La postura es fundamental para el bienestar general, ya que una alineación adecuada del cuerpo ayuda a reducir tensiones y también a mejorar el equilibrio. Sin embargo, el ritmo de vida actual, donde no deja de aumentar el tiempo que pasamos mirando el móvil, suele generar desequilibrios posturales provocando molestias en el cuello, los hombros y la espalda.

Utilizar la pared para practicar ejercicios nos ayuda a trabajar la postura, ya que la propia pared actúa de guía y podemos ser mucho más conscientes de la posición del cuerpo durante el entrenamiento. Además, la posición vertical del cuerpo hace que al tener que luchar contra la gravedad se activen todos los músculos y el trabajo en la parte central del tronco sea más efectivo.

los beneficios de hacer la plancha

El doctor Edward Philips, profesor de fisioterapia y rehabilitación de la Escuela de Medicina de Harvard, aseguró en una ocasión que lograr mantener el ejercicio de plancha en el suelo durante un minuto consigue reducir el dolor de espalda (si lo haces regularmente, claro).

Y es que el clásico ejercicio de la plancha, apoyando los codos y las puntas de los pies en el suelo, es de los más completos. Al intentar mantener el cuerpo formando una perfecta línea recta estás realizando un ejercicio isométrico que trabaja los músculos del abdomen, los dorsales y toda la faja lumbar, lo que llamamos el core. Tener un core fuerte brinda mayor apoyo a la columna vertebral, mejorando la postura del cuerpo y aliviando tensiones y dolor.

El ejercicio de la plancha apoyada en la pared es también muy efectivo para fortalecer los músculos que mantienen la postura y trabajar la estabilidad del tronco. Al mantener una línea recta desde los tobillos hasta las orejas, se activan los músculos estabilizadores, como son el core y los glúteos, al tiempo que se refuerzan los hombros y la espalda alta.

¿Trabajas sentada?

Este ejercicio es perfecto para aquellas personas que  pasan muchas horas sentadas, trabajando por ejemplo, ya que alivia tensiones acumuladas, mejora la circulación y favorece una postura más erguida.

Al practicar esta plancha en la pared, hay que mantener el abdomen apretado para que la espalda se mantenga en línea recta. Así, a la vez que trabajas cervicales y hombros, también estás fortaleciendo el tronco de una forma integral.

 Este tipo de ejercicio trabaja toda la musculatura de la faja abdominal, no solo la barriga, como ocurre al hacer los abdominales clásicos, y esto beneficia a toda la espalda. Los músculos del tronco ayudan a sostener la columna; y tonificarlos previene problemas de discos vertebrales y dolor de espalda.

Cómo hacerlo bien

Plancha en pared
ISTOCK
  • Colócate frente a la pared, a una distancia que te permita que, al estirar los brazos, toques con las manos en la pared . Debes quedar en una línea recta y paralela a la pared que tienes enfrente.
  • Ahora flexiona los codos apoyando los antebrazos y las manos en la pared, de modo que tu cuerpo forme una línea en diagonal con esta.
  • Mantén los hombros relajados lejos de las orejas; el abdomen, apretado y la vista, al frente para que las cervicales no acumulen tensión.
  • Puedes mantener los talones al suelo o levantarlos un poco si te resulta más fácil.
  • Mantén la posición un minuto, descansa otro y repite. Hazlo 3 días por semana y empezarás a notar los resultados.

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