El yoga restaurativo es un modalidad de yoga que prioriza la relajación y la recarga de energías mediante posturas que favorecen la relajación profunda y la respiración consciente. Por eso es ideal para aquellas personas que sufren problemas de estrés, ansiedad e insomnio, así como dolores y molestias corporales relacionados con ese desequilibrio a nivel mental y emocional.

Sus posturas restaurativas se realizan con la ayuda de accesorios que dan soporte al cuerpo y propician el descanso y la relajación, actuando directamente sobre sistema nervioso parasimpático.

Es el caso de esta postura que se realiza en silla y que, según las gemelas expertas en yoga Guisella & Gabriela, favorece el bienestar general, tanto a nivel físico como mental y emocional, aliviando algunos de los malestares más frecuentes en la mayoría de personas: dolores de espalda y menstruales, sobrecargas de cuello, molestias digestivas, etc.

Lo mejor es que es tan fácil de realizar que cualquiera puede hacerla a diario y beneficiarse de sus efectos terapéuticos.

La postura en silla con grandes beneficios

La postura se realiza sobre una silla con un cojín y con las piernas abiertas algo más que la anchura de los hombros.

  • Desde esta posición, debes inclinar el tronco hacia delante apoyando los antebrazos en los muslos a la vez que se alarga la espalda desde el sacro.
  • Continúa bajando hasta extender los brazos y llegar con las manos al suelo.
  • Permanece con ellas apoyadas, dejando que os brazos queden relajados y libres de tensiones.
  • Las rodillas quedan flexionadas y las plantas de los pies, apoyadas, con la cabeza relajada y el cuello suelto.

Las expertas recomiendan mantener esta postura de 5 a 10 respiraciones. La puedes realizar en casa, a última hora del día, para liberar tensiones, o en la oficina, para tomarte unos minutos de descanso en tu rutina y reiniciar. También puedes incorporarla como parte de una rutina de yoga restaurativo, para un efecto más global.

Beneficios de la postura

Postura de yoga en silla
ISTOCK

Entre los beneficios que las expertas afirman que obtendremos de realizar esta postura a diario destacan:

  • Mejora la salud de tu columna: permite un estiramiento de toda la espalda en una postura segura, con las rodillas flexionadas, que proporciona además gran alivio tras las tensiones del día.
  • Alivia tensiones existentes en cuello y hombros: gracias a la gravedad, permite descansar estas zonas y alivia la tensión acumulada durante el día. Para ello, es importante dejar la cabeza caer para que el cuello quede relajado.
  • Regula el sistema nervioso: a través de la respiración consciente y la relajación, se produce una activación del sistema nervioso parasimpático que disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial, con un efecto restaurativo en el organismo.
  • Alivia el insomnio y la ansiedad: al ayudar a aliviar el estrés, compensar los niveles de cortisol y liberar tensiones, facilita un mejor descanso.
  • Mejora la digestión: las posturas en las que la cabeza queda por debajo del corazón tienen beneficios a nivel digestivo. A su vez, las respiraciones profundas y completas estimulan las enzimas digestivas. 
  • Calma el dolor menstrual: ayudan a relajar los músculos del abdomen y la pelvis, reduciendo los calambres menstruales.
  • Activa el nervio vago y su función eléctrica asociada a la digestión –aunque, al ser una postura invertida, no está recomendada en caso de hernia de hiato, ya que puede resultar molesta–.

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