Pasadas ya todas las celebraciones navideñas, llega la primera Luna llena del 2025. Conocida como Luna de Lobo, un animal muy asociado tradicionalmente a la luna, esta luna que estrena el nuevo año promete ser espectacular.
Además, en el mismo momento en que ocurra podrán verse también otros cuerpos celestes muy interesantes en el cielo nocturno. Te explicamos todo lo que debes saber para disfrutar de la magia de la Luna llena de enero de 2025.
Cuándo será la luna llena de enero 2025
La primera Luna llena de enero será el próximo lunes 13, en concreto a las 23:27 (hora peninsular de España). Así, la noche del 13 al 14 de enero la superficie de la luna estará iluminada al 100%.
Tanto la noche anterior como las posteriores, la Luna se verá prácticamente llena al ojo humano y podrás disfrutar de su belleza en la fría noche de enero. La noche anterior, la del día 12, estará iluminada al 95,3%, la del 14 al 99,85% y la del 15 al 98,6%.
Dado que la Luna llena de diciembre fue el día 15 de diciembre, antes del solsticio de invierno (que ocurrió el 21 de diciembre), la de enero será la primera luna llena de la estación fría.
Qué ver en el cielo durante la luna llena de enero 2025
La noche de Luna llena será ideal también para disfrutar de otros cuerpos celestes en el cielo nocturno del hemisferio norte. El día 13 podrá verse cerca de la Luna llena, un poco por debajo, el planeta rojo, Marte. Por encima de la Luna, se divisarán también las estrellas gemelas de la constelación de Géminis: Cástor y Pólux. De hecho, estas dos estrellas y la Luna estarán dispuestas casi en línea recta y serán visibles toda la noche.
Marte está en su punto más cercano a la Tierra el día 12 de enero y estará en fase de oposición (con la Tierra situada ente él y el Sol), los días 15 y 16, por lo que es un magnífico momento para verlo en el cielo nocturno.
Luna de Lobo y otros nombres de la luna llena de enero
Las Lunas llenas de cada mes reciben nombres inspirados en la naturaleza y la de enero se conoce como Luna del Lobo, un nombre que, de acuerdo con el portal Time and date, es de origen celta y hace referencia a la actividad de estos animales durante la primera parte del año. Otro nombre celta para esta luna es Luna tranquila.
En la cultura anglosajona, se conocía como Luna después de Yule (o Juul), un antiguo festival precristiano que celebraba el solsticio de invierno y que solía tener lugar alrededor del 21 de diciembre.
Los pueblos nativos americanos también tenían diversos nombres para esta Luna llena, muchos relacionados con el clima frío de esta estación, tal como explican en The Old Farmer’s Almanac: para el pueblo cree era la Luna fría o Luna helada; para los algonquinos era la Luna congelada; para los Assiniboine era la Luna central, pues tiene lugar en mitad del invierno, y para los dakota era la Luna severa o la Luna dura.
Otros nombres de origen nativo americano para esta luna son Luna del ganso (Tlingit), Gran luna (Cree), Luna del saludo (Abenaki del oeste) y Luna del espíritu (Ojibwa).
Cómo influirá la luna llena de enero
En este enero de 2025, la luna llena se encuentra en Cáncer y, de acuerdo con la astróloga evolutiva Judith F. Baz, nos invita a dirigir nuestra atención hacia tres aspectos fundamentales: el hogar, la familia y nuestro mundo interior.
Como ocurre con cada luna llena, este es un momento propicio para cerrar ciclos y desprendernos de aquellos elementos de nuestra vida que ya han cumplido su propósito. "Este es el momento perfecto para hacer una pausa, detenerte en el ajetreo del día a día y permitirte un espacio de reflexión profundo e íntimo", asegura la experta.
La energía de la luna llena en Cáncer nos anima a establecer una conexión más íntima con nuestro ser interior y a explorar nuestras emociones. Su luz suave y acogedora nos guía para examinar qué es realmente lo que necesitamos soltar para poder seguir avanzando.
"Es un tiempo para liberar emociones bloqueadas, para depurar el campo afectivo, para redefinir lo que mereces y restaurar la paz interior", explica Judith F. Baz.
Este período nos invita a meditar sobre la importancia de establecer límites emocionales más claros y saludables, y a evaluar si estamos priorizando nuestro autocuidado en medio de las exigencias externas.