Una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu cerebro es mover tu cuerpo. Las personas que hacen ejercicio tienen menos riesgo de sufrir trastornos cerebrales como la enfermedad de Alzheimer y la depresión.
Pero el ejercicio beneficioso no es solo el de tipo cardiorrespiratorio o aeróbico, como correr o nadar. La actividad anaeróbica o muscular se ha demostrado muy influyente sobre el funcionamiento del cerebro.
El entrenamiento muscular mantiene el cerebro joven y feliz
Los estudios demuestran que el entrenamiento de resistencia mejora la salud del cerebro. El levantamiento de pesas mejora la función cerebral, sobre todo en las personas mayores. De hecho, el deterioro cognitivo puede disminuir con el entrenamiento de resistencia. El levantamiento de pesas también puede disminuir los síntomas depresivos.
El levantamiento de pesas es beneficioso para casi todos los problemas de salud. Ningún fármaco consigue la misma combinación de beneficios. El British Journal of Sports Medicine informa que el entrenamiento de resistencia (es decir, el fortalecimiento muscular) está inversamente asociado con trastornos médicos como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Esto significa que cuanto más hagas, menor será tu riesgo de padecer estas enfermedades.
Más glucosa para el cerebro
Por ejemplo, el entrenamiento con pesas mejora la capacidad del cerebro para acceder y procesar la glucosa. Las personas con metabolismo alterado tienen mayor riesgo de sufrir demencia y depresión. Las personas con diabetes tipo 2 tienen un riesgo 77 por ciento mayor de sufrir depresión que las personas con niveles normales de azúcar en la sangre.
El nivel de azúcar en sangre inestable durante períodos prolongados se asocia con inflamación, que daña el cerebro. Las fluctuaciones en el nivel de azúcar en sangre están asociadas con la resistencia a la insulina, lo que significa que las células cerebrales tienen problemas para obtener la energía que necesitan.
Así actúa una sesión de pesas el cerebro
Una sesión de entrenamiento de resistencia disminuye los niveles de glucosa e insulina en sangre en las 24 horas siguientes. Reduce las mediciones de azúcar en sangre (HgbA1c) cada tres meses en personas con riesgo de desarrollar diabetes. También aumenta la sensibilidad a la insulina en las personas mayores, según el Journal of Ejercicio Science and Fitness.
El entrenamiento con pesas también estimula el sistema inmunitario. En concreto, al ejercitarse los músculos producen unas moléculas llamadas miocinas que afectan al cerebro. Una de las miocinas más importantes es el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que está fuertemente ligado a la neuroplasticidad, la capacidad de las células cerebrales para fortalecer sus conexiones e incluso generar nuevas neuronas. Otros incluyen el factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1), la interleucina 6 (IL-6) y la irisina.
Cómo conseguir todos los beneficios de esta forma de entrenamiento
Cualquier comportamiento que beneficia la salud debe sostenerse en el tiempo para que produzca el efecto deseado. Esto significa que no es suficiente entregarse ocasionalmente a las pesas, sino que se deben crear hábitos que se mantengan durante años.
- Empieza con pesas livianas y poco a poco ves aumentando de peso. Empezar con las más pesadas puede desaminarte, producir dolor e, incluso, lesiones.
- No tienes que levantar peso durante horas. Unos pocos minutos de entrenamiento al día pueden aportar beneficios.
- Considera trabajar con un entrenador que observe cuáles son tus necesidades y te programe un trabajo muscular equilibrado.
- Si no te ves con las pesas, prueba con las bandas de resistencia. Son efectivas para desarrollar músculo y están relacionadas con un mejor estado de ánimo.
- No olvides llevar una dieta que aporte suficientes proteínas, esenciales para el desarrollo y la reparación muscular.