Fresas, plátanos, champiñones... son algunos de los alimentos que de vez en cuando nos sorprenden con la aparición de manchas marrones y una pelusilla blanco-verdosa. Ante la visión, las preguntas son, ¿cortamos la parte afectada y consumimos el resto? y ¿tiramos la pieza afectada o toda la bandeja?
Las respuestas no son obvias. El moho blanco es bienvenido en algunas variedades de queso, por ejemplo. Sin embargo, en otros alimentos pueden dañar la salud porque generan productos metabólicos tóxicos, las micotoxinas.
Las micotoxinas pueden producir lesiones graves en hígado, riñones y sistema inmunitario.
Una exposición puntual accidental no suele tener consecuencias, pero si se repite, las toxinas pueden dañar el ADN y producir mutaciones cancerígenas o malformaciones en el embrión, si se trata de una mujer embarazada. Las micotoxinas no se desactivan con la cocción ni con la congelación.
Alimentos que hay que tirar en caso de que presenten moho
- Los alimentos húmedos deben eliminarse ante la menor aparición de moho: las frutas blandas, las compotas de frutas, los zumos y las verduras. Cuanto más agua contiene un alimento, más rápidamente se extiende el moho. Una fresa o una ciruela, por ejemplo, pueden estar completamente afectadas aunque solo se vea una pequeña mancha.
- Esto también es válido para los productos lácteos: yogur, queso fresco, queso de corte y queso blando.
- Las mermeladas, jaleas y confituras que presenten moho también deben tirarse (y antes de que se estropeen deben guardarse siempre en nevera). Esto también es válido para mermeladas elaboradas en casa.
Moho en los quesos curados
Se puede eliminar el moho recortando una parte generosa alrededor de la zona afectada. Eso sí, sólo si el moho está en la superfície y no ha penetrado profundamente. El queso duro rallado no tiene remedio, porque no se puede saber hasta donde ha llegado; hay que tirarlo entero.
Moho en el pan
El pan que presentan moho debe tirarse entero a la basura. Aunque solo se vea afectada la superficie o una rebanada, el pan en su totalidad estará penetrado por hilillos de moho no visibles.
Moho en los frutos secos
Los frutos secos son otro caso en sí mismos. Los pistachos, los cacahuetes y las avellanas, pero también las frutas desecadas como los higos y las especias como el pimentón y la pimienta pueden verse afectados por moho.
El moho de los frutos secos libera las tóxicas aflatoxinas. Son productos del metabolismo (micotoxinas) de determinadas variedades de moho que se desarrollan sobre todo en climas tropicales. Aparecen especialmente en semillas y frutos secos ricos en grasas y almidones, cuando se han almacenado en condiciones de demasiada humedad.
Las aflatoxinas dañan las células y pueden provocar cáncer de hígado. Si ves la más mínima señal de moho en frutos secos hay que eliminarlos inmediatamente.
Cómo prevenir el moho
Es importante no almacenar los alimentos durante demasiado tiempo para evitar la aparición de moho. Los alimentos vegetales se guardan una media de 4-5 días en la nevera y los secos se pueden conservar durante semanas en lugares secos, limpios, frescos y a oscuras.
El pan hay que guardarlo seco, bien ventilado y en un ambiente no demasiado caluroso, en una panera de barro sin esmaltar, con agujeros de ventilación y limpia.
Los restos biológicos contaminados hay que llevarlos sin tardanza a los contenedores biológicos o al compostero. No los conserves en casa.