Entre los múltiples beneficios a nivel físico y mental de la práctica del yoga, la mejora de la flexibilidad y la movilidad corporal figuran entre los más obvios. Es algo especialmente interesante a partir de los 50 y 60 años, para garantizar una buena calidad de vida en el futuro, pero también antes. Sobre todo, para aquellas personas cuya profesión requiere pasar muchas horas sentado en una silla o al volante o que simplemente llevan una vida sedentaria.

Para todos ellos, esta serie de cinco asanas de yoga que nos propone Pau Tedeschi, más conocida en redes como Boticaria Yoga, es especialmente idónea para mejorar el movimiento de todo el cuerpo y aumentar la flexibilidad. En ella se trabajan espalda, piernas, abdomen y brazos, con posturas en las que es fácil progresar con la práctica en busca de una mejora física general.

5 posturas para recuperar la flexibilidad corporal

Estas son las cinco asanas que esta experta en yoga recomienda incluir en las rutinas de yoga para favorecer la flexibilidad y una mejor movilidad. La serie comienza de pie para ir progresando en las posturas y acabar con una posición de estiramiento y descanso en el suelo:

El triángulo

4. Utthita Trikonasana o triángulo extendido

Conocida en yoga como utthita trikonasana, consiste en flexionar el tronco lateralmente como si estuvieras apoyado en una pared, alineando brazos y caderas, de forma que el glúteo no se desplace hacia atrás. La sensación debe ser la de que el peso está en la pierna trasera y nos tiran de esa cadera hacia arriba. La mirada va a la mano que queda encima.

La pinza

UTTANASANA

Postura de yoga asana uttanasana

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Uttanasana es una postura en la que se parte de la posición de pie para realizar una flexión profunda del torso hacia las piernas a partir de las caderas. Los brazos se extienden hacia abajo y las manos se apoyan en el suelo o en los tobillos. En los niveles avanzados, las piernas se mantienen estiradas y el tronco se elonga. Para los principiantes se puede adaptar flexionando ligeramente las rodillas para que la flexión parta de la cadera y no de la espalda.

La luna creciente

Anjaneyasana o postura de la luna creciente
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Anjaneyasana es una asana de extensión de piernas, caderas, brazos y espalda. Para ello, se atrasa un pie y se flexiona la pierna delantera, apoyando en el suelo la rodilla que queda atrás. La delantera no debe sobrepasar el pie, mientras los brazos se llevan hacia arriba y se arquea ligeramente la espalda, realizando un estiramiento hacia arriba a la vez.

En este caso, Boticaria Yoga nos propone llevar los brazos detrás y entrelazar las manos tras de la espalda para abrir el pecho y empujar con la cadera hacia delante.

Torsión de tronco

Torsión sentada
MARC COSTA/RBA

La experta nos recomienda está versión de la torsión de espalda en posición sentada. Para ello, debes cruzar las piernas y colocar una mano sobre la rodilla contraria. La otra mano se apoya detrás, junto al glúteo para poder traccionar y conseguir la rotación. Los hombros se giran también y el de atrás debe quedar alineado con la cadera, de forma que la espalda quede erguida y no se incline hacia atrás.

El niño

Balasana o postura del niño
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Esta postura, también conocida como balasana, consiste en un estiramiento de espalda que se realiza con los pies juntos, las rodillas abiertas y llevando el glúteo hacia los talones. Debes empujar la cadera hacia el suelo y dejar que tu espalda se estire, extendiendo los brazos sobre la esterilla y dejando que el cuello se relaje con la frente en el suelo.

Es una postura ideal para finalizar una sesión de yoga y tomarte unos segundos para ti, realizando respiraciones profundas.

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