El jin shin jyutsu es una terapia que fue desarrollada por Jiro Murai, maestro japonés perteneciente a una familia con una larga tradición médica.
En 1900, tras superar una enfermedad muy grave ayudándose tan solo de la meditación y de la práctica de mudras (posturas energéticas con las manos propias del yoga y el budismo), Murai descubrió en sí mismo los sorprendentes efectos que se podían obtener aplicando las manos sobre ciertos puntos del cuerpo con la actitud mental adecuada.
El jin shin jyutsu toma algunos saberes energéticos de las medicinas orientales y crea un sistema para aplicarlos personalmente en la vida diaria.
En qué consiste el jin shin jyutsu
El jin shin jyutsu considera que el cuerpo está recorrido por tres grandes canales energéticos.
- Existe un flujo central principal que discurre por un circuito oval: desciende por la cara, el cuello y el esternón, la zona abdominal y el hueso púbico, para ascender por la columna, volver a pasar por encima de la cabeza y descender nuevamente.
- Por otra parte, los dos grandes flujos supervisores nacen en la parte interior de las rodillas: el izquierdo controla las funciones del cuerpo del lado izquierdo y se vincula con el principio masculino, el tiempo, el pasado, la lógica y lo heredado; el derecho se asigna al principio femenino y representa el espacio, el presente, la intuición y la regeneración.
- Los flujos mediadores diagonales, que nacen en los omoplatos, unen y armonizan la parte izquierda con la derecha. Finalizan en la rodilla opuesta a la del hombro del que nacen.
El terapeuta aplica sus manos sobre estos canales, suave pero firmemente, por encima de la ropa.
Se afirma que la energía toma forma en el cuerpo a través de diferentes profundidades, que van de la piel (profundidad 1) a los huesos (profundidad 5), relacionadas con las diferentes etapas vitales y órganos, y que se pueden desequilibrar por emociones como la preocupación, el miedo, la cólera, la tristeza y el orgullo.
El jin shin jyutsu identifica además 26 "cerraduras de seguridad" (esferas energéticas de unos 15 cm de diámetro repartidas por los canales mencionados), a través de los cuales puede liberarse la energía estancada o mejorar su flujo.
Hoy el jin shin jyutsu se ha visto enriquecido por enfoques como el jin shin tara, desarrollado por la doctora en psicología Stephanie Mines, que aúna la sabiduría de la disciplina originalcon un abordaje más psicológico y toma su nuevo nombre de una conocida deidad tibetana.
Jin Shin Jyutsu para las adicciones
Pablo Núñez, de 30 años, llegó a la consulta de Chaoki El Ahel con un historial marcado por las drogas y el alcohol desde los 15 años.
"No quería acudir a un centro de desintoxicación porque tenía la referencia de otros amigos y no quería pasar de depender de la cocaína y el anís a depender de las pastillas. Empecé la terapia convencido de que quería un cambio profundo".
Chaoki explica que "con Pablo hemos hecho tanto una desintoxicación física como emocional tratando la forma de pensar, de sentir, la individuación, la persona, la integridad, la responsabilidad, la carencia afectiva...
Hemos hecho dos sesiones diarias porque había un déficit de mucho tiempo atrás y ha ido recuperándose a pasos agigantados. Se ha dado cuenta de lo que era su vida y de lo que ahora está logrando, de las puertas que se van abriendo para él".
Pablo cuenta que no ha vuelto a sentir la necesidad de la adicción.
"Había llegado a vivir tan al límite que el momento actual me parece un sueño. Mi forma de ver la vida, de pensar, de ser ha cambiado. Tengo ilusión, encuentro un sentido a todo y además en el plano físico también he experimentado cambios profundos", asegura esbozando una gran sonrisa.
Jin shin jyutsu contra la ansiedad
Rosa María Juan, de 47 años, secretaria de dirección de una prestigiosa multinacional, sufrió taquicardia por un ataque de ansiedad. A partir de aquel momento comenzó tratamiento psicológico y psiquiátrico hasta que, años después, una crisis generalizada la paralizó durante cinco días.
"Cuando salí de aquella situación pensé en recurrir a una terapia alternativa porque veía que los médicos y el psicólogo no me ofrecían una solución. Me decían que debía seguir con los fármacos y con la terapia psicológica, y que tendría momentos mejores y peores, pero que debía acostumbrarme a vivir así, algo a lo que yo no estaba dispuesta.
Mi hermana, que había asistido a un seminario de Jin Shin Jyutsu, me animó a probarlo y desde que comencé el tratamiento, hasta ahora mi vida ha dado un giro radical", asegura Rosa.
Rosa María Juan explica que el jin shin jyutsu le ha llevado a tener una actitud más calmada y positiva.
"Ahora le doy importancia a las cosas que de verdad la tienen. Cuando aparece un problema intento solucionarlo y no dejo que se amontone. Me lo tomo todo con mucha más tranquilidad. Otro aspecto importante es que he aprendido a tenerme en cuenta. Tanto en el plano personal como en el profesional, si surge alguna discusión digo lo que pienso, no me callo nada, pero desde la serenidad, sin agresividad", explica.
Chaoki El Ahel, libanés pionero del Jin shin jyutsu en España y terapeuta de Rosa, explica que "establecimos un plan de trabajo para tratar sus miedos (su principal problema), el sentimiento de culpa, la soledad, dificultades relacionadas con su educación".
"Primero hicimos cuatro sesiones seguidas y luego una por semana, en camilla. Aparte, Rosa realizaba a diario ejercicios de autoayuda para restablecer el orden y el equilibrio cuanto antes. Gracias a su constancia ha conseguido en solo cuatro meses lo que a muchas personas les cuesta un año o año y medio", afirma.
Hoy Rosa dice encontrarse feliz. "Cada día hago mis ejercicios, es un tiempo que reservo para mí. Me ayudan a recargarme de energía, a arrancar y seguir lo que he puesto en marcha y no bloquearme, a hacerme fuerte y mantener el punto de autoestima, a liberar el cuerpo de emociones negativas".