Las mariposas, con sus impresionantes colores y diseños, no solo son unos insectos bellísimos que nos alegran la vista, son también esenciales para la salud y el equilibrio de los ecosistemas.

Sin embargo, cada día que pasa van a menos. De acuerdo con el proyecto Catalan Butterfly Monitoring Scheme (o Plan de Seguimiento de Ropalóceros de Cataluña), que sigue las poblaciones de mariposas en Cataluña desde el año 1994, en los últimos 30 años el 70% de las especies de mariposas se han reducido y hay 45 especies de mariposas diurnas amenazadas, 12 de ellas en peligro de extinción.

Por qué son tan importantes las mariposas

De acuerdo con la Asociación Zerynthia, que se encarga del estudio, la divulgación y la conservación de las mariposas y los lugares donde habitan, más allá de su indudable valor intrínseco, como cualquier otro ser vivo, y de su belleza, “las mariposas son indicadores de la calidad medioambiental y de la salud de los ecosistemas”.

Las mariposas se alimentan de néctar y transfieren el polen entre flores, un proceso que contribuye a la reproducción de las plantas y, en por lo tanto, a los alimentos que comemos. Además, en aquellas zonas en las que hay mariposas viven también otros invertebrados que conjuntamente aportan beneficios al medioambiente, como la polinización y el control de plagas.

Por otro lado, las mariposas forman parte de la cadena alimentaria de otras especies de animales (aves, murciélagos o mamíferos).

Cuáles son las causas de la desaparición de las mariposas

Según el Catalan Butterfly Monitoring Scheme las principales amenazas de las mariposas son:

  • La pérdida o reducción de sus hábitats naturales.
  • El mayor uso de plaguicidas, debido a la intensificación de la agricultura.
  • La urbanización del territorio.
  • El cierre de claros en zonas forestales.
  • El cambio climático, que afecta a la supervivencia de las flores y, en consecuencia, a la secreción de néctar.

La solución, claro está, tiene que pasar por un consenso colectivo que proteja a estos insectos tan necesarios. Sin embargo, también hay algunas cosas que podemos hacer a título personal para ayudar a las mariposas, como colocar en nuestro jardín o balcón plantas que las atraigan.

Plantas que atraen a las mariposas

Algunas plantas son especialmente beneficiosas para atraer a las mariposas y las puedes cultivar fácilmente en tu balcón o jardín. Estas son algunas de las más comunes y bonitas que puedes cultivar:

  • Brecina (Calluna vulgaris): este arbusto enano de la familia Ericaceae tiene hojas pequeñas y flores de color rosado que forman un racimo y se puede cultivar en macetas, aunque debes tener en cuenta que requieren suelos ácidos. Esta planta u otras de su familia, como el brezo blanco (Erica arborea) atraen a mariposas como la “Cuatro colas”, un espectacular lepidóptero de gran tamaño y con unos diseños espectaculares.
  • Romero (Rosmarinus officinalis): este arbusto aromático de la familia Labiatae, igual que la lavanda, la salvia y el tomillo, es una muy melífero y un gran proveedor de néctar para las mariposas, de acuerdo con la Asociación Zerynthia. También sirve como sustento de las larvas en el caso de algunas mariposas de la familia de los licénidos, un tipo de mariposas habituales en la ciudad.
  • Margaritas: estas flores de la familia Compositae tienen una gran importancia para el sustento de las mariposas por su aporte en néctar. Otras de la misma familia que también atraen a las mariposas son las gazanias, las caléndulas, los crisantemos, la manzanilla, los girasoles, las artotecas, la milenrama, el diente de león y la Echinacea.
  • Violetas: pertenecientes a la familia Violaceae, estas bonitas flores de color morado son, de acuerdo con la Asociación Zerynthia, plantas nutricias (que sirven para hacer las puestas y como alimento de las larvas) para algunas mariposas espectaculares, como es el caso de la “nacarada pandora” (Argynnis pandora), una de las mariposas más coloridas y grandes de la fauna ibérica, o de la mariposa “espejitos” (Issoria lathonia), una gran migradora.