El brócoli es uno de los alimentos más saludables que existen. Es rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, que ayudan a reducir el riesgo de diversas enfermedades, incluido el cáncer. Y contiene gran cantidad de vitaminas (C, A, B1, B2, B6, B9) y minerales (calcio, potasio, fósforo, hierro…), que lo convierten en un alimento altamente nutritivo.
No obstante, para disfrutar de todos los efectos beneficiosos del brócoli conviene limpiarlo y desinfectarlo bien antes de consumirlo. Te explicamos cómo hacerlo.
Plaguicidas en el brócoli
Cada vez son más los plaguicidas químicos que se usan para combatir plagas y enfermedades que amenazan a la productividad de los cultivos convencionales (no ecológicos), algo que no es inocuo. Aunque la cantidad que consumamos sea pequeña, se suma en nuestro organismo (y se añade a otros contaminantes medioambientales, cosméticos, etc.), y puede llegar a tener consecuencias negativas, en especial en el sistema nervioso y endocrino.
Un análisis de los plaguicidas en las frutas y verduras (entre ellas el brócoli) llevado a cabo por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en 2021 mostró que el 90,6% tenían rastros de plaguicidas (aunque por debajo del límite máximo permitido) y el 3,9% mostraba cantidades superiores al límite máximo permitido. Solo en el 5,5% no había presencia de pesticidas.
Brócoli de agricultura ecológica
Optar por brócolis de agricultura ecológica, en la que están prohibidos los pesticidas químicos sintéticos, es sin duda la mejor opción para que lo que comes contenga menos sustancias tóxicas.
Si eliges brócolis (u otras frutas, verduras y hortalizas) de agricultura convencional, para reducir el riesgo de tóxicos conviene fijarse en si tiene cortes profundos o recovecos en el tallo. Aunque los restos de pesticidas tienden a estar más en la superficie o cáscara, las aberturas favorecen la penetración no solo de los plaguicidas, sino también de los mircoorganismos.
No se trata de descartar los alimentos “feos”, que se pueden consumir perfectamente, solo de fijarte en si tiene cortes por los que puedan haber penetrado los tóxicos para prestarles una mayor atención al limpiarlos o desinfectarlos.
Limpiar el brócoli paso a paso
Lo primero a hacer al llegar con la compra a casa es guardar las frutas y verduras y, a continuación, lavarnos las manos para proceder a guardar el resto de alimentos y evitar contaminaciones cruzadas. No hay que lavarlas los vegetales en este momento, pues la humedad puede perjudicarlos, favorecer el crecimiento de bacterias y afectar a su conservación. Los lavaremos al momento de irlos a consumir o cocinar.
El brócoli es un alimento con muchos recovecos entre los arbolitos y los tallos que pueden parecer difíciles de acceder. Un lavado bajo el grifo de agua corriente eliminará la mayoría de restos de pesticidas (mejor que simplemente remojarlo en un bol con agua). Para asegurarte de que el agua llega a todas partes, es mejor separar los arbolitos y ponerlos en un colador.
No obstante, si quieres una limpieza más profunda hay diversos métodos que puedes seguir:
- El mejor de acuerdo con un estudio de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) de 2017 es sumergirlos en una mezcla de bicarbonato de sodio y agua, mezclándolo bien, durante entre 15 y 20 minutos. Los investigadores, de hecho, compararon 3 métodos distintos para lavar una manzana con rastros del fungicida tiabendazol y el pesticida fosmet (muy habituales en la agricultura): lejía, agua corriente y bicarbonato, y vieron que los mejores resultados eran con el bicarbonato.
- Otro método muy empleado, y que también ha demostrado ser muy eficaz para eliminar los residuos de pesticidas, consiste en sumergir el brócoli en agua con vinagre durante unos 15 minutos, removiéndolo bien,909op y después enjuagarlo para eliminar el sabor que pueda haber dejado.
- En lugar de vinagre, también puedes optar por poner el brócoli simplemente en agua con una cucharada de sal.