Hacer ejercicio no sólo es bueno para el cuerpo, sino que también beneficia al cerebro. Investigadores de la Universidad de Queensland (Australia) han descubierto que los ejercicios de entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés) pueden mejorar la función cerebral con resultados son sorprendentes.

El estudio, publicado en la revista Aging and Disease, revela que este tipo de actividad física es una poderosa herramienta para estimular la función cerebral en las personas mayores y que los efectos pueden durar años.

Según la investigación, la práctica del entrenamiento en intervalos de alta intensidad durante unos meses puede mejorar el funcionamiento del cerebro durante los cinco años siguientes en las personas de 60, 70 y hasta de 80 años. 

Los autores del estudio reunieron a un grupo de voluntarios sanos de entre 65 y 85 años y los sometieron a un programa de ejercicio de seis meses.  Seis meses de entrenamiento en intervalos de alta intensidad son suficientes para activar el cerebro, según el coautor del estudio y profesor emérito Perry Bartlett.

¿Cómo consigue activar el cerebro el ejercicio de alta intensidad?

Estudios anteriores han demostrado que el ejercicio físico en general es beneficioso para el cerebro incluso a corto plazo, pero resulta que el HIIT puede despertar las células madre en el cerebro y aumentar la producción de neuronas en el hipocampo, un área crucial para el aprendizaje y la memoria, por lo que estimularla puede tener un impacto especialmente grande en las habilidades cognitivas generales.

En el estudio los participantes tuvieron que realizar cuatro ciclos de carrera en una cinta con un esfuerzo casi máximo. Consistía en correr al máximo de la propia capacidad, tomar un respiro y repetir. El ejercicio HIIT lleva el cuerpo al límite, pero solo durante períodos cortos, lo que lo hace muy accesible para personas con cualquier condición física. 

Las consecuencias de realizar este entrenamiento durante seis meses se pueden apreciar hasta cinco años después, aunque no se mantenga el ritmo en los meses siguientes. Si este estrenamiento se convierte en una costumbre, los efectos beneficiosos podrían ser mucho mayores. 

Los investigadores pudieron comprobar mediante resonancias magnéticas de alta resolución que el ejercicio HIIT produce cambios estructurales y de conectividad en el hipocampo. Los ejercicios, en realidad, cambiaron la estructura física de los cerebros al crear nuevas conexiones que ayudaron a mejorar las  habilidades de pensamiento y memoria.

El hiit beneficia Especialmente a las personas mayores

A medida que envejecemos, aumenta el riesgo de desarrollar demencia, pero se puede cambiar la trayectoria del envejecimiento. El estudio muestra que no solo mejoró el funcionamiento del cerebro gracias al ejercicio intermitente de alta intensidad, sino que también mejoraron marcadores biológicos como la tensión arterial o el colesterol.  

El estudio se centró en personas mayores sanas de entre 65 y 85 años que no presentaban deterioros cognitivos al principio. Los participantes se dividieron en tres grupos de ejercicio (baja, media y alta intensidad) y cada grupo se sometió a un régimen de sesiones supervisadas de seis meses. El estudio se estructuró meticulosamente, garantizando que los participantes cumplieran con la intensidad de ejercicio designada, con evaluaciones continuas. 

Los beneficios del hiit se mantienen al menos 5 años

Sólo el grupo que realizó HIIT mostró mejoras significativas en la función del hipocampo, un beneficio que persistió durante al menos cinco años después del entrenamiento. Esta mejora se relacionó tanto con cambios físicos dentro del cerebro, incluido el volumen mantenido del hipocampo, como con una mejor conectividad funcional entre redes neuronales críticas.

Por el contrario, los participantes en los grupos de intensidad baja y media no experimentaron estos beneficios cognitivos sustanciales, aunque mantuvieron el rendimiento cognitivo inicial, lo que sugiere que cualquier forma de ejercicio tiene efectos protectores potenciales.

Las implicaciones de los hallazgos son profundas: ofrece una intervención prometedora que podría implementarse con rapidez y a bajo costo para ayudar a las personas mayores a mantener la salud cognitiva. Además, el estudio subraya la necesidad de realizar un diseño de entrenamiento personalizado para conseguir los mejores resultados.