños mayores.
- Si las hojas están sanas, pero la planta no crece, revisa sus raíces, puede que haya llegado el momento de trasplantar la planta.
Cómo cuidar plantas suculentas para que no se mueran
Las plantas suculentas tienen unas necesidades especiales que las diferencian de otros tipos de plantas. En líneas generales, necesitan un buen drenaje y un riego abundante, pero poco frecuente (el exceso de riego suele ser letal para ellas).
- Necesitan mucha luz, pero indirecta, para prosperar. Si detectas que los tallos se espigan y estiran y cambia la forma habitual de la planta (algo que se conoce como etiolación) suele significar que no recibe la luz suficiente y conviene cambiarla de lugar.
- Prefieren el calor y niveles bajos de humedad. Hay que evitar exponerlas a temperaturas por debajo de los 5 °C.
- La mejor tierra para las suculentas es una mezcla de tierra con buen drenaje y partículas más grandes que permitan que el agua entre rápidamente y se drene desde las raíces sin compactar la tierra.
Cómo cuidar plantas tropicales para que no se mueran
Las plantas tropicales son fáciles de cuidar siempre que se respeten las condiciones climáticas específicas que necesitan para sobrevivir.
- La mayoría necesitan luz solar indirecta y brillante.
- Es importante mantener unos niveles de humedad altos. Puede ayudar tener un humidificador cerca de ellas.
- Las plantas tropicales prefieren temperaturas cálidas, entre los 15 °C y 24 °C. Hay que evitar exponerlas a temperaturas inferiores a 15 °C.
- Suelen necesitar que la tierra esté uniformemente húmeda (pero no mojada). Hay que regarlas de forma abundante y permitir que la tierra se seque ligeramente entre riegos.