Los pies precisan de cuidados, tanto en invierno como en verano, aunque es verdad que con el calor y las sandalias, es cuando nos acordamos más de ellos. Pero cuando llegan el frío y las botas no hay que olvidarse de seguir cuidándolos. El mercado está repleto de productos específicos para los pies, pero conviene fijarse en su composición porque muchas cremas y bálsamos no están libres de sustancias problemáticas: pueden contener grasas sintéticas con residuos de hidrocarburos tóxicos o conservantes y otros aditivos bajo sospecha de producir alteraciones en el delicado sistema endocrino.

¿Qué necesitan los pies?

Una loción hidratante corporal puede servir para cuidar unos pies con la piel en buen estado. Sin embargo, si está un poco reseca, conviene recurrir a las cremas para hacer un tratamiento más intensivo, que incluyan una mayor proporción de lípidos, agentes humectantes y, en ocasiones, ingredientes que previenen el mal olor y refrescan, como mentol, lima o aceite de árbol de té, entre otros.

Los productos de la cosmética convencional contienen parafinas y otras grasas minerales que no son afines a la composición de la piel y que, además, pueden estar contaminadas con hidrocarburos aromáticos, que pueden ser cancerígenos. Son, sin duda, preferibles las opciones vegetales como la manteca de karité o los aceites de aguacate o de oliva. Los productos para pies de la cosmética natural certificada recurren únicamente a este tipo de grasas. Las cremas y bálsamos naturales tampoco pueden contener corservantes como la clorfenesina, diazolidinil urea y yodopropinil butilcarbamato, porque son sintéticos irritantes o alergénicos.

El ritual de cuidado para pies

Además de aplicarte cremas, puedes incorporar como hábito estas rutinas de salud para tus pies:

  • Baño de pies: suaviza la piel y los prepara para recibir la crema. Sumerge los pies en el agua a una temperatura máxima de 38ºC durante diez minutos y luego sécalos bien. Puedes añadir una taza de vinagre de manzana para favorecer el ablandamiento de las durezas y prevenir malos olores.
  • Peeling: Mezcla dos cucharadas de aceite de oliva o de almendras dulces y una cucharada de sal marina o azúcar. Hazte un masaje con esta mezcla para eliminar células muertas. El aceite reforzará la barrera cutánea y ayuda a que la piel se mantenga mejor bien hidratada.
  • Acortar y limar las uñas: Es mejor limar con frecuencia las uñas que cortarlas con tijeras o cortauñas, que pueden astillarlas. Lima las uñas de los pies lo más rectas posible para que no se encarnen. Finalmente, usa calzados que se adapten al pie y alterna su uso para que se aireen y se sequen.

Haz tu propia crema hidratante de pies

Hay muchos productos que pueden ayudar a mantener una buena hidratación de la piel de los pies pero tú misma puedes preparar excelentes fórmulas en casa. Marcela Burgos, experta en cosmética natural, nos propone la siguiente crema con resultados eficaces.

La crema que vas a preparar es útil para aliviar los pies doloridos y para tratar la sequedad y las grietas en los talones.

Necesitas: 8 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de hierbas (menta, salvia, romero, manzanilla, castaño de indias, etc.), 8 gramos de cera de soja y 24 gramos de cera de abeja.

Puedes macerar el aceite de oliva entre 2 y 4 semanas antes de hacer tu manteca. Después, mezcla el aceite con las hierbas y deja que macere 14 días en un lugar luminoso (el sol ayuda a liberar los principios activos). Luego cuélalo, mézclalo con las dos ceras y calienta en un cazo al baño maría mientras remueves. Deja que se enfríe. Puedes utilizar esta crema para hacerte relajantes masajes antes de acostarte.