El estreñimiento es un trastorno mucho más común y preocupante de lo que se suele creer. Si se cronifica durante años, el estreñimiento puede ser la puerta para otros trastornos intestinales más graves o incluso para un cáncer de colon. La forma de combatirlo es mantener un estilo de vida saludable haciendo una actividad física moderada y siguiendo una dieta equilibrada y rica en fibra. Las semillas de lino, gracias precisamente a su abundante fibra, pueden de gran ayuda.
¿Es recomendable tomar semillas de lino en agua sin triturar?
Muchas personas recurren a las semillas de lino como un elemento milagro que les ayuda a evacuar, sin realizar otros cambios en sus hábitos. Suelen tomar las semillas enteras, poniendo una cucharada a macerar en un vaso de agua durante 8 horas y tragándoselas por la mañana en ayunas, o una hora después de la cena, como una fórmula laxante rápida, aunque, desde luego, muy poco agradable.
Es una lástima utilizar así las semillas de lino para el estreñimiento, porque de este modo se produce el deseado efecto de arrastre a causa de su fibra y su gel, pero se pierden las excelentes propiedades nutricionales de las semillas de lino.
Si vas a utilizar las semillas de lino en agua como laxante para limpiar los intestinos, mejor tritúralas.
Cómo tomar las semillas de lino para el estreñimiento
El lino es una de las principales fuentes del ácido graso esencial alfa-linolénico, al que da nombre, y que en el organismo se transforma en los ácidos grasos EPA y DHA, sus derivados bioactivos. De hecho, una cucharada de 10 gramos de semillas trituradas al día aporta el 90% de las necesidades de ácidos grasos omega-3, fundamentales para mantener la salud de los sistemas cardiovascular y nervioso.
Además, las semillas de lino son ricas en proteínas, las vitaminas E, B1, B6 y B9, minerales como magnesio, fósforo y manganeso, así como en polifenoles antioxidantes.
Por ello, lo ideal si se quieren tomar semillas de lino para el estreñimiento, es utilizar las semillas trituradas espolvoreándolas en diversos platos a lo largo del día. De este modo se aprovechan los numerosos y exclusivos nutrientes del lino y, aunque el efecto laxante parezca menos inmediato, se produce una regulación intestinal permanente. Para ello:
- Tritura las semillas de lino con un molinillo de café. Puedes hacerlo justo antes de utilizarlas, o bien triturar un poco más de cantidad y guardarlas en un bote hermético en la nevera, máximo durante quince días. Si las conservas más tiempo ya trituradas, pierden cualidades y el sabor empeora porque las grasas se enrancian.
- Espolvorea una cucharadita en tus recetas una o dos veces al día.
Puedes espolvorear tus semillas de lino trituradas en una gran variedad de recetas y bebidas. Inclúyelas siempre en crudo y al final de la cocción si la elaboración es cocinada.
Aquí tienes una lista de ejemplos en las que te quedarán deliciosas y podrás mantener sus propiedades:
- En mueslis, desayunos, leches y yogures vegetales.
- En sopas y cremas, como guarnición.
- En zumos frescos de frutas como naranja, pera, ciruelas, kiwi o piña. También puedes prepararte un delicioso zumo detox de arándano rojo con lino.
- En batidos verdes, con acelga, zanahoria, espinacas o apio.
- Como condimento para ensaladas y macedonias.
- Sobre tostadas y bocadillos, junto con alguna salsa de acompañamiento.
- En patés vegetales, con aguacate, pimientos o garbanzos.
- Para rebozar crudités de fruta o hortalizas.
- Como sustituto del huevo en proporción de una cucharada por tres de agua templada.
- En galletas, panes y repostería, aunque el calor disminuye la función de sus ácidos grasos.
Precauciones
No es conveniente tomar más de una o dos cucharadas de semillas al día, y es importante que siempre vayan acompañadas de abundante líquido. El exceso de fibra podría provocar hinchazón y gases.
Tomar lino regularmente es incompatible con los medicamentos fluidicadores de la sangre, o antes de cirugías, porque disminuye la coagulación. Durante el embarazo y lactancia y en la infancia, se ha de consultar con el profesional sanitario.