Saltar a la cuerda es un ejercicio cardiovascular muy recomendable en el que quizá no habías reparado. Y es que muchos consideran que es una actividad propia de niños, cuando en realidad es un tipo ejercicio con grandes beneficios para la salud, que además requiere de una técnica precisa y una gran resistencia. ¡Aunque los resultados merecen la pena!
Lo cierto es que se puede practicar a diferentes edades y, de hecho, si se realiza correctamente es ideal para perder peso y quemar calorías, aunque para ello hay que dedicarle un mínimo tiempo en cada sesión, como ocurre con la bicicleta, la natación o las caminatas.
¿Cuánto saltar a la cuerda para perder peso?

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Debes saber que, al principio, con saltar a la cuerda 10 minutos será más que suficiente. De hecho, si eres principiante, te costará mantenerte saltando ese tiempo sin parar. Por eso, lo recomendable es hacer 5 series de 2 minutos descansando 30 segundos entre cada una. Si necesitas bajar el nivel aún más, puedes hacer 10 series de un minuto, con un minuto de descanso entre cada una. Incluso puedes aprovechar los descansos para hacer otros ejercicios como sentadillas, flexiones o planchas.
Una vez estés iniciado, para quemar calorías, lo ideal es que saltes entre 15 y 30 minutos, aunque sin sobrepasar ese tiempo, ya que el riesgo de lesión aumenta mucho.
¿Cuánto se quema saltando?
Para que puedas hacer un cálculo debes saber que, de media, se queman unas 150 calorías por cada 10 minutos de saltos, con lo que si alcanzas la media hora podrás quemar entre 400-500 calorías. Es un gasto calórico superior al que implica correr, por ejemplo.
¿Quién puede hacerlo?
Puesto que se trata de un ejercicio de cardio de alto impacto que involucra todo el cuerpo, no es recomendable para personas con problemas de articulaciones, hernias discales o dolores de espalda. Es comparable en cuanto a intensidad a salir a correr, por lo que podemos hacernos una idea de su impacto.
Ventajas y beneficios de saltar a la cuerda

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Saltar a la comba es comparable a montar en bici o correr, solo que se puede practicar en espacios reducidos y con un mínimo material. Al hacerlo, fortaleces y tonificas los músculos de las piernas, sobre todo, gemelos y cuádriceps femoral, pero también los brazos –bíceps braquial y muñecas– el abdomen y el deltoides. Por eso saltar con la cuerda es un excelente ejercicio para fortalecer la musculatura.
Además, mejora la resistencia cardiovascular, la coordinación y el equilibrio, sin olvidar que ayuda a perder peso y quemar grasa. Todo ello, con un ejercicio entretenido que puedes practicar al aire libre si lo deseas.
Consejos para hacerlo como un profesional
- Elige una cuerda de tu medida –o adapta la que tienes. Si la coges con una mano de los extremos y la pisas con los pies en el medio, al estirarlas debe quedarte por debajo de la axila.
- Elige unas zapatillas con buena amortiguación delantera.
- Busca superficies resistentes, pero no duras para practicar, como césped, suelo de goma o pista deportiva.
- Calienta muñecas y tobillos antes de empezar, balanceando los pies hacia los lados y haciendo rotaciones, así como girando muñecas hacia dentro y hacia fuera.
- El movimiento de la cuerda debe partir de la rotación de las muñecas y no de los brazos. Para ello, debes mantenerlos cerca del cuerpo, intentando inmovilizar brazos y hombros. Las rodillas han de permanecer un poco flexionadas en todo momento.
- Debes saltar sin apoyar los talones en el suelo y lo suficiente para que pase la cuerda, sin llegar a excederte. Con dos centímetros bastará.
- Las combas sin cuerda son una opción interesante si no puedes usar una clásica por espacio o movilidad. Dan la misma sensación.
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